Es con gran pesar que les comunico mi decisión de renunciar como presidente, administrador y director ejecutivo de Caridades Católicas a partir del 16 de agosto de 2019. Ha sido un gran privilegio ocupar este cargo en Caridades Católicas durante casi 25 años y ser parte de la agencia durante 30 años. Cuando me convertí en administrador, un amigo me dijo que me habían dado la custodia de “la gran joya de la Arquidiócesis”. Ese término se me ha quedado grabado siempre porque es un hermoso recordatorio de que las personas vulnerables y los más necesitados son los verdaderos tesoros de la Iglesia. Caridades Católicas tiene la bendición de atender diariamente a las necesidades de aquellos a quienes Jesús confió a nuestro cuidado, y durante mi mandato he tratado de ser un administrador fiel de esta notable agencia que brinda ayuda y esperanza a tantas personas necesitadas. Una de las mayores alegrías de mi tiempo en Caridades Católicas tiene que ser nuestra reciente celebración del aniversario del centenario. El centésimo aniversario nos dio la oportunidad de honrar la gran tradición de atención caritativa en la Arquidiócesis de Chicago, una tradición que siempre ha incluido a las parroquias, órdenes religiosas, voluntarios, miembros de la junta de asesores, organizaciones filantrópicas, la comunidad empresarial y entidades gubernamentales, todos trabajando juntos para responder a los signos de los tiempos, adaptar y agregar servicios para satisfacer las necesidades cambiantes. Durante los últimos 30 años, esta tradición no solo continuó, sino que floreció. He estado tremendamente agradecido por el apoyo que Caridades Católicas recibe de tantas organizaciones, individuos y especialmente de nuestros miembros dedicados de la junta de asesores, que nos ha permitido expandir nuestros servicios en los condados de Cook y Lake, implementar programas innovadores para veteranos, asegurarnos de que estamos presentes en los vecindarios de la ciudad con menos recursos y las regiones suburbanas, amplíe el alcance de nuestros servicios para las personas con hambre y sin hogar, desarrolle viviendas y servicios extensivos para adultos mayores y garantice que los niños reciban la nutrición que necesitan y tengan una vida sana y opciones recreativas seguras en sus comunidades. A medida que Caridades Católicas se embarca en la próxima fase de liderazgo, continuará la gran tradición de unir a las personas para responder a las necesidades cambiantes. Con eso en mente, me complace anunciar que el cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, le ha pedido a Kathy Donahue, nuestra vicepresidenta principal de desarrollo y evaluación de programas, que asuma el papel de administradora interina, presidenta y directora ejecutiva. Los casi 40 años de servicio de Kathy en Caridades Católicas demuestran su compromiso con la misión y su fuerte liderazgo en la agencia. Estoy seguro de que Kathy se encargará de que Caridades Católicas continúe funcionando sin problemas. Estoy profundamente agradecido por las amistades que he hecho con muchos de ustedes en los últimos 30 años. Todos ustedes han ayudado a hacer de Caridades Católicas lo que es hoy. Mi corazón siempre estará con Caridades Católicas, pero es hora de dar un paso atrás, descansar y hacer la transición a una nueva fase de mi ministerio sacerdotal. Los dejo con la confianza de que su extraordinario apoyo a Caridades Católicas continuará, asegurando que nuestros hermanos y hermanas necesitados, los preciosos tesoros de la Arquidiócesis, serán protegidos y tratados con el amor y el respeto que es digno de su dignidad dada por Dios. Sigamos adelante, recordando el llamado de Cristo para ser la “luz del mundo” el uno para el otro (Mateo 5: 13-16) mientras continuamos ayudando a construir el reino de Dios en la tierra, donde sea que estemos. Que la paz de Dios esté con ustedes siempre.