Estados Unidos

Obispos hispanos ven de primera mano la realidad en Tierra Santa durante visita

Por Judith Sudilovsky/CNS
martes, enero 30, 2018

El obispo auxiliar Alberto Rojas de Chicago sostiene rosarios el 27 de enero en la Sociedad Cooperativa de Artesanía en Tierra Santa en Beit Sahour, Cisjordania. Foto CNS/Debbie Hill

BEIT SAHOUR, Cisjordania (CNS) – El obispo retirado Plácido Rodríguez de Lubbock, Texas, recuerda el olor de carpintería y la sensación de la madera en sus manos de cuando era un niño en la fábrica de muebles de su familia en Celaya, México.

“Aquí ellos están trabajando con madera de olivo; en México trabajábamos con cedro. Vemos la conexión con nuestros hermanos aquí”, dijo el obispo Rodríguez mientras caminaba a través de la pequeña Fábrica Odeh, de operación familiar, que produce recuerdos y estatuas de madera de olivo tradicionales para vender a los peregrinos y turistas.  

El obispo Rodriguez estuvo entre 10 obispos que participaron en la Peregrinación por la Paz en Tierra Santa de los Obispos Hispanos de USCCB del 18 al 27 de enero. Ellos se reunieron con los cristianos locales, que conforman menos del 2 por ciento de la población palestina así como también con otros palestinos e israelitas para obtener una comprensión de primera mano de la situación y abogar por “puentes, no muros”.

El 27 de enero, Catholic Relief Services fue anfitrión de los obispos en el pueblo tradicionalmente cristiano de Beit Sahour, cerca de Belén, para realizar un tour de la Sociedad Cooperativa de Artesanía en Tierra Santa, un socio de comercio justo de CRS, y visitar a uno de los talleres artesanales que CRS ayudó a renovar recientemente.

“Me ha dado un entendimiento especial de la razón del por qué el número de cristianos en Tierra Santa está disminuyendo y la dificultad de vivir aquí debido a la ocupación”, dijo el obispo Felipe de Jesús Estévez de St. Augustine, Florida. “A pesar que he sentido una gran tristeza por su situación, también me maravillo de la resistencia de la parroquia Sagrada Familia en Gaza.”

El obispo Nelson J. Pérez de Cleveland describió Gaza, con sus 2.3 millones de personas, como una “virtual prisión humana”, donde los residentes no pueden salir y otros no pueden entrar. A pesar que hay un aspecto político de la situación, el lado humanitario no puede ser ignorado, dijo.  

“La gente tiene derecho a la libertad de movimiento, al derecho a la vida. Espero que de alguna manera, algún día esto será resuelto”, señaló. “Tanto los israelitas como los palestinos tienen su narrativa, pero (la situación debe ser tratada) de una manera que respete la dignidad del ser humano”.

“No podemos juzgar un lado por encima del otro pero…la justicia y la paz deben reinar entre estas dos comunidades viviendo aquí”, dijo el obispo auxiliar Alberto Rojas de Chicago. “esto es posible solamente si cada uno reconoce la dignidad del otro”.