Área de Chicago

El cardenal Cupich ofició la misa de la Semana Nacional de la Migración

Por Michelle Martin/Chicago Catholic
martes, enero 30, 2018

El cardenal Blase Cupich fue el celebrante principal durante una misa para iniciar la Semana Nacional de la Migración en la Catedral del Santo Nombre el 7 de enero. Foto: Karen Callaway/Católico

El cardenal Cupich trazó un línea clara que conecta a los Reyes Magos con los migrantes de hoy, especialmente los jóvenes cuyo estatus en Estados Unidos está en riesgo, durante la misa que el 7 de enero marcó el inicio de la Semana Nacional de la Migración en la Catedral del Santo Nombre.

“Hoy venimos con el conocimiento de que los Reyes Magos tienen mucho que enseñarnos acerca de nuestra fe”, dijo el cardenal Cupich al comienzo de la misa. “Y también los inmigrantes y los Dreamers”.

Con esto se refirió a los  jóvenes traídos a los Estados Unidos ilegalmente cuando eran niños,  que crecieron y han hecho su vida en este país.

Uno de esos jóvenes, Alejandra Durán, compartió su historia al final de la misa. Durán vino a los Estados Unidos con su madre y hermanos cuando era una niña, y creció en Georgia. Siempre quiso ser doctora pero pensó que sería imposible.

“Luego llegó DACA”, dijo Durán, quien ahora es estudiante en la escuela de medicina Stritch de la Universidad de Loyola. “Pude seguir mi propósito”.

A pesar que su meta ahora está amenazada, dice que no pierde la esperanza.

“Nuestra gente es resistente”, dijo. “Nuestra gente es trabajadora. Necesitamos hacer un esfuerzo adicional para no caer en el miedo. Debemos amarnos unos a otros. Creo que la justicia prevalecerá al final”.

La misa, que tuvo gente de pie, comenzó con una procesión de personas representando a cerca de 50 países usando trajes tradicionales. Fue concelebrada por más de dos docenas de sacerdotes y las oraciones fueron dichas en siete idiomas.

Ver eso, dijo el cardenal Cupich, fue una confirmación de la primera lectura, del profeta Isaías, que dice que personas de todas las naciones se reunirían para dar gloria a Dios.

Los Reyes Magos, señaló, vinieron a Belén como extraños.

“Ellos eran extranjeros”, dijo. “Probablemente no tenían documentos”.

Lo que si tenían era la voluntad de ver hacia el cielo, lejos de su vida cotidiana, dijo el cardenal Cupich, citando la homilía de Epifanía presentada por el Papa Francisco.

“Ellos miraron hacia arriba en vez de obsesionarse sobre las cosas de esta vida”, dijo. “¿Cómo es que nadie más vio la estrella? ¿Es porque nunca observaron? No es una estrella llamativa, no es deslumbrante. Dios viene gradualmente. Los Reyes Magos vieron esta estrella ascender suavemente”.

Después de observar la estrella, los Reyes Magos tomaron acción al disponerse a seguirla, dijo el cardenal Cupich. “Dejaron las comodidades del hogar”, señaló. “Tomaron el riesgo de seguir adelante. Los migrantes, inmigrantes, Dreamers que viven en medio de nosotros, tomaron el riesgo… Nuestro país pierde algo cuando ya no podemos dar el siguiente paso hacia adelante, cuando ya no podemos tomar riesgos para abordar los grandes problemas en nuestra tierra, como el desempleo y el racismo. Al ser audaces y seguir hacia adelante, los Reyes Magos nos enseñaron eso, y también los inmigrantes”.

Luego, cuando alcanzaron a la Sagrada Familia, los Reyes Magos culminaron su viaje brindando regalos, mencionó el cardenal Cupich.

“Nuestras vidas solamente significan algo si se regalan”, dijo el cardenal. “Y nosotros tenemos que hacerlas lo suficientemente buenas para darlas. Los Reyes Magos y los Dreamers del presente tienen mucho que enseñarnos. Los nuevos Reyes Magos en nuestros días son los Dreamers y estudiantes de DACA. Dios siempre tiene guardado mucho más para nosotros, y siempre nos va a sorprender con esa estrella naciente”.

Una manera en la que los inmigrantes usan sus regalos en Chicago es con la Pastoral Migratoria, el ministerio social para los inmigrantes que es llevado a cabo por los inmigrantes mismos.

Elena Segura, directora asociada de la Oficina de Dignidad Humana y Solidaridad, dijo que la Pastoral Migratoria está celebrando su 10 aniversario. Ahora está activa en aproximadamente 50 parroquias en la Arquidiócesis de Chicago, y la oficina del ministerio de inmigración arquidiocesano tienen por lo menos un contacto en cada parroquia que hace ministerio hispano y envía a todas esas parroquias boletines informativos mensuales con recursos de inmigración.

Al final de la misa, el cardenal Cupich entregó a Segura una pequeña escultura de los Tres Reyes que encontró mientras visitaba Puerto Rico en diciembre a petición del Papa Francisco.

Segura miró a la congregación que se reunió para la misa y dijo, “Qué cosa tan bella. Hay una belleza aquí, y un espíritu. Somos regalos. Somos regalos para nuestro país. Regresemos a nuestras comunidades y seamos esa luz, al ser quienes somos y hacer lo que hacemos”.

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