Durante la bendición del día de las Madres el 14 de Mayo de 2023, en la misa de agradecimiento por ordenación diaconal en San Beda el Venerable. Foto proporcionada por el diácono.
Del 5 al 11 de noviembre se lleva a cabo la Semana Nacional de Concientización sobre las Vocaciones. Compartimos la historia del diácono Juan Vargas, que tomó la decisión del sacerdocio y espera ordenarse en mayo de 2024. El camino hacia la vocación religiosa está lleno de momentos trascendentales y discernimiento profundo. Para el diácono Juan Vargas, este camino comenzó a revelarse a una temprana edad, pero fue a través de su servicio a la comunidad y de la reflexión espiritual que encontró su verdadero llamado al sacerdocio. Desde los quince años, durante su clase de confirmación, el diácono Juan comenzó a sentir un llamado interior hacia la vida sacerdotal. Sin embargo, no le dio mucha importancia en ese momento. El continuó sirviendo en la iglesia de San Pío en Pilsen, donde encontró un hogar espiritual y una comunidad que lo apoyó en su crecimiento espiritual. Después de completar la escuela secundaria, Vargas siguió su camino educativo y asistió a Xavier University, donde obtuvo una licenciatura en trabajo social. Tras su graduación, regresó a Chicago y trabajó como administrador de casos en el sistema de orfanato en Chicago. Fue a los veintiséis años, mientras trabajaba como administrador de casos, que el diácono Juan profundizó en su relación con Dios. Transformó sus oraciones para entender qué era lo que Dios esperaba de él y en qué debía enfocarse. Fue entonces cuando sintió claramente el llamado al sacerdocio y comenzó a buscar respuestas a través de la oración y el consejo de su guía espiritual. Como diácono, Vargas ha experimentado momentos de profunda conexión espiritual que lo llevaron a enamorarse de dicho ministerio. Un recuerdo especial que tiene como diácono fue cuando tuvo la bendición de bautizar a dos niños, a quienes había ayudado cuando trabajó en el orfanato. Los dos niños le pidieron al diácono Juan que los bautizara, un momento que infundió un profundo sentido de propósito en su labor en la vida religiosa. Uno de los desafíos más significativos que el diácono Juan enfrentó durante su formación como seminarista fue aprender a estar en soledad con Dios. Siendo una persona muy sociable, el silencio y la reflexión profunda representaron un reto al principio. Sin embargo, a través de este proceso, el diácono Juan encontró la paz y la fortaleza para enfrentar cualquier desafío que se presentará en su camino hacia el sacerdocio. El próximo año, en mayo de 2024, el diácono Juan será ordenado como sacerdote. Está lleno de emoción y motivación para servir a la comunidad hispana. Quiere concentrarse mucho en trabajar con jóvenes y adolescentes en clases de confirmación, reconociendo la importancia de estos momentos cruciales en la formación espiritual. Además, desea colaborar estrechamente con los padres de familia, entendiendo que son fundamentales en la educación religiosa de sus hijos. “La Semana Nacional de Concientización sobre las Vocaciones nos invita a reflexionar sobre nuestra propia vocación, ya sea en la vida religiosa, el sacerdocio, la vida consagrada o el matrimonio” dijo el diácono Juan. El diácono nos anima a entablar conversaciones sobre este tema, a buscar el consejo de líderes espirituales y a reflexionar sobre dónde y cómo Dios nos está llamando a servir. “Nosotros necesitamos ser auténticos y mantener las actividades que nos apasionan, ya que son parte integral de nuestras vidas”, dice el diácono Juan “para mí, bailar y pasar tiempo con mis amigos son actividades que me traen equilibrio y bienestar en mi camino como sacerdote”. El diácono Juan anima a todos aquellos que han considerado una vocación religiosa a recordar que “Dios nos llama a cada uno de nosotros por nuestro nombre”. La historia vocacional del diácono Juan Vargas es un testimonio inspirador de cómo la escucha atenta al llamado de Dios y el servicio a la comunidad pueden guiar a una vida de dedicación y servicio. Como futuro sacerdote, él promete ser una fuente de luz y guía para la comunidad que servirá.