La enfermera registrada Isabel Armas aplica la vacuna a Luisa Rico el 13 de marzo en St. Gall. Foto: Karen Callaway/Católico
Para leer este artículo en inglés por favor haga clic aquí La planta baja de la iglesia St. Gall, en 5511 S. Sawyer Ave., estaba llena de actividad el 13 de marzo, cuando 500 personas recibieron la primera dosis de la vacuna contra COVID-19 Moderna durante un evento organizado en conjunto por el Departamento de Salud Pública de Chicago, el Proyecto Organizador del Suroeste, Friend Health y Caridades Católicas. St. Gall está ubicada en el vecindario mayoritariamente latino de Gage Park, y las vacunas estuvieron abiertas para aquellas personas que viven en los códigos postales 60629 y 60636. La mayoría de las personas se inscribieron para las vacunas con anticipación, pero hubo algunas citas disponibles para aquellos sin previa cita. Marilú González, directora regional del suroeste de la ciudad para Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Chicago, dijo que las iglesias católicas albergan muchos tipos de eventos, pero que ese día fue diferente. “Yo creo que la singularidad de este evento es que está sucediendo en una iglesia, un lugar donde las personas rinden culto, donde la gente confía, donde la gente viene y se reúne y celebra, y llora algunas veces”, dijo. “Pero esta vez, realmente se enfocó en una celebración, en ver hacia adelante y no para atrás, en confiar en nosotros como Caridades Católicas, confiar en la comunidad de proveedores que están administrando la vacuna y creer que estamos sobrepasando lo más duro. Eso es una bendición”. Caridades Católicas utilizó sus relaciones establecidas desde hace tiempo con los residentes, mucho de los cuales dudan en ir al doctor porque podrían ser indocumentados, para correr la voz acerca del evento. “Fueron nuestros clientes mayores”, dijo González. “Fue la gente que viene a la despensa de alimentos. Fueron los ministros en la parroquia quienes de hecho corrieron la voz”. Debido a la buena relación de Caridades Católicas con la comunidad, fue fácil llegar a los más vulnerables e inscribirlos para recibir la vacuna, mencionó. Karen Jiménez trabaja para Friend Health, que administró la vacuna, y es feligresa en la parroquia Immaculate Conception, en 2944 E. 88th St. Ella comprende el papel que las iglesias pueden jugar cuando se comunican con los residentes en relación con la atención médica vital. “Tratamos de construir esos socios comunitarios, pero todo depende. No tienen que ser solo organizaciones comunitarias. También pueden ser iglesias”, dijo Jiménez. “Esta zona aquí, Gage Park, es una de esas más afectadas por el virus”. Las asociaciones son importantes para llegar a los más vulnerables, dijo Wendy Thompson, directora en jefe de estrategia de Friend Health. “Estratégicamente nos asociamos con St. Gall y Caridades Católicas, el Proyecto Organizador del Suroeste y otros grupos interesados de la comunidad que fueron clave para garantizar que identificáramos a los residentes de Gage Park y, de hecho, a los más vulnerables, especialmente a las personas mayores, los individuos que pueden no tener acceso a las capacidades de la internet para inscribirse”, señaló. “Esas son las personas que con frecuencia quedan fuera”. Usaron todas las vacunas que tenían cuando abrieron para las personas sin previa cita. “Es tan importante. No se trata solo de salvar la vida de usted, se trata de salvar la vida de aquellas personas que usted ama, sus vecinos”, mencionó Thompson. “Cuanto antes podamos vacunar a todos, más pronto podremos regresar a la nueva normalidad”. El evento de todo el día fue parte del esfuerzo del proyecto de la ciudad Protect Chicago Plus para garantizar una distribución equitativa de las vacunas contra COVID-19. La Arquidiócesis de Chicago está realizando una campaña en curso para animar a las personas a vacunarse contra COVID-19, que incluye recursos para las parroquias (vea archchicago.org/coronavirus/covid-vaccine). A mediados de febrero, la Arquidiócesis de Chicago, en asociación con los sistemas de escuelas de Agudath Israel de Illinois y del Sínodo de la Iglesia Luterana de Missouri, lanzó un plan de vacunación contra COVID-19 para todos los empleados en los tres sistemas escolares basados en la fe.