Área de Chicago

El cardenal Cupich dialoga con los jóvenes durante el Encuentro Arquidiocesano

Por Redacción Católico
lunes, abril 30, 2018

El cardenal Cupich dialoga con los jóvenes durante el Encuentro Arquidiocesano

Una intensa jornada de reflexión y diálogo convocó a doscientos católicos hispanos venidos de toda la arquidiócesis el 21 de abril en De Paul Prep, en el noroeste de Chicago.
Socorro López y Noemi Romero participan en una discusión de grupo sobre inmigración durante una de las sesiones. Foto: Karen Callaway/Católico
El cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, se ríe con Andrea Martínez mientras habla a jóvenes antes de ser el celebrante principal en una misa en español. Foto: Karen Callaway/Católico
De izquierda a derecha: Berta López, Guadalupe Ayala, Ernesto Álvarez, Andrea Martínez, Abel Vargas y Luzelena Arellano participan en una discusión de grupo sobre inmigración durante una de las sesiones. Foto: Karen Callaway/Católico
El cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, habla a jóvenes antes de ser el celebrante principal en una misa en español. Después del rito de cierre, el cardenal comisionó a los participantes a ir y compartir la Buena Nueva de Cristo Resucitado. Foto: Karen Callaway/Católico
El obispo Alberto Rojas distribuye la comunión mientras el cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, fue el celebrante principal en una misa en español en honor a los participantes parroquiales del Encuentro pastoral arquidiocesano en DePaul College Prep. en preparación para el V Encuentro nacional. Después del rito de cierre, el cardenal comisionó a los participantes a ir y compartir la Buena Nueva de Cristo Resucitado. Foto: Karen Callaway/Católico

Una intensa jornada de reflexión y diálogo convocó a doscientos católicos hispanos venidos de toda la arquidiócesis el 21 de abril en De Paul College Prep, en el noroeste de Chicago.

Se trata del Encuentro Arquidiocesano, una actividad que recogió opiniones e inquietudes de los feligreses en torno a tres puntos: familia, juventud y comunidad migrante.

Los resultados de las extensivas encuestas y comentarios serán procesados en el encuentro regional, que tendrá lugar del 8 al 10 de junio en Notre Dame. Allí surgirá un documento que será enviado al V Encuentro, a celebrarse del 20 al 23 de septiembre de este año en Grapevine, Texas.

Sobre los resultados de dicho documento reportaremos en futuros números de Católico.

La actividad, que comenzó a las ocho de la mañana y duró todo el día, contó por la tarde con la presencia del cardenal Blase Cupich, quien ofició la misa de envío para los delegados que asistirán a los encuentros regional y nacional.

Pero antes, el cardenal tuvo un diálogo con los jóvenes donde se expresaron dudas y preocupaciones sobre la inseguridad migratoria, sobre la necesidad de ser escuchados por la iglesia, crear más programas juveniles para los hispanos, la violencia, etc.

La violencia es el síntoma

El diálogo comenzó con la intervención de un joven que se presentó como Miguel, quien pidió al cardenal que hablara sobre el problema de la violencia en Chicago. “Desde mi punto de vista, la violencia ocurre porque la juventud tiene que ser escuchada, tiene que ser entendida” dijo Miguel, quien comentó que ha visto a jóvenes ser rechazados de las parroquias “porque no saben comportarse en una iglesia” y que el único lugar donde obtienen aceptación es en las pandillas. Se preguntó si los líderes de las parroquias entienden que no es fácil tratar con los jóvenes y que necesitan más apoyo. “A veces se sientan con nosotros, pero en verdad no están escuchando” dijo.

“Este es un punto muy importante” respondió el cardenal. “La ruptura de una comunidad lleva a la violencia, porque la gente siente que no pertenece, y cuando sientes eso, vas a encontrar otro lugar donde sientas que sí perteneces. O sea: pandillas y otros grupos.”

“De modo que nuestras parroquias tienen que ser un lugar donde la gente sea bienvenida y se sienta parte de lo que está sucediendo” agregó el cardenal. Dijo que esa es una de las razones detrás del programa Renueva mi Iglesia. “Muchas de nuestras parroquias no construyen comunidades, no nos inspiran a dar testimonio del evangelio” agregó.

