Con esperanza ante los desafíos, católicos latinos celebraron el V Encuentro en Texas

Líderes hispanos, obispos, religiosos y laicos de diferentes movimientos eclesiales se reunieron del 20 al 23 de septiembre en Grapevine, Texas para el V Encuentro, una serie de intensas jornadas en las que se discutieron temas como familia, inmigración, juventud hispana, la necesidad de apoyo a mujeres hispanas en puestos de liderazgo, evangelización y catequesis, entre otros.

Los aproximadamente 3,200 participantes llegados de más de 160 diócesis en todo el país debatieron entusiasmados los diferentes tópicos en torno a la experiencia de los católicos latinos en Estados Unidos.

El Encuentro arrancó con un mensaje en video enviado por el papa Francisco, en el que expresó que esta actividad es una manera concreta de la Iglesia en Estados Unidos de responder al desafío de “salir” y de convertirse en “fermento de comunión”, en especial “con los jóvenes y familias que viven en las periferias de la sociedad”.

El papa expresó que le da gusto ver que el V Encuentro, “en continuidad con los Encuentros anteriores, reconoce y valora los dones específicos que los católicos hispanos ofrecen hoy, y seguirán ofreciendo en el futuro a la Iglesia en su país”. 

“Hay un nuevo nacimiento que está ocurriendo en la Iglesia de nuestro país en estos días” dijo el cardenal Blase Cupich en su oración de la mañana el 22 de septiembre. “Es un nacimiento que viene con el impacto de la experiencia latina”.

El cardenal Cupich agregó que al igual que cualquier nacimiento, este viene con algunos dolores. “Nos hemos vuelto demasiado cómodos en nuestra cultura estadounidense” continuó, “con un acercamiento hacia Dios excesivamente racional, lógico y cerebral. Sí, es cierto que debemos tener claro lo que creemos y lo que sostenemos como verdadero. Pero también debemos entender que la fe no es solamente acerca de lo que sostenemos, sino Quién nos sostiene. Llegar a comprender eso puede ser doloroso, porque nos obliga a crecer, a estirarnos.”

En palabras del cardenal Cupich, el acercamiento de los latinos revitaliza la Iglesia. “En mi experiencia como sacerdote y obispo, he llegado a apreciar que estas cualidades de fidelidad, cercanía, misericordia y amabilidad parecen venir de manera natural en los latinos” dijo.

El reto de la integración

La hermana Dominga Zapata ha sido parte importante de la organización de los encuentros, desde que participara en aquel Primer Encuentro Nacional Hispano de Pastoral en 1972, experiencia que la transformó.

“Mis impresiones generales son de mucho gozo y esperanza” dijo la hermana Dominga a Católico al volver de Texas. “El ver la cantidad de líderes hispanos que se encuentran para compartir y escuchar las posibilidades que tenemos como Iglesia es ya una esperanza.  Esto no quita que con mi experiencia de los Encuentros hubiese deseado más participación de la juventud en las asambleas y que no hubiese sido solamente un diálogo con los obispos, aunque esto fue un buen paso”.

La hermana Dominga agregó que es la juventud la que abrirá puertas nuevas. Ellos “darán frutos en abundancia si es que se le permite entran en la mística de la Pastoral de Conjunto” dijo. 

Tanto la hermana Dominga como Elisabeth Román han sido coordinadoras del Encuentro a nivel arquidiocesano en Chicago.

“Fue muy impresionante ver que, a pesar de los escándalos, los hispanos seguimos firmes en nuestra fe como comunidad de Dios” dijo Elisabeth Román a Católico. “Está muy claro que los hispanos, somos el presente y futuro de la Iglesia en Estados Unidos; una Iglesia joven, donde las mujeres desean mayor participación como líderes.”

¿Cuál es el siguiente paso, ya de vuelta en Chicago? Preguntamos.

“El V Encuentro nos ha encaminado hacia el proceso de Renueva Mi Iglesia en Chicago” dijo Román, “a integrarnos como Iglesia, con nuestros valores y con los retos que enfrentamos, a nuestras parroquias y a la Arquidiócesis. El proceso del V Encuentro ha desarrollado nuevos líderes y discípulos misioneros para la Arquidiócesis de Chicago, donde somos ya la mayoría, para seguir apoyando a nuestra comunidad de fe con nuestros valores de familia y espiritualidad”.

“El próximo paso es el gran desafío de la integración pastoral” dijo por su parte la hermana Dominga, “no solo para la comunidad hispana sino también para toda la Arquidiócesis. Se trata de una auténtica integración”.

Familia, jóvenes e inmigración

La hermana dijo que, durante el proceso del Encuentro a nivel diocesano, las áreas prioritarias fueron familia, jóvenes adultos e inmigrantes. “Durante el proceso del Encuentro (el tercero para la Arquidiócesis) nos enfocamos en la realidad que más afecta a la comunidad hispana en Chicago y pudimos tomar conciencia de los valores y desafíos que confronta la comunidad dentro de esas tres áreas”.

¿De qué manera cree usted que una reunión nacional de estas dimensiones impacta la posición de los hispanos en la Iglesia de Estados Unidos? les preguntamos

“(Somos) Un pueblo que, aun siendo gran número en la Iglesia y en la sociedad, se considera en varias ocasiones al margen de las decisiones que afectan su vida” dijo la hermana Dominga. “Un Encuentro nacional como el que hemos tenido contribuye a cambiar dicha imagen”.

“Los hispanos somos casi la mitad de la Iglesia en Estados Unidos” dijo por su parte Elisabeth Román, “y eso está teniendo un impacto grande en la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos y en cada diócesis de la nación; la presencia de 124 obispos en el V Encuentro fue un gran testimonio de la importancia de los hispanos en la Iglesia; los obispos nos escucharon y están dispuesto a caminar con nosotros, apoyar nuestras contribuciones y valores y proveer los recursos necesarios para formación, especialmente con y para los jóvenes adultos”.

Según reporte de CNS, a diferencia de Encuentros anteriores donde se desarrolló un plan pastoral nacional después de la reunión nacional, los resultados del V Encuentro se reunirán en un documento final que se compartirá con todas las diócesis, para que las parroquias y diócesis puedan utilizarlo para reforzar y fortalecer sus grupos de ministerio hispano.

La presencia de los latinos busca además de reconocimiento, integración a los puestos de liderazgo. Su contribución a la iglesia en Estados Unidos es ya innegable.

“En mi experiencia como sacerdote y obispo” dijo el cardenal Cupich en su oración en el Encuentro, “he llegado a apreciar que estas cualidades de fidelidad, cercanía, misericordia y amabilidad parecen venir de manera natural en los latinos. Así que, no me sorprende que el primer papa latino hable de esas cualidades con tanta frecuencia. Entonces, hoy mi simple mensaje para ustedes es decir gracias por enriquecer la vida de la Iglesia en Estados Unidos con su hermosa cultura latina, su cultura de calidez, hospitalidad, amabilidad, gentileza y afecto. Un nuevo nacimiento está ocurriendo en la vida de la Iglesia debido a las cualidades que ustedes traen.