Área de Chicago

El obispo nicaragüense Silvio Báez trae mensaje de esperanza a una parroquia de Chicago

Por Redacción Católico
martes, mayo 30, 2023

El obispo Báez recibe como regalo una camiseta de beisbol con su nombre en la misa el 7 de mayo en St. Mary of the Lake. Foto: Karen Callaway/Católico

En la misa del quinto domingo de Pascua el 7 de mayo, los parroquianos de St. Mary of the Lake, Our Lady of Lourdes en el barrio de Lakeview abrieron sus puertas a la comunidad nicaragüense de Chicago y sus alrededores que vinieron a escuchar al celebrante principal, el obispo auxiliar Silvio José Báez Ortega, de Managua.

El obispo Báez, quien ahora reside en Miami, Florida, ha criticado abiertamente al gobierno autoritario de Daniel Ortega. Por esa razón recibió amenazas de muerte, lo que llevó al papa Francisco a pedirle que saliera del país en 2019.

En su homilía, el obispo señaló que, así como en la vida de las personas hay épocas difíciles, también “en la historia de los pueblos hay épocas dolorosas, en las que parecen prevalecer la ambición de poder, la irracionalidad de la violencia y el irrespeto a la libertad y a la dignidad de las personas”.

Como Católico ha reportado anteriormente, las críticas y denuncias de la Iglesia católica sobre los abusos de poder y la represión del gobierno de Ortega han desatado una persecución a religiosos y feligreses, entre ellos el obispo Rolando Álvarez, quien estaba en la lista de 222 deportados que debían viajar a Estados Unidos, pero que declinó de último momento abordar el avión, para compartir la suerte de los que se quedaron. En su homilía, el obispo Báez mencionó la situación del obispo Álvarez.

“Entre esta larga historia de víctimas, no podemos no recordar a nuestro amado hermano Mons. Rolando José Álvarez, obispo de Matagalpa, testigo del Evangelio y profeta de Dios, injustamente ultrajado y encarcelado, por quien oramos y exigimos su liberación inmediata, que estamos seguros de que ocurrirá muy pronto” dijo a los feligreses. “Esta larga lista de nombres, de rostros y de historias representan la semilla de un futuro diferente y más humano que el Señor quiere para nuestro país”.

El obispo Báez dijo que el desafío de estos años ha sido difícil para su pueblo, pero resaltó también el lado positivo: “En estos cinco últimos años duros y dolorosos que hemos vivido los nicaragüenses, no todo ha sido negativo” dijo. “El Dios de la vía y la justicia ha manifestado su presencia. Nos hemos vuelto más cercanos y solidarios unos con otros, el dolor nos ha hecho madurar como sociedad, nos hemos vuelto más conscientes de nuestra responsabilidad por realizar un cambio social pacífico y construir una sociedad más justa”.

“Aun en medio de la opresión y la  crueldad a la sigue sometido nuestro pueblo”, agregó el obispo Báez “este ha demostrado su grandeza y su dignidad, su espíritu indomable y su vocación de libertad y de justicia. Los tiranos no han podido someter a nuestro pueblo recio, noble y creyente, que sigue resistiendo, soñando y luchando”.

Dijo también que la historia de Nicaragua en estos últimos cinco años no se comprende sin la presencia y la misión de la Iglesia, “que sigue siendo calumniada, perseguida y ultrajada por ser fiel a la misión que ha recibido de Jesús, por ser testigo de la verdad de Dios y denunciar la mentira y la injusticia y por defender a las víctimas y la dignidad de las personas”.

Agregó que la Iglesia conserva como un tesoro las palabras de Jesus que se escucharon ese día en la iglesia: “No se turbe su corazón, no pierdan la calma, confíen en Dios y confíen también en mí (Jn 14,1). La iglesia no se cansará de vivir animada por estas palabras  y de anunciarlas a todos para dar fortaleza y mantener viva la esperanza”.

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