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Miembros del grupo juvenil Iskali consagraron su vida a María

Por Redacción Católico
martes, mayo 29, 2018

Grupo de danza folclórica durante la misa votiva. Foto: Karen Callaway/Católico

Con la misión de evangelizar a los jóvenes, 21 miembros del grupo juvenil Iskali consagraron su vida a María por medio de una misa votiva el 28 de abril en Misión San Juan Diego, en Arlington Heights.

El proceso de consagración no es muy conocido dentro de la comunidad católica.

“Se trata de hacer una promesa reconocida por la iglesia” dice Vicente del Real, líder de Iskali, “una promesa de que vivirás según las enseñanzas y los preceptos de la iglesia para dedicar tu vida a una misión específica”.

“El propósito de Iskali es la evangelización de los jóvenes adultos” dijo el padre Diego Berrío. “Como una manera de formalizar esa adhesión de grupo, se pensó en la consagración a María.”

El padre Berrío funge como asesor canónico y director espiritual del grupo de consagrados. El padre dijo a Católico que la práctica de la consagración viene de muchos siglos atrás. “Fue ideada principalmente por San Luis de Monfort, un santo francés que ideó esta consagración a María” dijo.

“El propósito es simplemente que como fieles bautizados nosotros podamos vivir nuestras promesas bautismales de una manera más intencional” agregó.

Del Real dijo por su parte que esto no es nuevo. “Hay asociaciones de fieles laicos dentro de la iglesia que llevan vida consagrada. Se trata de laicos que no viven en comunidad (como lo serían por ejemplo monjes, religiosas y religiosos en general), y no son ordenados, pero aun así son consagrados para la misión evangélica.”

En la actualidad existen diversos grupos de consagrados en la iglesia. Los miembros de Iskali decidieron comenzar una nueva asociación con un enfoque distinto: los jóvenes hispanos en Estados Unidos.

Los jóvenes de Iskali lo pensaron antes de emprender este compromiso, pues no es fácil. De hecho, en un principio había 50 candidatos, de los cuales se consagraron 21. Fueron dos años de un proceso intenso de ejercicios espirituales, un proceso de preparación de seis meses con reuniones semanales de comunidad y mensuales con sus directores espirituales.

Las personas que llevan a cabo este proceso prometen consagrar su vida a la Virgen. “Es una promesa especial” dijo del Real, “es prometer ante la autoridad de la iglesia y ante el pueblo, que vas a estar viviendo tu vida según los preceptos de la iglesia. Ellos firmaron un acta de entendimiento de cuáles son sus responsabilidades.”

Consagrarse en familia

Un caso particular llama la atención, se trata de una familia cuyos miembros decidieron consagrarse juntos. Todo comienza con Stephanie Barrera, de 19 años, integrante de Iskali y parroquiana de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Ella trajo consigo a sus padres y a su novio para recorrer juntos el camino de la consagración.

Le preguntamos a Stephanie qué la llevó a emprender este proceso. “Yo empecé mi vida espiritual hace dos años” dice, “y me dediqué mucho al grupo de jóvenes de Monte Carmelo. Luego empecé a ir a los retiros de Iskali y a ser parte del grupo.”

“La verdad, Iskali me ayudó mucho a enamorarme de Dios y ver qué tan impactante es servirlo” continúa, “lo que en verdad significa dar todo tu amor, toda tu vida a Dios. Y la verdad, me enamoré de la Virgen de Guadalupe, del sí que ella le dio a Dios.”

Eso, dice Stephanie, la inspiró para dar el paso a la consagración. “Y más que nada las personas a mi alrededor, que tanto amor y alegría tienen en esta fe.”

Le preguntamos si ha sido difícil.

“La verdad sí” responde, “ha sido un proceso espiritual en el cual he tenido mis dudas, mis alegrías y mis fallas como católica, pero igual Dios siempre está conmigo y yo sé que él está haciendo lo mejor para mí.”

Los papás de Stephanie forman parte del grupo de adultos de Iskali.  “Con el grupo de padres estamos en el proceso de aprendizaje” dice doña Graciela Barrera, quien agrega que ahora el proceso de aprendizaje y formación para la consagración le ha ayudado a darse cuenta de lo que necesitan: “Tener esa intercesión de nuestra señora madre para poder llegar a Jesús, y poder ser dignos de su gloria y su misericordia”

Aunque la familia Barrera pertenece a la parroquia de Nuestra Señora de Monte Carmelo, asisten con frecuencia al Sagrado Corazón. “Como somos parte del grupo de Iskali no tenemos una parroquia fija ahora” dice la señora Barrera, “vamos a diferentes parroquias, evangelizando más parejas, también”.

