Área de Chicago

El cardenal Cupich lava los pies de refugiados venezolanos el Jueves Santo

Por Redacción Católico
lunes, mayo 1, 2023

El cardenal Cupich lava los pies de refugiados venezolanos el Jueves Santo, el 6 de abril en la Catedral del Santo Nombre. Foto: Karen Callaway/Católico

El Jueves Santo de este año representó para Anderson y José una experiencia que nunca habían vivido. Ellos formaron parte de los doce refugiados venezolanos a quienes el cardenal Cupich lavó los pies durante el lavatorio del Jueves Santo, el 6 de abril en la catedral del Santo Nombre.

La misa del Jueves Santo tiene una fuerte carga simbólica, al rememorar la última cena, en que Jesús instaura la eucaristía y al conmemorar el lavatorio de pies a los apóstoles como un acto de humildad y servicio.

Anderson recuerda haber vivido el Jueves Santo en su natal Venezuela, pero como un parroquiano, desde las bancas de la iglesia. Para Anderson, recibir este gesto del cardenal en Chicago fue una experiencia nueva: “Fue algo maravilloso, es como una lluvia de sentimientos encontrados” dijo Anderson después de misa, “porque no lo había vivido así. Solamente había estado presente en las misas, de manera normal. Pero nunca me había pasado que me ofreciera lavar los pies el cardenal. Estar en presencia de él. Y mucho menos acá. Es una experiencia única, fue algo maravilloso y sorprendente”. Lo anterior lo expresó en conversación con Alejandro Castillo, director de Comunicaciones para la Comunidad Hispana de la Arquidiócesis de Chicago.

“Para mí también fue una experiencia nueva” dijo por su parte José, “nunca había vivido un encuentro así, el lavatorio de los pies. Es la segunda vez que conozco al cardenal. La primera vez lo conocí, pero fue solamente saludarlo. Esta vez, fue emotivo ya que el me lavó los pies y pues fue bonito. Nunca lo había vivido”.

Anderson y José forman parte de los miles de refugiados venezolanos que han llegado a Chicago, algunos transportados en autobús desde Texas, y que han recibido ayuda de parroquias de la Arquidiócesis de Chicago por medio del Programa Parroquial de Patrocinio Familiar.

La transición no ha sido fácil para ellos. “Al principio fue como un giro de 360 grados” dijo Anderson, “acostumbrarnos a una nueva cultura, bueno una sola no, sino múltiples culturas. Ir conociendo un poco más sobre lo que es Chicago, su historia”.

Anderson agregó que uno de los mayores desafíos es aprender el idioma, aprender a expresarse en este nuevo país.

“Yo estoy adaptándome al clima” dijo por su parte José, pues no es muy común allá de dónde vengo. El frio, la nieve; es la primera vez que veo la nieve”. José coincide en que el inglés es uno de los grandes desafíos. “Poco a poco voy aprendiendo para poder defenderme” dijo, y agregó que aspira a habar un inglés más fluido.

Las parroquias ayudan

El Programa Parroquial de Patrocinio Familiar ha estado desarrollado un papel activo ayudando a estos migrantes refugiados a asentarse en un hogar y a navegar los servicios y la cultura norteamericana. Marilú González, directora de Operaciones Regionales de Caridades Católicas para el Suroeste de la Ciudad, estuvo en la misa del Jueves Santo y habló también con Al Castillo al final de la misa.

González dijo que es difícil saber a cuánta gente está ayudando ahora Caridades Católicas, dado el flujo de migrantes refugiados. “Hemos estado trabajando con todos los autobuses que han estado llegando desde agosto” dijo, “probablemente cerca de tres mil, si no es que un poco más”.

“Pero ahora hay algunas familias que han sido colocadas en vivienda, gracias a las parroquias, por medio del Programa Parroquial de Patrocinio Familiar” agregó González, “y allí estamos hablando de otro grupo de población, enteramente. Así que no puedo dar una cifra de la gente, porque esto es algo continuo”.

Marilú González explicó el trabajo de dicho programa de esta manera: “Lo que las parroquias están haciendo es dar acompañamiento a los migrantes y a sus familias. Si hay una familia de tres, la parroquia se moviliza y básicamente los patrocina de alguna manera al ayudarles a pagar la renta, y eso se hace por medio de Caridades Católicas. Así que estabilizas la situación. Entonces las parroquia dará un giro y los acompañará por la duración por al menos un año, para aclimatarse en lo que es esta sociedad de los Estados Unidos.”

González reconoció que las parroquias juegan un papel importante en este proceso. “Es nuestra manera de amar al prójimo, que es lo que celebramos hoy, ¿verdad?” dijo en referencia al Jueves Santo.

Dijo también que en la actualidad hay un número de parroquias que han dado el paso adelante y han demostrado interés en sumarse a este programa. “Pero las parroquias que en este momento están, digamos al frente en esto, o que empezaron a hacer esto aún antes de que empezara el programa de patrocinio parroquial, son Sta. Rita de Cascia, Sta. Clara de Montefalco, Epiphany, Buen Pastor, Sta. Inés, St. Gall, entre otras”.

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