Con entrega de alimentos, St. Mary of the Lake convierte la misericordia en actos

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En menos de tres horas durante el Domingo de la Divina Misericordia, la parroquia St. Mary of the Lake distribuyó 30 mil libras de alimentos a personas necesitadas, mayoritariamente miembros de las comunidades de refugiados e inmigrantes de Chicago.

La parroquia, ubicada en 4220 N. Sheridan Road, continuará operando la despensa de alimentos provisional cada domingo mientras continúe la crisis de coronavirus, dijo el padre Manuel Dorantes, el párroco.

“Hicimos la misericordia concreta en el Domingo de la Divina Misericordia”, señaló Dorantes, añadiendo que, así como Jesús alimenta a su pueblo con la Eucaristía, la iglesia –el Cuerpo de Cristo– también debe alimentar a las personas que tienen hambre.

Grande como fue el esfuerzo, Dorantes dijo que no fue ni remotamente suficiente. Aunque mil personas recibieron cajas de 30 libras de Greater Chicago Food Depository con arroz, macarrones con queso, frutas y vegetales enlatados, carne y pescado enlatados, mantequilla de cacahuate y mermelada, galletas saladas y otros artículos de primera necesidad, otras 1,500 personas que llegaron y estuvieron en fila, tuvieron que darse vuelta cuando se acabó la comida.

“Fue realmente desgarrador cuando tuve que ir por la fila y decirles a las personas. ‘Lo siento. No tenemos más alimentos. Por favor regresen el próximo domingo’”, mencionó Dorantes.

Ahora, él está animando a otras parroquias, especialmente aquellas que sirven en las comunidades de inmigrantes, a seguir el ejemplo de St. Mary of the Lake.

“Esto no es sostenible para una parroquia”, dijo Dorantes. “En la ciudad de Chicago, hemos escuchado que las comunidades latinas y afroamericanas han sido afectadas de una manera desproporcionada. La solución es que muchos de nosotros seamos capaces de responder”.

Greg Trotter, gerente senior de relaciones públicas de Greater Chicago Food Depository, dijo que la agencia ya tiene relaciones con muchas parroquias católicas, y está abierta a trabajar con nuevos asociados también.

La red de distribución de alimentos entera ha visto un aumento en la demanda durante la pandemia, dijo, y varios lugares temporales, como St. Mary of the Lake, han sido adiciones importantes.

“Lo que ellos han hecho ha sido inspirador”, dijo Trotter.

Otras parroquias no tendrán que empezar desde cero, señaló Dorantes, quien sirve en la junta directiva del depósito de alimentos. El grupo de trabajo voluntario de su parroquia incluyó a consultores de gerencia y operaciones, médicos y trabajadores de servicio social, y ellos compartirán su libro de estrategias.

“Hemos elaborado un plan de cómo hicimos esto aquí”, dijo Dorantes. “He hablado con diferentes personas que están dispuestas a apoyar a estas parroquias con el alimento que fue necesario. Tenemos el plan de cómo hacerlo, y tenemos personas que pueden ayudarlos con eso. Estoy llamando a mis hermanos sacerdotes para que den un paso adelante”.

Dorantes dijo que la parroquia comenzó su propio acercamiento al repartir alimentos a los feligreses necesitados, pero su equipo de trabajo de COVID-19 elevó sus objetivos cuando supieron que las comunidades latinas y afroamericanas habían sido especialmente afectadas por el virus. Ellos tuvieron la idea de distribuir alimentos desde la iglesia, donde las bancas de otra manera permanecen vacías.

El equipo de trabajo también insistió en que debería ser un esfuerzo semanal y constante.

“Haremos esto en St. Mary’s para cualquier familia que lo necesite”, dijo Dorantes, añadiendo que la única información recolectada es lo que el depósito de alimentos solicita: nombre, código postal y el número de personas en el hogar. 

El esfuerzo en el terreno y en la iglesia incluyó a Dorantes, a otro miembro del personal y a más de cinco docenas de voluntarios que fueron reclutados con anuncios durante las misas del domingo de la parroquia transmitidas en vivo. La parroquia pidió particularmente personas jóvenes y que no tienen condiciones de salud subyacentes.

