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“De esta manera unificamos a la comunidad”: Caminata por la paz en Santa Inés de Bohemia

Por Ariane Moya
jueves, noviembre 16, 2017

Una madre ora frente al Santísimo acompañada de su pequeña hija. Foto: Ariane Moya/Católico

En la parroquia Santa Inés de Bohemia, al sur de la ciudad, la comunidad de La Villita se reunió para realizar una caminata por la paz. La actividad comenzó al medio día del 4 de noviembre con la celebración de la misa a cargo del padre Miguel Venegas.

 “Este es nuestro quinto año haciendo esto” dijo Diana Cervantes, una de las directoras del grupo juvenil de la parroquia, “y el propósito de la caminata es unificar a todas las iglesias sin importar la denominación. En La Villita estamos divididos por los diferentes territorios de las pandillas, pero de esta manera unificamos a la comunidad.”

Al terminar la misa caminaron hacia el gimnasio debido a la lluvia y allí les esperaban siete diferentes altares. Cada altar representaba una distinta razón de muerte en La Villita.

El primer altar fue dedicado a los jóvenes que perdieron la vida debido a la violencia de pandillas. “Uno de mis hijos y mis sobrinos fallecieron” dijo Lety Martínez. “Ellos me inspiran a estar aquí el día de hoy. Al estar aquí podemos comenzar a ayudarnos unos con otros. Esta caminata puede ayudar a que no haya tanta violencia, que no haya tantas pandillas.”

El segundo altar fue dedicado a las personas afectadas por la violencia doméstica. Este altar fue dedicado específicamente a la menor Jazebel Alemán quien fue asesinada por su propio padre el pasado junio. La menor no quiso comer y fue golpeada con un cinturón hasta que dejó de reaccionar.

El tercer altar fue dedicado a las personas fallecidas por la enfermedad del cáncer. El cuarto altar fue dedicado a los presos. El altar fue creado por el ministerio Kolbe House que ministra a los encarcelados.

“Esta caminata ayuda a crear conciencia de que cada quien puede poner su granito de arena y así podría haber un gran impacto” dijo Filomena Hernández, feligrés y madre de una joven involucrada en el grupo de jóvenes. “Al reunirnos todos aquí, aportamos para tener una unión familiar y apoyar a los demás.”

El quinto altar fue dedicado a todos los jóvenes que piensan que ya no hay esperanza para ellos. El sexto altar fue dedicado a las madres que han perdido a sus hijos por la violencia de la comunidad. El séptimo altar fue dedicado a las familias que han sido afectados por la violencia en La Villita.

Doris Hernández compartió un poema que decía, “Este sentimiento es inhumano, es paradójico saber que mi alma duele y que tenga que aceptar que la muerte de mi hijo fue vana para esta sociedad pero que en última instancia él está mil y mil veces mejor donde está.”

El padre Miguel Venegas comenzó leyendo a Mateo 11, 28-30, “Vengan a mí los que se sienten cansados y agobiados porque yo les aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy tolerante y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su vida. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.”

Carmen Cortes, feligrés de Santa Inés de Bohemia dijo, “Es muy fuerte y triste vivir esto día con día, ver tanto joven perder la vida. Vengo aquí por acompañamiento y porque hace falta más compasión hacia lo que vive uno.”

El padre Miguel terminó diciendo, “El señor nos invita a que nos acerquemos a él a través de la oración a través de dejar que el Señor me toque y que yo pueda acercarme a Dios. Él es capaz de transformar la vida, es capaz de transformar ese cansancio, esas fatigas, esas tristezas en alegría, en gozo, en emoción, en encontrarle otra vez el sentido a la vida.”

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