Área de Chicago

Hace cuarenta años que San Juan Pablo II visitó Cinco Santos Mártires, en Chicago

Por Ariane Moya
jueves, octubre 31, 2019

El obispo Robert Casey celebró la misa. Foto: Ariane Moya/Católico

El sábado, 5 de octubre, se cumplieron cuarenta años de la visita de San Juan Pablo II a Chicago. En su visita a varias ciudades de Estados Unidos, el papa Juan Pablo II pasó casi dos días en Chicago. Con poco tiempo de antemano, el Vaticano pidió celebrar una misa especial con la comunidad de Cinco Santos Mártires, en Brighton Park, por ser ésta una comunidad polaca. Algunos de los feligreses que atestiguaron ese momento pudieron asistir a la misa del cuarenta aniversario el domingo 6 de octubre en el altar del estacionamiento de Cinco Santos Mártires.

La misa dio comienzo con la entrada de los monaguillos con un crucifijo de madera tallada especialmente para la misa papal de hace cuarenta años. Después entró una banda de niños y jóvenes vestidos con trajes típicos polacos con violines, acordeones, y guitarras. Después entraron varias familias con banderas con diferentes santos y elementos representativos de Polonia. Al final de la procesión entró una estatua de San Juan Pablo II. Detrás de la estatua varios de los antiguos párrocos y vicarios regresaron a acompañar a sus feligreses al igual que el nuevo párroco Ricardo Castillo. El obispo Robert Casey fue el celebrante principal de la misa de aniversario.

La misa fue trilingüe, ya que Cinco Santos Mártires se ha unido a Inmaculada Concepción, la cual es una parroquia con comunidad lituana e hispana. El obispo Casey habló de la verdadera importancia de aquello que nos heredan nuestras familias.

“El mayor regalo que nuestras familias nos pueden dar es el regalo de familia y fe” dijo el obispo Casey. “Al tener 52 años le agradezco a Dios que hace 52 años mis padres, mis abuelos, y mi familia me dieron el regalo de la fe. En ese tiempo la fe era del tamaño de un granito de mostaza, pero esa semilla que fue plantada en mi corazón hace 52 años ha tenido la oportunidad de florecer”.

“Hoy que nos reunimos aquí, nos damos cuenta de que San Juan Pablo II hizo dos cosas muy importantes en su vida” continuó el obispo Casey. “Primero, abrió su corazón a ese regalo dado por su familia. El dejó que esa semilla de fe fuera plantada en su propio corazón. Gracias a esto pudo compartir este regalo con muchos más, al viajar por el mundo como nuestro papa. Plantó esas semillas de esperanza en los niños, jóvenes, adultos, y ancianos de todas edades.”

Los feligreses recordaron que cuando fue la visita hacia demasiado frio, pero eso no desanimó a que cientos de personas asistieran a la misa. En este aniversario el obispo Casey dijo, “San Juan Pablo II continúa estando presente entre su gente en este viaje de fe. Todos estamos sonriendo el día de hoy porque nos recordamos de aquel frio comparado al día soleado con el que nos ha bendecido San Juan Pablo II hoy.”

 

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