Internacional

Obispos de Nicaragua condenan ataques contra la población

Por David Agren (CNS)
miércoles, junio 27, 2018

Una manifestante lleva un crucifijo durante una protesta contra el gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega en Managua, Nicaragua el 15 de mayo. Foto: CNS/Oswaldo Rivas, Reuters

CIUDAD DE MEXICO (CNS) -- Los obispos de Nicaragua han exigido que se acaben los ataques de policías y paramilitares contra manifestantes desarmados que continúan pidiendo la renuncia del autoritario presidente del país centroamericano.

Los obispos emitieron un comunicado urgente el 31 de mayo, después de acciones agresivas y particularmente brutales contra los manifestantes la noche anterior que cobraron por lo menos 13 vidas, según noticias.

“Los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua hemos vivido con profundo dolor los acontecimientos violentos perpetrados la noche de ayer por grupos armados afines al gobierno contra la población civil. Condenamos enérgicamente todos estos hechos violentos”, dijo la conferencia episcopal nicaragüense en el comunicado.

“Queremos dejar claro que no se puede reanudar la mesa del diálogo nacional mientras al pueblo de Nicaragua se le siga negando el derecho a manifestarse”, dijeron los prelados.

Por lo menos 5,000 manifestantes, incluyendo mujeres y niños, buscaron refugio en la Universidad Centroamericana, conocida como la UCA, administrada por los jesuitas, el 30 de mayo, según el rector, el padre jesuita José Alberto Idiáquez.

“Un sinnúmero de heridos fue atendido por voluntarios y voluntarias”, dijo la universidad en un comunicado emitido tarde el 30 mayo. Reconociendo que está “del lado del pueblo en su justa lucha”, la universidad denunció “este nuevo ataque criminal y exige a las autoridades el cese inmediato de la represión que utiliza fuerzas de choque para asesinar impunemente”.

Los obispos de Nicaragua han intentado mediar una solución pacífica a los problemas del país y convocaron a un diálogo nacional con el gobierno a principios de mayo. Pero ese diálogo se deshizo y los obispos dijeron que no podían seguir actuando como mediadores por una “falta de consenso”.

El obispo auxiliar Silvio Báez de Managua, quien ha recibido amenazas de muerte por su apoyo a los derechos de los manifestantes, tuiteó el 31 de mayo que en el comunicado más reciente de los obispos “no hablamos genéricamente de 'hechos violentos' sino de actos realizados por 'grupos armados afines al gobierno contra la población civil' ... (que están) 'asesinando' al pueblo”.

La situación en las calles de Nicaragua cayó en desorden a mediados de abril cuando el gobierno del presidente sandinista Daniel Ortega intentó reformar el sistema del seguro social del país y dijo que aumentaría las aportaciones. La reforma se dio en medio de acusaciones de corrupción y mala administración en el sistema.

Las protestas, especialmente entre los estudiantes, han intensificado frecuentemente y el gobierno ha aplicado violentas medidas agresivas contras los disidentes y ha amenazado a la prensa independiente. La gente en las calles ha pedido que Ortega renuncie y que se realicen elecciones, pero el presidente se ha rehusado y en vez aumentó la represión contra ellos.

Un informe reciente emitido por Amnistía Internacional dijo la estrategia del gobierno para contener las protestas era una de “disparar a matar”. La organización contó por lo menos 76 muertos y 860 heridos desde que las protestas comenzaron.

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