Área de Chicago

Discuten la figura de San Oscar Romero, el sacerdote que denunció el “pecado social”

Por Redacción Católico
martes, abril 30, 2019

Durante la misa para celebrar la canonización el 15 de octubre de 2018 en El Vaticano. Foto: Paul Haring/CNS.

A casi cuarenta años de su martirio, ocurrido un 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba una misa en la capilla del Hospital Divina Providencia, en San Salvador, la figura de monseñor Oscar Romero, declarado santo por el papa Francisco en octubre de 2018, toma especial relevancia en nuestros días.

Con la crisis humanitaria en la frontera sur de Estados Unidos, el éxodo masivo de inmigrantes provenientes de Centroamérica que huyen de la violencia y la pobreza, el mensaje de San Oscar Romero en favor de pobres y por una iglesia comprometida con la justicia social resuena tan fuerte como en aquellos días.

El 11 de abril un grupo de teólogos y estudiosos se reunieron en una sala de la Universidad de Chicago para celebrar la aparición del libro Revolutionary Saint, the Theological legacy of Oscar Romero, de Michael Lee.

Lee, profesor asociado de Teología en la universidad Fordham, estuvo acompañado de los profesores Peter Casarella, de la Universidad de Notre Dame y Carmen Nanko-Fernández, de Catholic Theological Union.

Lee destacó que, conforme Romero tomó responsabilidad como arzobispo de San Salvador, se dio una transformación en su persona. Destacó que en su tarea fue crucial la labor de los sacerdotes que trabajaban en Los Naranjos, un centro de formación cristiana para comunidades de base, en la diócesis de Santiago de María, donde Romero fue obispo de 1974 a 1977.

En esos tres años, dijo Lee, se plantaron las semillas de un cambio profundo en Oscar Romero. Dijo que, aunque la visión de Hollywood sobre Romero busca narrativas dramáticas sobre su toma de conciencia política, esta fue un proceso largo.

“En Santiago de María, Romero miró la pobreza de su país de una nueva manera” dijo Lee, quien agregó que, aunque ya antes era una persona de corazón caritativo, fue allí donde empezó a reconocer los amplios problemas estructurales en la sociedad, que llevaban a la pobreza, y las maneras en que la institución de la Iglesia era llamada a atender esos problemas.

En la presentación se habló de la manera en que las reuniones de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) en Medellín, Colombia y Puebla, México fueron una profunda influencia en el ministerio de Romero, en su compromiso de denunciar el “pecado social”. Asimismo, actos como la persecución y el asesinato del sacerdote jesuita Rutilio Grande o la trágica masacre de Tres Calles, donde gente fue asesinada con disparos o a machetazos.

Pero un hecho muy destacado por los participantes fue la carta que Monseñor Romero envió poco antes de ser asesinado al presidente Jimmy Carter, donde le pedía que Estados Unidos dejara de enviar ayuda al gobierno salvadoreño, que estaba cometiendo atrocidades entre la población. En respuesta, el gobierno de Estados Unidos envió $4 billones más, azuzando el fuego de una guerra cuyas consecuencias se viven hoy en día.

Se resaltó la enorme popularidad de San Oscar Romero, y Carmen Nanko-Fernández mostró curiosidad por saber qué haría San Oscar Romero en la era de Twitter, y en una pantalla mostró muchas de las frases de Romero adaptadas como tweets.

Nanko-Fernández hizo hincapié en que Romero tuvo siempre en mente los medios de comunicación masiva, y sus homilías eran transmitidas por radio y seguidas fervientemente por su pueblo. “Cuando iba uno por la calle en domingo, no necesitabas un radio para escuchar el mensaje de monseñor Romero. Por todas las calles del barrio lo tenían sintonizado y podías escuchar la homilía completa yendo de un lugar a otro” dijo.

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