En Huandacareo, Michoacán, casi medio millón de devotos peregrinan por las calles con la imagen del Señor del Amparo la noche del Jueves Santo, desde que termina la Misa de la Cena del Señor hasta alrededor de las 5 a.m. Cuando se instaló una réplica del crucifijo en su propia capilla en la parroquia Santa María del Popolo en Mundelein, el pasado 30 de marzo, no había tanta gente, pero era una sala donde solo se puede permanecer de pie, dijo Adam Campos, el parroquiano que inició el esfuerzo de traer la imagen a la parroquia hace cuatro años. El proyecto ha representado una lección de fe, dijo Campos, quien nació en los Estados Unidos pero vivió gran parte de su infancia en Michoacán. Él dice que se acuerda de ver pasar la procesión del Jueves Santo, pero que no le interesaba mucho. Ya de adulto, supo que mucha gente de Sta. María del Popolo viene de la misma área de Michoacán, y en 2021 sugirió que a muchos de los que no pueden viajar a México les gustaría ver y orar frente a la imagen del Cristo crucificado al que ellos atribuían tantos favores y milagros. Cuando Campos se lo mencionó al padre Miguel Martínez, pastor de Sta. María del Popolo, el sacerdote le dijo que pusiera manos a la obra. Campos lo hizo, y comenzó llamando a familiares y amigos, incluidos nueve cuñados y dos cuñadas. Después de asegurar el permiso y un costo aproximado para mandar a hacer una réplica desde la parroquia donde reside la imagen original en México, empezaron a recaudar fondos. Organizaron una kermés en la parroquia, y después un baile de gala. Después de recaudar el dinero, Campos y Martínez viajaron a Huandacareo, donde el padre Martínez firmó un acuerdo el 8 de enero de 2022 con el pastor y con el obispo para el cuidado de la réplica, hecha de alabastro y resinas por artesanos de Jalisco. “Fue más difícil de lo que esperaba” obtener la réplica, dijo Martínez. Era la primera vez desde los 1500 que la parroquia permitía que se hiciera una réplica. La imagen original —el cuerpo de Cristo— fue tallada en cedro en Sevilla, España, y desembarcó en Veracruz en 1550. Fue llevada a Michoacán el año siguiente. La cruz a la que ha sido fijado el cuerpo fue hecha de una madera local, que los artesanos indígenas llaman “ahuehuete”. Dijo Campos que la imagen “nos conecta directamente con los comienzos de la evangelización en Latinoamérica”, ya que fue usada para enseñar a los indígenas de Latinoamérica quién es Cristo. Ahora, agregó, ayuda a evangelizar a la comunidad alrededor de Santa María del Popolo. Campos dijo que su propia devoción ha crecido, y que le ha impresionado la manera en que el proyecto se ha consolidado, con la ayuda de su familia y amigos. Un primo que trae materiales de construcción de México hacia Texas pudo transportar la imagen a San Antonio, agregó. Luego, Campos tuvo que viajar a Texas, donde su padre había fallecido de COVID-19. Se regresó conduciendo, con la imagen y con las cenizas de su padre, hacia Illinois. Cuando llegó la hora de construir una capilla, un parroquiano que es también carpintero estaba trabajando en la cocina de Campos y escuchó sobre el proyecto. El carpintero ayudó, como muchas otras personas, incluido un plomero que llegó justo cuando los trabajadores estaban tratando de localizar parte del sistema de calefacción bajo el piso. El hombre ayudó y se fue. “No lo he vuelto a ver” dijo. El Concilio de los Caballeros de Colón ha contribuido con tiempo y dinero, especialmente por la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe que está en la capilla, y un grupo filipino de la parroquia también ha contribuido. “Esto en verdad ha unido a la gente” dijo Campos. También ha atraído gente de toda el área de Chicago, estados vecino e incluso fieles de lugares tan lejanos como California, que quieren visitar y orar frente a la imagen, a menudo para cumplir sus “mandas”. La imagen original reunió a los devotos porque la gente oyó hablar de milagros que se cumplían y de gente que oraba ante la imagen y obtenía favores, notó el padre Miguel Martínez. Él ya había oído sobre esos incidentes que involucraban la imagen de la réplica, por ejemplo, que una niña de 2 años con lupus obtuvo ayuda, así como la sanación de un hombre con cáncer de garganta. “Él era católico, pero no venía a misa todo el tiempo” dijo Martínez. “Los amigos le dijeron que viniera a orar aquí”. Muchos parroquianos oraron a la imagen este Jueves Santo, 17 de abril, y como sucede con la imagen original, fue llevada en procesión después de la misa por la Cena del Señor. A diferencia de la procesión en Huandacareo, la procesión de Mundelein no duró hasta las 5 a.m. En los años desde que la parroquia ha obtenido la imagen, dijo Martínez, la procesión normalmente termina a la 1:30 a.m.