Área de Chicago

Inmaculada Concepción recibe reliquia de mártir cristero

Por Ariane Moya
miércoles, febrero 28, 2018

Padre Manuel Dorantes en la misa en que se dio la bienvenida a la reliquial del mártir cristero. Foto: Ariane Moya/Católico

El pasado 10 de febrero se cumplieron noventa años del martirio de San José Sánchez del Río en Sahuayo, Michoacán. La iglesia Inmaculada Concepción, ubicada en el vecindario de Brighton Park conmemoró la fecha al recibir la primera reliquia de primer grado en Estados Unidos del santo. La misa, oficiada por el padre Manuel Dorantes, fue ofrecida para los jóvenes de la comunidad para que con el ejemplo de Joselito defiendan su fe.

San José Sánchez del Rio es un mártir de la Guerra Cristera que entregó su vida a los 14 años en 1928, sin duda alguna por su amor a Cristo y a la Virgen de Guadalupe. Es uno de los santos más recientes, ya que tiene un año de haber sido canonizado. Decidió unirse a la Guerra Cristera teniendo como ejemplo a sus hermanos mayores y por su corta edad ningún general lo quería aceptar hasta que el general Prudencio Mendoza cedió en Cotija. Convenció al general acomidiéndose en lo que pudiera, cuidando de los soldados caídos, engrasando las armas, cociendo frijoles, y cuidando de los caballos.

Fue puesto a cargo del general Rubén Guízar y fue nombrado el abanderado de la tropa. En uno de los enfrentamientos casi capturan al general Rubén y Joselito le ofreció su caballo diciendo, “Mi general, tome usted mi caballo y sálvese, usted es más necesario y hace más falta que yo.” Fue capturado junto con otro niño de nombre Lázaro y el ejército los llevo a la cárcel de Sahuayo, que era la iglesia Santiago Apóstol donde había sido bautizado.

Ese mismo día le escribió una carta a su madre donde decía, “Creo en los momentos actuales voy a morir pero nada importa mamá. Resígnate a la voluntad de Dios, yo muero muy contento, porque muero en la raya a lado de nuestro Señor. No te apures por mi muerte que es lo que me mortifica.”

A las once de la noche le desollaron los pies con un cuchillo y con los pies sangrantes lo sacaron a caminar golpeándolo al cementerio. La gente escuchaba como gritaba con valor hasta llegar al panteón y cuando era apuñalado “¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Santa María de Guadalupe!” Fue disparado en la cabeza y recibió directamente las paleadas de tierra.

Una reliquia puede ser un fragmento de ropa, algo que el santo haya tocado, pero en este caso como es de primer grado es un hueso del cuerpo. Es sumamente importante para la comunidad ya que en los últimos años ha incrementado sumamente la violencia. El párroco de la comunidad quiere que él sea una inspiración para los jóvenes. Una inspiración de que vale la pena vivir y vale la pena morir pero por cosas que lo merezcan como nuestra fe, el servicio, y el amor a los demás y no por tonterías y por riñas entre pandillas.

“Tú haz la voluntad de Dios, ten valor, y mándame la bendición juntamente con la de mi padre. Tú recibe por último el corazón de tu hijo que tanto te quiere y verte antes de morir deseaba” y con estas palabras se despidió de su madre.

La reliquia puede ser visitada en la iglesia Inmaculada Concepción en las calles 44 y California al sur de la ciudad.

Advertising