Área de Chicago

La Catedral del Santo Nombre celebra misa de acción de gracias por San Oscar Romero

Por Michelle Martin (Chicago Catholic)
miércoles, octubre 17, 2018

La comunidad salvadoreña se unió a otros católicos latinos para celebrar la canonización de San Oscar Romero en la Catedral del Santo Nombre. Foto: Karen Callaway/Católico

La comunidad salvadoreña se unió a otros católicos latinos para celebrar la canonización de San Oscar Romero, el arzobispo de San Salvador que fue asesinado mientras celebraba misa en 1980, en una misa de acción de gracias el 14 de octubre en la Catedral del Santo Nombre.

La misa fue celebrada el mismo día que el papa Francisco formalmente hizo santo a Romero, al papa Pablo VI y a otros cinco en una misa al aire libre en la Plaza de San Pedro.

San Romero es el primer santo canonizado de El Salvador. Él se opuso a la elite gobernante de El Salvador y a la asistencia militar de Estados Unidos al país centroamericano en un momento en que los pobres –dos tercios de la población del país– que se atrevían a hablar eran “desaparecidos” con impunidad, y sus homilías fueron transmitidas en la estación de radio de la arquidiócesis.

La cónsul general salvadoreña Patricia Maza-Pittsford dijo que, para los salvadoreños, Romero ya era un santo.

“Es una ocasión feliz para todas las personas de El Salvador”, dijo Maza-Pittsford, quien ofreció la segunda lectura durante la misa en la catedral. “Un evento tan importante puede traer algo de paz y algo de entendimiento a los jóvenes y a todo el país”.

Al hacerlo santo, dijo Maza-Pittsford, el papa Francisco está poniendo a Romero como ejemplo para todo el mundo.

“Es importante para mí como cónsul general”, mencionó. “En estos tiempos difíciles, es importante recordar cómo fue asesinado y cómo murió, pero sus enseñanzas sobre la dignidad humana viven”.

Monseñor Dennis Lyle, quien celebró la misa, dijo que ambos, San Pablo VI y San Romero ofrecen lecciones importantes para seguir el llamado de Cristo, incluso ante la oposición. Como santos contemporáneos, ellos también dan a los católicos un vistazo de lo que era la vida de los verdaderos santos.

“Todavía tenemos personas vivas que los conocieron, que tuvieron experiencias con ellos”, dijo Lyle. “Uno de los peligros de convertirse en santo es que casi los tallamos en un pedazo de mármol, y comenzamos a verlos casi de manera unidimensional. Lo que aprendemos de Pablo VI y Romero es que sus vidas fueron complicadas.  Es importante recordar que sus vidas fueron tan complicadas como las nuestras”.

Alejandra Melara, quien asistió a la misa con su madre, Clara Mayora, dijo que fueron a la misa para honrar a Romero, pero también para recordar a la madre de Mayora y abuela de Melara, quien falleció el 14 de octubre de 2012, a los 99 años.

“Ella era una gran fan” de Romero, dijo Melara.

Su abuela vivió en El Salvador toda su vida, dijo Melara, a pesar de que ella en ocasiones venía a visitar a la familia de su hija en Chicago.

Marlene Byrne dijo que ella y su familia han visitado El Salvador muchas veces con Nuestros Pequeños Hermanos, una organización que opera hogares para niños en Centroamérica y el Caribe. El obispo auxiliar Ron Hicks, vicario general de la Arquidiócesis de Chicago, vivió en el hogar en El Salvador durante cinco años mientras servía como director regional de NPH.

El obispo Hicks estaba en Roma para la canonización.

Byrne dijo que no hay duda de que Romero fue un santo incluso antes de la canonización, pero espera que su elevación haga que sea mejor conocido.

“Esto le da más un escenario mundial”, señaló.

Griselda Chacón vino con un grupo acompañando el coro de niños de la parroquia Inmaculada Concepción, ubicada en 2745 W. 44th St.

Chacón dijo que no sabía mucho acerca de San Romero hasta que el pastor, el padre Manuel Dorantes, trajo una reliquia de primera clase a la Inmaculada Concepción en 2017 y enseñó acerca de él a los feligreses. La reliquia –una pieza de la túnica ensangrentada que San Romero estaba usando cuando fue asesinado– es la única reliquia de primera clase de San Romero en una iglesia en los Estados Unidos.

“Es muy importante para nosotros tener otro santo de los hispanos”, mencionó Chacón.

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