Área de Chicago

Caridad en medio de la pandemia: respuestas concretas para una ciudad que sufre

Por Ely Segura
martes, abril 28, 2020

Casa Catalina es un centro de necesidades básicas y despensa de alimentos de Caridades Católicas que ha estado proporcionando servicio y alimentos gratis a los residentes de Las Empacadoras durante 30 años. Foto: Karen Callaway/Católico

En estos tiempos de calamidad, la brecha de la desigualdad social se ensancha, la seguridad se vulnera y la incertidumbre económica incrementa, pero también crece la empatía y el amor que se comparte y se reparte. Así lo han entendido numerosas organizaciones de espíritu cristiano que han hecho acto de presencia ante la necesidad de la gente.

Casa Catalina, institución apoyada por Caridades Católicas, dirigida por la hermana Joellen Tumas, PHJC, es una de esas organizaciones. Con sede en el vecindario de las Empacadoras, en el sur de Chicago, Casa Catalina ha servido a los necesitados desde 1983, como un proyecto conjunto con la Parroquia de la Santa Cruz y el Inmaculado Corazón de María. Hoy, en medio de la crisis sanitaria del COVID-19, sus puertas se mantienen abiertas y su misión de combatir el hambre ha favorecido a centenares de personas durante las últimas semanas.

Lizette Flores, asistente de este centro de ayuda, explica que el incremento de beneficiados ha sido por el cierre o pausa de empleos que muchos han experimentado. “Hemos recibido también varias llamadas de personas que nos solicitan asistencia para sus rentas, que por lo regular se hace marcando al 311 y pidiendo una ayuda a corto plazo, pero lo triste es que aunque puedan demostrar que sí atraviesan por una crisis económica y a veces hasta pueden demostrar que pueden continuar pagando sus rentas una vez vuelvan a sus trabajos, no califican porque los fondos estatales requieren que el solicitante provea un número de seguro social y las personas indocumentadas no poseen uno”, subraya.

Flores añade que afortunadamente el centro ha recibido donaciones de diferentes organizaciones que procesan alimentos porque sus negocios han cerrado por la pandemia. Estos alimentos son distribuidos los días de despensa, que son los martes, miércoles y jueves de 9:00am a 4:00pm.

Pese a que cuentan con varias manos solidarias que prestan sus servicios como voluntarios (mismos que siguen las pautas de salubridad indicadas para evitar contagios), Lizette Flores expresa que con el aumento de solicitantes de alimentos se necesitan más voluntarios para agilizar el trabajo y beneficiar a más personas. Quienes se interesen, pueden contactarla al número telefónico (773) 376-9425.

La organización Mercy Home for Boys and Girls también ha mostrado iniciativas de compasión a numerosas familias en necesidades críticas en medio de esta crisis, afianzando el compromiso que ha establecido con niños, jóvenes y sus familias en situación de vulnerabilidad desde 1887. Un par de años después, en 1889, establecen su centro de operación que hasta la fecha está ubicado en 1140 W Jackson Blvd., en el centro de Chicago. Una de las misiones más importantes de esta institución es ofrecer alojamiento sano, seguro y transitorio a la mencionada población.

Mark Schmeltzer, director de comunicaciones de Mercy Home, indica que el presidente de esta organización, el padre Scott Donahue, ha lanzado un proyecto especial para hacer frente a la pandemia con acciones concretas de compasión hacia las personas conectadas con la institución. Estas acciones van desde las ayudas tangibles que se ofrecen diariamente, como la provisión de alimentos (con la colaboración de supermercados y restaurantes que se han sumado), artículos de higiene para el hogar y asistencia financiera (sobre todo para la renta), hasta el apoyo terapéutico a familias e individuos que experimentan depresión y procesos de divorcio (incluso ofrecen terapias virtuales) y apoyo en las modalidades educativas a distancia en medio de la pandemia. Así también ayuda para el alojamiento de sus estudiantes universitarios que quedaron sin dormitorios durante esta crisis.

En estas semanas la organización trabaja en la procuración de fondos para seguir apoyando a estas familias en sus necesidades más urgentes. Tanto individuos como empresas pueden acceder a su sitio en la red para conocer más detalles de este proyecto y de cómo pueden aportar a su causa: www.mercyhome.org/ o al teléfono (877) 637-2955.

Para muchos, a nivel global, el confinamiento ha supuesto situaciones de violencia. El padre Charles W. Dahm, O.P. y su equipo del ministerio arquidiocesano Domestic Violence Outreach son conscientes de ello.  Su misión es primordialmente crear conciencia sobre la violencia doméstica, conectar víctimas con servicios y promover prevención.

“Realmente esta no es una organización o programa de servicio directo, a pesar de que algunas víctimas nos llaman” dice el padre Charles. “La línea de emergencia de Illinois y Chicago está experimentando un aumento de 15% a 20% en las llamadas. Pero nosotros trabajamos principalmente por medio de las parroquias, así que nuestro trabajo está casi parado. También tuvimos que cancelar nuestro banquete anual programado para fines de marzo, mismo que representa nuestra principal fuente de fondos. Ha sido un golpe a nuestro presupuesto”, expresa el padre Charles, popularmente conocido como Chuck.

Pese a esta pausa laboral, el padre Chuck señala que han estado avanzando con planes para implementar en septiembre un currículo en dos escuelas católicas sobre relaciones saludables y no saludables. Además, sostienen reuniones virtuales con el equipo más activo, el cual mantiene información actualizada en las redes sobre información de prevención y el número del estado de Illinois al que las víctimas pueden recurrir en medio de la pandemia o llamar (1-877-863-6339). Ofrecen servicios también en español las 24 horas del día durante toda la semana. O incluso contactar al propio padre Carlos al teléfono (312) 371-7752.

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