Área de Chicago

Vecinos de Pilsen resisten el desplazamiento

Por Redacción Católico
jueves, noviembre 1, 2018

Mural en Pulaski, cerca de la calle 26, en el barrio de Pilsen en Chicago. Foto: Karen Callaway/ Católico

Cuando la revista Forbes declaró al barrio de Pilsen “Uno de los 12 vecindarios más cool en el mundo”, la noticia no fue tan bien recibida como uno esperaría. Teresa Fraga recuerda la expresión de su yerno, “Dios mío, con esto mi renta ya va a subir $300 al mes.”

Fraga es miembro de la mesa directiva de Pilsen Neighbors Community Council (PNCC), una agrupación comunitaria surgida en 1954, que recibe fondos de CCHD. Ellos han sido parte de la lucha por ofrecer recursos educativos, médicos y de vivienda a la comunidad del vecindario.

Fraga, parroquiana de San Procopio/Providencia de Dios, es parte de la agrupación desde 1975, pero llegó a Pilsen con su familia en 1966. Por esos años, los inmigrantes europeos estaban dejando el barrio. Había muchas casas abandonadas y con violaciones a la ley.

“Los inspectores venían muy seguido a buscar violaciones” dice Fraga, “porque ya estaba todo preparado para erradicar esos edificios”.

Fraga dice que los dueños de los edificios se habían mudado a los suburbios y solo iban al barrio a colectar rentas. Ella recuerda que frente a su casa había un edificio muy hermoso, con vitrales. Un día, los landlords enviaron a gente a quitar los vitrales y cubrir las ventanas con triplay aun cuando había inquilinos viviendo allí.

“Comenzamos a sentirnos violados en nuestra dignidad” dice Fraga.

Empezaron a llenar autobuses con familias y se dirigieron a los suburbios a tocar a las puertas de los landlords. “Ellos no abrían porque tenían temor y también culpa” dice Fraga.

Los vecinos comenzaron a hablar entre ellos. Fraga iba a tocar puertas y hablar con los inquilinos. Comenzaron a reclamar servicios como recolección de basura para evitar las ratas y, con el tiempo, a promover entre los vecinos la idea de comprar casas y edificios.

Desde sus principios, PNCC tuvo dos áreas básicas de trabajo: educación y vivienda, así como la creación de servicios para la comunidad latina. Entre otras cosas, PNCC fue crucial en la creación de la secundaria Benito Juárez, y el centro de atención medica Alivio. 

“La educación fue nuestra primera lucha” dice Fraga, quien recuerda que la comunidad necesitaba una secundaria, pues la secundaria pública del vecindario, en California y Cermak les quedaba muy lejos, y sus hijos tenían que cruzar territorios de pandillas.

Apoyo a los estudiantes

Aunque Rita Aguilar nació en Chicago (“En esta comunidad de Pilsen, en Cook County Hospital” dice con orgullo) no olvida su herencia mexicana y por años ha luchado por el respeto a los derechos civiles de los inmigrantes latinos.

Un hecho que definió el compromiso de Aguilar, quien es también miembro de la mesa directiva de PNCC, fue la lucha por lograr que los legisladores aprobaran apoyo financiero estatal a universitarios indocumentados. “Normalmente tú no te das cuenta de la necesidad de una persona indocumentada, lo difícil que es pagar la educación para seguir estudiando” dice Aguilar. “En muchos casos los papás no tienen mucha preparación, los muchachos son primera generación que va a entrar en la universidad. Eso es lo que me atrajo a salir adelante”.

Cuando Illinois aprobó el apoyo financiero a los estudiantes, Aguilar sintió la emoción de un logro y esto la motivó a seguir en PNCC. Por varios años fue presidenta del comité de Fiesta del Sol, una celebración anual de PNCC que congrega a casi un millón de visitantes en cuatro días, y que incluye desde hace cinco años una misa en español.

Comprar propiedad

Un acto que unió y consolidó la tarea de PNCC fue la propuesta de renovación urbana Chicago Plan 21, elaborada en 1973 por ejecutivos de varias empresas interesadas en rehabilitar edificios y terrenos abandonados en el área del South Loop, lo cual afectaba a Pilsen.

PNCC tomó parte en la oposición a este proyecto. “El Plan 21 nos iba a desplazar” dice Fraga. En 1976 PNCC logró negociar un plan alternativo con la ciudad de Chicago que les permitiría quedarse en el vecindario. El plan alternativo no se implementó, pero les permitió ganar tiempo.