Un doctor en el equipo de trabajo que ayudó con la capacitación les recordó, dijo Dorantes, que deben ver a Jesús en cada persona, pero también tratar a cada persona como si hubiera tenido un resultado positivo de coronavirus.

“Les dijimos que esto es absolutamente voluntario”, señaló.

Esos voluntarios incluyeron al obispo Mark Bartosic, vicario episcopal para la Vicaría II. Él estuvo entre aquellos que llevaron las cajas desinfectadas desde la iglesia hasta las mesas instaladas al aire libre. Los voluntarios registraron a cada invitado a medida que se acercaron a las mesas; los voluntarios colocaron las cajas en las mesas, los invitados las recogieron y los voluntarios desinfectaron las mesas antes de que los siguientes invitados se aproximaran.

“Estuvo increíblemente bien organizado”, dijo Bartosic, quien dijo que llegó a las 2:30 p.m. para comenzar a las 3 p.m. como estaba planeado y encontró que la distribución de alimentos ya estaba en curso. “Las personas habían comenzado a ponerse en fila a las 11”.

En su punto pico, la fila se extendió aproximadamente dos millas desde la propiedad de la iglesia, de arriba a abajo por las calles de la zona. La policía recordó a las personas mantenerse a por lo menos seis pies de distancia y los voluntarios corrieron de arriba a abajo con el mismo mensaje.

La mayoría de las personas con las que Dorantes habló en la fila eran inmigrantes latinos o africanos, dijo. La despensa provisional fue promovida ampliamente, especialmente a través de los medios de comunicación en español, y la conexión con la iglesia ayudó, dijo Dorantes.

“Los inmigrantes latinos confían en la iglesia”, añadió.

Muchas de las personas que llegaron trabajan en industrias de servicio, desde manejar taxis hasta trabajar en restaurantes, y han perdido sus trabajos o han visto sus salarios reducidos enormemente.

“Muchas de las personas no estaban viviendo en la pobreza antes”, señaló Dorantes. “Ellos estaban obteniendo un cheque hace unas semanas, y ahora no saben cómo van a hacer”.

Dorantes, que sirve en la junta de Greater Chicago Food Depository, dijo que la organización estaba contenta de ayudar a la despensa provisional.

Originalmente envió 500 cajas de alimentos, que fueron guardadas en las instalaciones de la iglesia. Después de obtener la respuesta inicial a los anuncios y hablar con la Despensa de Lakeview cercana, que vio la demanda subir 140% en tres semanas, el equipo de trabajo de la parroquia supo que eso no sería suficiente. Ellos pidieron, y recibieron 500 cajas más.

Las personas que llegaron viven en aproximadamente 85 códigos postales diferentes, información que el depósito de alimentos pidió a la parroquia que rastree, así que definitivamente hay una demanda extendida.

El obispo Bartosic estuvo de acuerdo en que, si el Greater Chicago Food Depository puede suministrar a más sitios, puede ser algo con lo que las parroquias arquidiocesanas pueden ayudar.

“Los tiempos son ciertamente extraordinarios”, dijo en una entrevista el 20 de abril. “Creo que eso es lo que vimos ayer, con el gran número de personas. La respuesta de St. Mary of the Lake fue por lo mismo extraordinaria”.

Dorantes dijo que fue “increíble” trabajar con todos los miembros de la comunidad y partes interesadas que ayudaron con la despensa de alimentos provisional, incluyendo la oficina del concejal y la policía local. Pero, señaló, como le dijo una de las voluntarias, lo que ellos hicieron no debe ser visto como extraordinario.

“Ella dijo, ‘Esto es nosotros siendo iglesia’”, mencionó Dorantes. “Esto es a lo que estamos llamados a hacer”.

Para encontrar un lugar de distribución de alimentos, visite chicagosfoodbank.org/find-food. Para ser voluntario empacando cajas en el banco de alimentos, visite chicagosfoodbank.org/volunteer.