Le comentamos a doña Graciela que es curioso que toda la familia se haya sentido motivada a seguir este proceso.

“Sí, nos sentimos bendecidos en ese aspecto” responde, “porque gracias a mi hija, fuimos al retiro de iniciación y allí empezamos a formarnos; a seguir con la formación y eso nos llevó a tomar la decisión de la consagración. Fue algo muy bonito.”

Su esposo, el señor José Barrera, coincide en que fue su hija Stephanie la que los impulsó a tomar esta decisión.

“Consagrarse en familia es una bendición muy grande” dice don José, quien agrega que la consagración es un medio para “agradecer y pedir que la Virgen María interceda por nosotros. Y qué mejor manera de que interceda por nosotros que acercándonos a ella. Y por medio de ella poder evangelizar un poco más. Crear conciencia en el grupo de padres a las familias que muchas veces no están tan unidas” dice.

El señor José dice que el proceso de formación fue un poco difícil, por la falta de preparación previa. “Estamos en una etapa de aprendizaje” dice, “pero cuando pones todo en la mano de Dios, no es difícil”.

La decisión abarcó también a Omar Martínez, el novio de Stephanie.

“Me llamó la atención conocer más sobre la religión” dice Martínez. “Ese era el siguiente paso hacia mi crecimiento espiritual. Era una forma de entregarme más a la iglesia, de conocer más a Dios a través de la Virgen María.”

Martínez, de 24 años, dice que le parece “increíble y fascinante” ver cómo la consagración sucede en ese proceso de conocerse a uno mismo y conocer la espiritualidad, “así como conocer más a Dios”.

“Ha sido complicado” dice Martínez, “porque es una lucha personal día a día, una lucha entre espiritualidad y tu vida diaria en los aspectos físicos, y si hay tentaciones cada día, eso te hace dudar, te hace pensar si estás tomando la decisión correcta. Hay factores como los amigos o la familia que te empiezan a hacer dudar. Pero sigo en el camino a la consagración.”

La misa votiva

La consagración se formalizó con la misa votiva del 28 de abril. “Una misa votiva es simplemente una misa con un propósito especial” explica el padre Diego Berrío, “hacia lo que queremos, a través de quien queremos orar”. En el caso de los consagrados, a través de la Virgen, explicó el padre Berríos, pero agregó que también se hace a través de la Eucaristía, del Espíritu Santo o del Sagrado Corazón.

“Esta consagración la puede hacer cualquiera” aseguró el padre Berrío. “Pero eso no tiene ningún vínculo jurídico. Simplemente es un acto devocional.”

El padre dijo que los consagrados están siguiendo la guía montforniana de San Luis y afirmó que la fecha de consagración generalmente se elige para coincidir en una fiesta mariana. Dijo que treinta y tres días previos a la fiesta de María que se haya elegido para la consagración, los participantes hacen ejercicios espirituales. “Todos los días tienen una lectura espiritual” dijo, “unas oraciones y algunas prácticas piadosas que los van encaminando hacia el propósito que quieren lograr”.

“Los miembros de Iskali quisieron conservar el 28 de abril, porque es una fecha especial para el grupo. Nos dimos cuenta de que no es una fecha mariana, pero, dentro de los días de la semana decidimos nosotros que el sábado es el día dedicado a María”.

El 28 de abril la emoción era palpable entre los integrantes de Iskali. La misa, oficiada por el obispo John Manz, marcó un importante evento en sus vidas, hoy consagradas a Jesús por María.

Los consagrados son: Carolina Nevárez, Stephanie Barrera, Fernando Valenzuela, Ricardo Ramos, Ángel Hernández, Alexa Arellano, Elena Téllez, Israel Carranza, Ariadna Núñez, Kathia Ramírez, Dayana Huerta, Francisco Nevárez,  Rosalinda Ramos, Vicente Del Real. Del grupo de adultos: Adrián Ramírez, Laura Ramírez, Evelyn Chavez, Gerardo Chavez, Elizabeth Martínez, José Barrera y Graciela Barrera.

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