El siguiente paso fue tratar de que los vecinos compraran propiedad allí. “Los bancos ya no estaban dando hipotecas para comprar en Pilsen” dice Fraga. Como parte de Plan 21 se habían otorgado 13 hipotecas para que habitantes al este de la avenida Ashland compraran propiedad fuera del barrio. 

“En ese entonces, nadie de la comunidad tenía hipotecas e hicimos una campaña en la iglesia” dice Fraga. Ellos hicieron una encuesta en las iglesias del barrio donde preguntaban, “¿Si usted pudiera comprar una casa, lo haría?” Y se pedía a los parroquianos que anotaran su domicilio y número de teléfono.

Fraga considera que esta es una de las razones por las que Pilsen ha sido de las comunidades más resistentes al desplazamiento, ya que a finales de los setenta y comienzos de los ochenta muchas familias mexicanas empezaron a comprar casa y echar raíces en el vecindario, en vez de regresar a vivir a México después de un cierto tiempo, como solían.

“Con el movimiento la gente se llenó de confianza, de valor, empezó a decir ‘no estoy solo, también mi cuñado va a comprar, también mi vecino de la iglesia va a comprar’” dice Fraga. “En 1979 compramos nuestro edificio nosotros y todavía estamos allí”.

En 1983, PNCC participó en New Homes for Chicago, un programa de vivienda en que la ciudad de Chicago, constructoras privadas y organizaciones comunitarias se asociaban para dar una cantidad de dinero a personas que el banco considerara elegibles. PNCC fue de casa en casa a levantar el interés de los vecinos. Hicieron también un recuento de lotes baldíos, y una vez que vieron la lista de terrenos disponibles, los vecinos empezaron a comprar.

Más allá de Pilsen

“La población latina está creciendo no solamente en el suroeste de Chicago, sino también en los suburbios” dice Juan Soto, director ejecutivo de PNCC. Esta expansión, explica, dio lugar a la creación de Gamaliel Illinois y Gamaliel Metro Chicago, afiliadas a la organización internacional Gamaliel.

Dice Soto que las tareas de organización que han desarrollado no pueden limitarse al barrio de Pilsen. “Por eso, la misión de Gamaliel Illinois, es replicar este nivel de entrenamiento en otras partes, y de allí ir creciendo” dice.

“Es un trabajo bastante duro, pero es necesario” agrega Soto. “Nosotros no nos quedamos solamente en los temas o los asuntos políticos, sino también en el desarrollo de la persona, y todo basado en los principios de su fe y valores que conecta a la persona para hacer cosas grandes” dijo.

Para Rita Aguilar, fortalecer el sentido de comunidad es de vital importancia, lo mismo en su parroquia de San Pablo, que en las calles. “Hoy en día vemos lo que se está batallando con la inmigración, la separación de las familias, las redadas, las deportaciones” dice. “Es necesario que nuestra comunidad entienda que tenemos algún poder, tenemos derechos, aunque no tengamos nuestra documentación”.

PNCC destina los fondos recibidos por CCHD a las labores de organización juvenil, entre ellas contratar un organizador de jóvenes. Trabajar con la siguiente generación de latinos ha sido una prioridad, y parte de sus esfuerzos se han expandido más allá de Pilsen.

“Vamos más hacia al sur, a barrios como Back of the Yards y Brighton Park” dice Aguilar, “porque aquí en Pilsen ya tenemos organizaciones que trabajan en diversas cosas, pero para allá hay una escasez de organizaciones”.

 

Usted puede apoyar

La Campaña Católica para el Desarrollo Humano (CCHD, por sus siglas en inglés) es el programa nacional de los Obispos de Estados Unidos para combatir la pobreza. Este programa busca arrancar de raíz las causas de la pobreza mediante el apoyo a organizaciones comunitarias.

El fin de semana del 10 y 11 de noviembre será el llamado en su parroquia para apoyar la campaña de CCHD, y el fin de semana del 17 y 18 de noviembre será la recolección. Coopere generosamente, su contribución regresa a la comunidad en proyectos de empleo, protección de salarios, vivienda y otros programas para empoderar a la gente más desprotegida.

En su ciclo 2018-19, CCHD entregará estímulos por $660,000 a 26 organizaciones locales sin fines de lucro.

Para donar o tener más información, visite  www.CCHDchicago.org  o busque CCHD Chicago en Facebook.

Presentamos a dos organizaciones que este año reciben fondos de CCHS, Logan Square Neighborhood Association y Pilsen Neighborhood Community Council.

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