Área de Chicago

Comandante de policía asesinado es recordado por su sólida fe

Por Joyce Duriga (Chicago Catholic)
miércoles, febrero 28, 2018

Personas se alinean en la calle 111th para la procesión fúnebre del comandante de la policía de Chicago Paul Bauer al frente de la iglesia católica St. Christina el 17 de febrero. Foto: Karen Callaway/Católico.

El comandante de la policía de Chicago Paul Bauer fue criado con una sólida fe católica. Asistió a la escuela St. Clare of Montefalco en Gage Park y luego St. Ignatius College Prep.

Él y su familia eran asistentes regulares a la misa de policía de dos veces al mes en la capilla del hogar Mercy Home for Boys and Girls. Se sentaban en la fila del frente. Grace, la hija de los Bauer, con frecuencia servía como lectora, pero el domingo antes que el Comandante Bauer fuera asesinado, él intervino por su hija, que no se sentía bien.

Bauer con frecuencia asistía a la misa diaria en su parroquia, Nativity of Our Lord en Bridgeport, antes de comenzar su turno. También era miembro del Consejo de Policías de los Caballeros de Colón 12173.

“Su fe impactó su vida familiar, y ciertamente las decisiones que tomó en la vida en general. Él regulaba sus acciones alrededor de lo que creía”, dijo el padre Dan Brandt, capellán líder del Departamento de Policía de Chicago. Brandt celebró la misa fúnebre de Bauer el 17 de febrero en Nativity.

Bauer fue asesinado el 13 de febrero después de perseguir a un sospecho huyendo de la policía en el Thompson Center en el centro de Chicago.

El veterano de policía con 31 años de servicio asistía con frecuencia al grupo de oración y estudio de la Biblia mensual para oficiales de policía, dijo Brandt.

“Paul nunca nos defraudó. Siempre tenía algo valioso que compartir —una historia o algún tipo de anécdota acerca de su fe o algo que sucedió en el trabajo recientemente que le hizo darse cuenta de que Dios está vivo”, indicó el sacerdote

Bauer también tenía sentido del humor. Brandt recordó un momento durante el verano pasado cuando el comandante lo criticó en broma.

Brandt y algunos amigos estaban cenando afuera en el restaurante Ditka’s en la calle Chestnut en el vecindario de River North, que era el distrito de Bauer. Bauer se detuvo para platicar con ellos mientras esperaban recibir su comida.

“Él estaba afuera haciendo una ronda. Menciono esa parte por su humildad”, señaló Brandt. El comandante del distrito no tenía que hacer rondas.

Una vez que llegó la comida del grupo, Bauer se excusó.

“Él comenzó a alejarse y se dio vuelta y dijo ‘Por cierto, padre Dan, ¿cómo sabe esa comida sin bendecir?’”, dijo Brandt riéndose. “Yo dije, ‘Vaya a hacer su ronda, oficial’. Y nos detuvimos y procedimos a orar la gracia después de su motivación no tan sutil ¿Preguntaron cómo vivió su fe? Con frecuencia recordaba a otros practicar la suya también”.

El padre Michael McGovern, pastor de la parroquia St. Raphael the Archangel en Old Mill Creek, se graduó con Bauer de la escuela St. Ignatius College Prep. McGovern, quien fue uno de varios co-celebrantes en la misa fúnebre, recuerda al comandante como “un buen joven”.

“La última conversación larga que tuve con él fue el día del funeral del cardenal George. Él estaba vestido con su uniforme de gala de pie en los escalones de la catedral. Estábamos simplemente hablando y poniéndonos al día”, recuerda McGovern. “Nunca imaginé esa mañana cuando estábamos en el funeral del cardenal George [en 2015] que dentro de tres años íbamos a tener este funeral cívico y católico grande para Paul. Nunca piensas que algo así sucederá”.

Durante la comunión, McGovern fue uno de los tres sacerdotes que salió para dar la Eucaristía a la policía y al público que no cabían dentro de la iglesia o las dos áreas de desbordamiento. Él dijo que la misa entera y la fe aparente de muchos del departamento de policía fueron “muy conmovedoras”.  

McGovern dijo que los cristianos deben orar por la familia Bauer y el Departamento de Policía de Chicago y también deben orar por el hombre que presuntamente disparó y mató al comandante. 

“Cristo dice oren por sus enemigos y sean buenos con aquellos que los hieren”, señaló. “Así como hay un equipo de capellanes para el departamento de policía dirigido por el padre Brandt, hay un equipo de capellanes para la cárcel del Condado de Cook dirigido por el padre Mark Bartosic. Cristo se está acercando a todas las personas. Depende de ustedes si quieren acercarse de vuelta a él”.

Familias de la escuela y parroquia St. Christina, que están localizadas a lo largo de calle 111th en el vecindario Mount Greenwood de la ciudad, salieron para unirse a decenas de miles de personas que se alinearon a lo largo de la ruta de la procesión fúnebre al cementerio Holy Sepulcher en Alsip.

Las campanas de la parroquia sonaron a medida que la procesión, que incluyó a más de 1,000 vehículos y que tomó más de 35 minutos para pasar, hizo su camino a lo largo de la calle 111th.

Advertising