Área de Chicago

El Instituto Pastoral Migratoria organizó su primer programa nacional

Por Redacción Católico
martes, julio 17, 2018

El Instituto Pastoral Migratoria organizó su primer programa nacional

A diez años de surgida, la Pastoral Migratoria, un ministerio de inmigrante a inmigrante en la Arquidiócesis de Chicago que ofrece defensa y acompañamiento, ha cobrado relevancia a nivel nacional y a menudo reciben invitaciones para ofrecer entrenamiento en otras diócesis del país.
Susan Medina, de Atlanta, y José Torres, de Chicago, participan en una discusión de grupo durante la noche de apertura el 11 de julio. La Arquidiócesis de Chicago presentó Instituto Pastoral Migratoria del 11 al 15 de julio en Catholic Theological Union, 5416 S. Cornell Ave. Foto: Karen Callaway/Católico
Ricardo Ricardez de Kansas City - St. Joseph escucha una discusión de grupo durante la noche de apertura el 11 de julio. Foto: Karen Callaway/Católico
Rene Palacios Garita, de la escuela de trabajo social de la Universidad Loyola, participa en una discusión de grupo pequeño durante la noche de apertura el 11 de julio. Foto: Karen Callaway/Católico
Elena Segura, directora asociada de la Oficina de Dignidad Humana y Solidaridad, informa a los participantes acerca de su travesía para los próximos días a medida que la Arquidiócesis de Chicago presentó Instituto Pastoral Migratoria del 11 al 15 de julio en Catholic Theological Union, 5416 S. Cornell Ave. Foto: Karen Callaway/Católico
Kathy Osberger habla durante la noche de apertura el 11 de julio. Foto: Karen Callaway/Católico
Raquel Sánchez, Oswaldo Estrada y Manuel Rentería de Stockton cantan durante una oración de cierre en la noche de apertura el 11 de julio. Foto: Karen Callaway/Católico
Viridiana Viveros de la Diócesis de San Bernardino, California toma notas durante la noche de apertura el 11 de julio. La Arquidiócesis de Chicago presentó Instituto Pastoral Migratoria del 11 al 15 de julio en Catholic Theological Union, 5416 S. Cornell Ave. Foto: Karen Callaway/Católico
Participantes del Instituto Pastoral Migratoria oran frente al Centro de Detención de Broadview. Foto: Karen Callaway/Católico

A diez años de surgida, la Pastoral Migratoria, un ministerio de inmigrante a inmigrante en la Arquidiócesis de Chicago que ofrece defensa y acompañamiento, ha cobrado relevancia a nivel nacional y a menudo reciben invitaciones para ofrecer entrenamiento en otras diócesis del país.

Con el fin de replicar este exitoso ministerio en otras partes y crear una red nacional, treinta delegados provenientes de once diócesis de todo el país asistieron al Instituto Pastoral Migratoria, un programa de capacitación y encuentro que se llevó a cabo del 11 al 15 de julio, en Chicago.

Las tres áreas de trabajo de Pastoral Migratoria son servicio, justicia y acompañamiento.

“El acompañamiento se ha hecho prioridad ahora” dijo Elena Segura, coordinadora senior para Inmigración en la Arquidiócesis de Chicago. Segura se refirió a la crisis que se vive en la comunidad inmigrante, particularmente hispana, tras las medidas de la administración Trump.

“Una de las necesidades más grandes que tenemos últimamente en esta administración es el aspecto de salud mental” agregó Segura. “No nos lo esperábamos, pero la gente está decepcionada, preocupada, deprimida”.

Segura dijo que muchos de estos inmigrantes prefieren vivir en el anonimato, porque se sienten más protegidos.

Esto fue reiterado por participantes de otras diócesis, como Wendy Mora Cedillo, servidora en la diócesis de Kansas City St Joseph.

“En algunos pueblos la policía es muy racista” dijo Mora Cedillo. “La gente va a trabajar y son detenidos. La policía está tomando el papel de agentes de inmigración.”

Esto, agregó Mora Cedillo es un desafío para su trabajo parroquial. “No pueden ir con tranquilidad a trabajar y tampoco pueden ir a misa” dijo. Otros asistentes coincidieron en señalar que muchos parroquianos han dejado de asistir a misa o a programas y servicios que ofrece la iglesia por temor a ser detenidos por la policía.

Como parte del acompañamiento que ofrece la Pastoral Migratoria en Chicago fueron creados los “círculos de paz”, un ejercicio pastoral donde la gente puede expresarse y ser escuchada.

“El hecho de estar juntos” dijo Segura, “deprimidos y decepcionados pero juntos, eso es bien importante”. Segura recalcó que esto da a la persona un sentido de que no está sola, de que hay otros que tienen la misma experiencia.