“Una de las cosas que estamos haciendo en Renueva mi Iglesia es asegurarnos de que nuestras parroquias hacen exactamente eso” dijo al joven, “asegurarnos de que la iglesia llega a la gente”.

El cardenal citó al papa Francisco cuando dice que la iglesia debe ser un hospital de campaña. “Esto es, donde hay verdadero peligro y violencia debemos ir allá y ayudar a esas personas a sanar sus heridas” explicó.

“Entre más construimos comunidades fuertes, más nos aseguramos de que la gente no se involucre en actos de violencia” dijo el cardenal. “La violencia es el síntoma de una enfermedad mayor en la sociedad en la que la gente siente que no es incluida. No es incluida en la economía, en la comunidad, ni en la vida social; tampoco en la aplicación de la ley, pues sienten que no son tratados con justicia, ni se sienten incluidas en buenas escuelas”.

Explicó que la reacción a esto tiende a ser la violencia, y dijo que por eso Encuentro es relevante, “nos enseña la importancia de construir comunidad.”

Sentido de comunidad

Otra participante, Leslie, del grupo Izkali, habló de lo frustrante que es invitar a sus amigos al grupo juvenil que ella coordina en Nuestra Señora del Monte y ver que, aunque asisten 30 o 40, cuando se trata de asistir a catequesis o misa no van. “Les pregunto por qué y dicen: es muy aburrido y no le entiendo” dijo.

“Primero que nada” dijo el cardenal, “tenemos que empezar por entender que los jóvenes no son ‘un problema que arreglar’. Los jóvenes son profundamente espirituales, piensan en Dios. Tenemos que buscar una manera que permita que esas voces sean parte de la vida de la iglesia.”

“La forma en que mido el éxito de un programa juvenil no es que ellos vayan a misa, sino, primero que nada, que construyan un sentido de comunidad entre ellos” dijo el cardenal. “Empiecen con eso.”

Leslie había preguntado también sobre la necesidad de tener opciones vocacionales dentro de la iglesia, sin ser sacerdote o religiosa.

“En la vida de la iglesia hoy en día, necesitamos gente que conozca la fe y la transmita” respondió el cardenal, “en términos de ser cabeza de programas catequéticos en las parroquias. Hay mucha gente estudiando teología para hacer eso”.

Agregó que también hacen falta líderes en las parroquias para encargarse de ministerios juveniles.

“Mi esperanza es que cuando hagamos Renueva mi Iglesia estaremos en capacidad de liberar recursos para poder pagar a personal un sueldo para hacer estas cosas” dijo. “Ahora mismo no lo podemos hacer porque estamos abarcando demasiado, alrededor de 250 parroquias y no las podemos manejar todas. Pero si trabajamos juntos encontraremos la manera de pagar a la gente para hacer el tipo de cosas que tú quieres hacer”.

Ser imaginativos

Entre otros comentarios, se habló de la necesidad de que los jóvenes latinos se vean representados en los programas de la iglesia. El cardenal pidió a los asistentes que no teman ser imaginativos, tomar la iniciativa, comenzar grupos por su cuenta.

Se habló de la preocupante situación de los jóvenes que han recibido DACA y posibles escenarios.

“El Congreso no ha logrado nada para solucionar este problema” dijo el cardenal y agregó que la situación va a empeorar antes de que mejore. “Es un gran problema, habrá padres y madres separados de sus hijos, que son dependientes de ellos y que son ciudadanos americanos” dijo.

Alentó a los muchachos a ingresar en la política. “Yo animaría a todos los jóvenes que están aquí, a que cuando sean mayores, piensen en postularse a un cargo”.

“Y los que puedan votar, asegúrense de votar. ¡Voten!” dijo enfáticamente.  

El cardenal Cupich repitió su fe en la juventud. Aunque a muchos preocupa que los jóvenes no asistan a la iglesia, el cardenal dijo no estar descorazonado.

“Cuando veo que hay jóvenes que no vienen a misa, digo, ‘busquemos una oportunidad de reunirlos, no crear expectativas de que vayan a ir a misa de inmediato, pero dejarlos saber que damos la bienvenida a su energía, su fe, su curiosidad, ingenio e imaginación” expresó.   

Y a los presentes dio alternativas. “Por ejemplo si tienen (en su parroquia) una soup kitchen o un programa de alcance hacia los pobres, o conocen a alguien que esté en Caridades Católicas, involúcrense:” dijo.

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