Área de Chicago

Declaración de la Arquidiócesis de Chicago en relación con el informe de la Procuradora General de Illinois sobre el abuso sexual del clero

Por Arquidiócesis de Chicago
miércoles, enero 2, 2019

19 de diciembre de 2018

“Quiero expresar otra vez el profundo remordimiento de toda la iglesia por nuestras fallas para abordar el flagelo del abuso sexual del clero. Es el valor de las víctimas-sobrevivientes lo que ha arrojado luz purificadora a este oscuro capítulo en la historia de la iglesia. Su valentía estimuló a mi predecesor, el cardenal Joseph Bernardin, a establecer una Comisión Especial arquidiocesana en 1991 para examinar esta terrible crisis, y desarrollar un robusto conjunto de procedimientos para proteger a los jóvenes de los depredadores y establecer servicios de apoyo a las víctimas-sobrevivientes y sus familias. Esos esfuerzos continúan hoy en la Oficina para la Protección de Niños y Jóvenes de la Arquidiócesis de Chicago, que tiene en su personal profesionales laicos con experiencia en servicios de investigación, educación, trabajo social y servicios terapéuticos. Ellos trabajan diariamente para proteger y sanar. No puede haber duda de la necesidad constante de fortalecer nuestra cultura de sanación, protección y responsabilidad. Aunque la gran mayoría de los abusos ocurrieron hace décadas, muchas víctimas-sobrevivientes continúan viviendo con este dolor inimaginable”.

                –    Cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago 

 

La arquidiócesis ha revisado el informe preliminar de la investigación de la Procuradora General de Illinois del manejo de los casos de abuso sexual del clero de las diócesis católicas de Illinois. La naturaleza del informe hace que sea difícil discernir cuáles descubrimientos generalizados se aplican a la Arquidiócesis de Chicago. Sin embargo, a continuación, hay algunos comentarios que podemos hacer:

  • En primer lugar y lo más importante, reconocemos y lamentamos el grave daño causado a las muchas personas perjudicadas por el abuso sexual del clero. Siempre necesitaremos responsabilizarnos y expresar profundo remordimiento por el sufrimiento causado tanto por el abuso como por las fallas pasadas para responder.

  • Reconociendo la necesidad de ayudar a sanar este daño, desde 1991 hemos mantenido uno de los primeros y más grandes programas de asistencia a las víctimas en la nación.El ministerio de asistencia y la ayuda que ofrece es independiente del proceso de investigación. Proveemos esta asistencia a cualquier persona haciendo una alegación independientemente de cuando se alegue que ocurrió el abuso, si el acusado está vivo o si la alegación es eventualmente corroborada. A la fecha, hemos proporcionado asistencia a más de 400 víctimas-sobrevivientes y sus familias. Pedimos que cualquier persona que ha sido abusada por un miembro del clero o empleado de la arquidiócesis se presente para recibir la ayuda y sanación que merece.

  • La Arquidiócesis de Chicago ha estado a la vanguardia del manejo del problema de abuso sexual del clero durante casi tres décadas. En 1991, el cardenal Bernardin hizo un llamado a un cambio dramático en nuestra cultura y en 1992 la Arquidiócesis de Chicago estableció una línea directa para reportar abuso y adoptó políticas y procedimientos para salvaguardar a los niños, que ultimadamente sirvió como el modelo para el Estatuto adoptado por los obispos católicos de Estados Unidos una década más tarde.

  • A partir de 2002, hemos reportado todas las alegaciones de abuso sexual infantil a las autoridades civiles, y en ese momento reportamos todas las alegaciones históricas. Reportamos estas alegaciones independientemente de si el acusado está vivo o muerto, es sacerdote diocesano, un sacerdote externo de otra diócesis o un sacerdote de orden religiosa. Consideramos que una alegación ha sido hecha incluso si el reporte es hecho anónimamente, y lo reportamos a las autoridades civiles.

  • Investigamos cada alegación que recibimos contra un sacerdote arquidiocesano, independientemente de si el acusado está vivo o muerto.

  • Cuando una alegación de abuso sexual infantil involucra a un sacerdote de orden religiosa, removemos las facultades del acusado para servir en la arquidiócesis, contactamos la orden religiosa y ayudamos a facilitar el reporte de la víctima. Cada orden religiosa está obligada a tener un proceso para investigar dichas alegaciones.

  • Desde 2006, hemos publicado los nombres de los sacerdotes diocesanos con alegaciones fundamentadas de abuso, y en 2014 emitimos más de 20,000 documentos de los archivos de estos sacerdotes.

  • Cuando conocemos una alegación de abuso actuamos prontamente, lo reportamos a las autoridades civiles, removemos al acusado del ministerio e investigamos la alegación. Las alegaciones son enviadas a nuestra junta de revisión independiente mayoritariamente laica para investigación. A la fecha, esta junta ha realizado 255 reuniones registradas.

  • El abuso sexual de niños es un problema a lo largo de la sociedad. Por lo tanto, realizamos revisiones de antecedentes para los voluntarios y empleados arquidiocesanos, junto con un programa integral de capacitación de ambientes seguros para niños y adultos. Solamente en el último año, capacitamos a 112,000 niños de una manera que corresponde con la edad sobre cómo reconocer, resistir y reportar comportamiento abusivo. A la fecha hemos capacitado a más de 263,000 adultos en 3,700 sesiones de capacitación.

  • Hemos sometido nuestros procesos, políticas y archivos a la revisión de múltiples expertos independientes varias veces para ayudar a garantizar que permanecemos responsables y al día en el manejo de este asunto.

  • Estamos listos para cooperar con todas las instituciones y agencias que cuidan a los niños y compartiremos nuestra experiencia y aprendizajes. Sin importar donde es educado o cuidado un niño, todos son nuestros niños y merecen ser protegidos.

  • Para más información sobre la manera como la Arquidiócesis de Chicago ha respondido a esta crisis por favor visite https://heal.archchicago.org/es/

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