Una de las principales cosas que distingue Renueva mi Iglesia de esfuerzos similares en otras diócesis es el acompañamiento. “El acompañamiento es simplemente caminar con otra persona. Usted viene sin una agenda pero viene a encontrar a la otra persona donde la persona está y camina a través de cualquier experiencia que ellos estén pasando”, dice la hermana de San José Kathleen Brazda, líder de acompañamiento pastoral para Renueva mi Iglesia. Renueva mi Iglesia es un proceso de planificación de varios años de la arquidiócesis para fortalecer la vitalidad de la parroquia y alinear mejor sus recursos y su misión. Brazda trabajó por muchos años acompañando a gente en Chicago a través del Taller de José, un ministerio local de su comunidad que enlaza a la gente con servicios y recursos como vivienda y comida y también provee apoyo emocional y espiritual. “En Renueva mi Iglesia, la gente está pasando por un proceso donde ellos pueden tener preguntas o no comprender totalmente al comienzo. Así que el acompañante en Renueva mi Iglesia está caminando con ellos, ayudándolos a comprender el proceso –el proceso de planificación, discernimiento, estar allí para responder preguntas”, dijo. “En la medida que el proceso se desarrolla quizás habrá situaciones difíciles o decisiones difíciles para la gente aceptar. Es realmente caminar con ellos en su aflicción, en su alegría, en su confusión, en su dolor”. Se trata también de escuchar, dijo, con la esperanza de que si es necesario, los acompañantes puedan conectarlos a los recursos. “Es simplemente estar con la gente”, dijo Brazda. Cada una de las 344 parroquias de la arquidiócesis ha sido puesta en una de 97 agrupaciones, y se espera que cada agrupación pase a través del proceso en los próximos tres años. Cada agrupación tendrá un acompañante de fuera de la parroquia que los seguirá durante el proceso y después. Dos grupos de parroquias, uno en West Humboldt Park y otro en los suburbios del norte, comenzaron el piloto del proceso de Renueva mi Iglesia en febrero y se espera que den sus recomendaciones finales a la arquidiócesis en julio. Esas recomendaciones incluirán cómo cambiar las estructuras de las parroquias y asignar recursos en sus áreas para traer mejor a Cristo a su gente, en línea con los siete signos de vitalidad de la misión establecidos por el Cardenal Cupich cuando él anunció Renueva mi Iglesia. Brazda ha estado acompañando a los grupos pilotos. “Es acompañar pero yo creo que en el proceso de Renueva mi Iglesia, igual que en el Taller de José, es traerlos a un nuevo paso en la medida que están listos”, dijo. Es ayudarlos a comprender que el proceso es para toda la arquidiócesis y para la misión del Evangelio, “para llevarlos también a una comprensión mayor pero sin descartar sus propios sentimientos de pérdida y tristeza”. Para más información, visite www.archchicago.org/renew.
Las parroquias crean grupos para el proceso de “Renueva mi Iglesia” Entre el 21 y 22 de enero, los católicos de la Arqu