Área de Chicago

175 Aniversario de la Arquidiócesis de Chicago: Un repaso histórico con el obispo Manz

Por Redacción Católico
miércoles, noviembre 28, 2018

El Obispo Manz captado en 2008. Foto: Karen Callaway/Católico

El obispo auxiliar John Manz, de la vicaría IV, ha sido un aliado de la comunidad hispana desde que empezó a trabajar con este grupo inmigrante desde antes de su ordenación en 1971. En una entrevista que Católico publicó en su 25 aniversario, en diciembre de 2010, el obispo Manz, hizo un breve recuento histórico del desarrollo de la comunidad católica hispana. Aquí un fragmento de lo que dijo en esa entrevista.

¿Cómo puede describir el Ministerio Hispano en la Arquidiócesis de Chicago en los años previos al lanzamiento de Católico?

Los Misioneros Claretianos, fueron invitados por el Cardenal Mundelein alrededor de 1930 para trabajar en las parroquias San Francisco de Asís, Inmaculado Corazón de María, y Nuestra Señora de Guadalupe para atender hispanos que llegaban de todas partes.

Comenzaron a llegar miles de personas de Puerto Rico después de la II Guerra Mundial y en la década de 1950, la mayoría de los cuales vivieron por las calles Division y North, y asistieron a parroquias como St. Aloysius, St. Mark y St. Silvestre. Durante ese tiempo, con el apoyo del Cardenal Meyer, se estableció un centro denominado el Comité del Cardenal, en 1300 S. Wabash, (ayudado también por Caridades Católicas). El padre Leo Mahon y luego Donaldo Headley, iniciaron allí “Los Hermanos de La Familia de Dios” que fue un grupo evangelizador y social. Allí trabajó también por muchos años el diacono J. Zeferino Ochoa atendiendo a inmigrantes.

En los sesenta y setenta comenzaron a llegar muchos inmigrantes de otras partes de América Latina, principalmente de México. Entre 1967 y 1968 hubo un intento de formar un equipo pastoral hispano en Pilsen con sacerdotes diocesanos y unas religiosas (The 18th street team). Fue un buen intento, pero no duró más que 3-4 años por varias razones, entre ellas porque todavía predominaban en ese barrio parroquias nacionales de checos, lituanos, croatas y polacos.

La zona de la calle 26 (La Villita) tenía solamente una o dos parroquias con misa en español hasta mediados de los setenta. Comenzó a reunirse y trabajar un grupo de sacerdotes de parroquias en donde hubo ministerio para los hispanos. Ese grupo, autonombrado el Hispanic Caucus llegó a ser muy importante para la comunidad hispana hasta los noventa. Participaron hasta 40 sacerdotes de diferentes partes de la diócesis – mayormente diocesanos, pero también claretianos, domínicos, y jesuitas. Con la excepción de los padres Pedro Rodríguez, Arturo Pérez y Juan Huitrado, casi no había sacerdotes hispanos sino de otras nacionalidades que habían aprendido español.

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