Asistentes contemplan la figura de Nuestra Señora de la Caridad en Santa Ita, el 8 de septiembre. Foto: Karen Callaway/Católico.
Aunque por tradición, cada 8 de septiembre la comunidad cubana y latina de Santa Ita se une en la devoción de Nuestra Señora de la Caridad, patrona de Cuba, esta vez la fecha fue muy especial, pues se conmemoró el 50 aniversario de la celebración en dicha parroquia. La ocasión fue marcada con una misa oficiada por el cardenal Blase Cupich y concelebrada por el obispo Alberto Rojas. “Nuestra Señora de la Caridad, a quienes los Cubanos celebran el día de hoy, ha sido por muchas generaciones una señal y causa de esperanza” dijo el cardenal en su homilía. “Pero nuestra esperanza no está solamente en creer que Dios va a estar ahí para ayudarnos cuando lo necesitemos, cuando tengamos problemas, cuando sufrimos o cuando fuerzas poderosas están en contra de nosotros. Al contrario, nuestra esperanza es que Dios, al llamarnos a ser más de lo que nos imaginamos, nos fortalecerá. Él estará con nosotros al caminar hacia ese futuro que es nuevo e incierto.” Las palabras del cardenal sonaron como un mensaje de esperanza. “Un gran maestro de la Biblia, el padre Raymond Brown, un día dijo que el verdadero significado de la frase ‘llena de gracia’ que el ángel utilizó al llamar a nuestra Señora a ser la madre de Jesús el Salvador es, ‘tú has sido amada desde hace mucho tiempo’” expresó el cardenal. “Así es como Dios nos ama. Él nos ama al llamarnos a ser parte de su vida y su plan. María es la primera y nosotros la seguimos como condiscípulos”. “Es importante que entendamos esto” continuó en su homilía, “porque algunas veces tenemos la impresión de que Dios nos ama al darnos cosas, al bendecirnos con posesiones, buena salud y felicidad. Es verdad que Dios nos bendice con esos regalos porque Él nos ama, pero su amor completo llega al llamarnos a ser algo más de lo que nosotros nos imaginamos podemos ser.” La celebración de Nuestra Señora de la Caridad es motivo de gran orgullo para el matrimonio de don Manuel y doña Delia González, organizadores de esta devoción. Ellos comenzaron como parte del comité organizador en 1969 en Santa Ita. Don Manuel nos dijo que actualmente la comunidad cubana en Chicago no es muy extensa. “Muchos se retiran, se van para Florida, que hace más calor” explicó. “Como tradición siempre celebramos esta misa, con los feligreses de Sta. Ita” dijo, “que son de varias nacionalidades, mexicanos, ecuatorianos, venezolanos.” Después de la misa los parroquianos pudieron celebrar las delicias de la comida cubana. El matrimonio de Manuel y Delia están orgullosos de mantener viva esta celebración en Chicago. “Mantendremos esta devoción, si Dios lo permite, hasta el día en que nos muramos” dijo don Manuel.