La actividad contó con la presencia del cardenal Blase Cupich, quien el 14 de julio dio la bienvenida a los visitantes.

“Su trabajo en las comunidades inmigrantes es muy importante para la Iglesia y la sociedad” dijo el cardenal, “particularmente dado el clima político actual en nuestro país”.

“El principio de que cada ser humano, documentado o sin documentos, está hecho a la imagen de Dios y merece dignidad y respeto, está en la esencia de nuestra fe” agregó el cardenal Cupich.

El cardenal hizo referencia a una de sus declaraciones recientes sobre la política de separación de familias del gobierno federal: “Cada cierto tiempo, la historia presenta circunstancias que ponen a prueba el alma de una nación. Vivimos uno de esos momentos. Lo que sea que esta nación de inmigrantes haga por estos hermanos y hermanas nos definirá en las décadas por venir ante los ojos del mundo y de Dios.”

La actividad se llevó a cabo en Catholic Theologic Union, al sur de la ciudad. Muchos de los intercambios y diálogos se dieron en momentos de descanso y durante el almuerzo. “Yo estoy muy feliz de ser parte de este proyecto de la Pastoral Migratoria, porque estamos hablando de la justicia social” dijo Raiza Guevara de la diócesis de Kansas City, St. Joseph, en Missouri, durante el almuerzo el 12 de julio.

“La Iglesia nos enseña los actos corporales de misericordia, y los actos espirituales de misericordia. Cuando la gente va a misa ya está tomando los actos espirituales de misericordia, pero nosotros somos quienes vamos a hacer los actos corporales de la misericordia de Dios.”

Durante el almuerzo, Guevara hablaba entusiasta de los diversos programas que ha ayudado a poner en marcha tanto en su parroquia Sagrado Corazón-Ntra. Sra. De Guadalupe, como en otros espacios diocesanos.

En la misma mesa, Víctor Camarena, coordinador de Pastoral Migratoria de San Juan Bosco en Chicago habló del impacto de los círculos de paz para aliviar un poco el pánico y la ansiedad de la comunidad inmigrante. “La idea era dialogar sobre lo que sientes, porque en esos momentos hay muchas emociones y muchas preguntas. Y a veces necesitas encontrar con quien dialogar para tranquilizarte. Eso funcionó en Chicago” dijo Camarena.

Guevara dijo que en su diócesis, en alguna ocasión crearon un grupo llamado Madres Orantes, que hicieron un programa de ayuno y oración durante el proceso de incertidumbre ante los programas DACA y DAPA, creados durante la administración Obama y que el presidente Trump después rescindió.

“Hacíamos grupos, invitábamos a personas de la parroquia, allí fue cuando descubrimos cuanta gente había sin documentos” recuerda Guevara. “La gente hablaba de sus experiencias y lloraban, decían que su papá o mamá había muerto y ellos no podían ir a darles el último adiós porque tenían treinta años aquí indocumentados”.

En el Instituto coincidieron tanto delegados de diócesis pequeñas como de diócesis más grandes, que cuentan con oficinas y personal para trabajar con hispanos.

Este es el caso de Isaac Cuevas, director asociado de la oficina de Asuntos de Inmigración, de la Arquidiócesis de Los Ángeles. “El beneficio que tenemos es que contamos con el apoyo de nuestro arzobispo (José H. Gómez) y ya tenemos un poco de ventaja en el hecho de que tenemos una oficina de asuntos de inmigración” dijo Cuevas. “Somos una oficina que sirve casi cinco millones de católicos que están registrados en Los Ángeles y casi trescientas parroquias, queremos desarrollar más liderazgo dentro de nuestras comunidades” agregó.  

Cuevas dijo que su diócesis tiene tres frentes de acción: proveer recursos tanto para inmigrantes en general como para indocumentados en cuanto a servicios legales; ser portavoces en el tema de inmigración “empujar y trabajar con nuestros legisladores para que haya reforma, siempre con el punto de vista de nuestra fe” y educación en las parroquias.

Sobre este último punto, Cuevas dijo que la educación se extiende más allá de los inmigrantes, hacia la comunidad en general que no está familiarizada con el tema, y “hacerles ver que el tema de emigración como católicos, como cristianos, lo tenemos que ver como un tema de dignidad humana, antes que como un tema político” dijo.

Los delegados tuvieron una serie de actividades fuera de CTU, visitando la parroquia de Santa Rita de Cascia, donde participaron en un panel con representantes de parroquias locales, participando en una vigilia de oración en el Centro de Detenciones de Broadview Illinois, y visitando el consulado de México en Chicago, donde tuvieron un desayuno y diálogo con agentes consulares y activistas.

Se espera que el Instituto Pastoral Migratoria tenga lugar anualmente.

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