Monseñor Michael Boland

El compromiso de Caridades Católicas con inmigrantes y refugiados tiene sus raíces en el Evangelio

martes, febrero 28, 2017

En reconocimiento de los cien años de servicio a los residentes de los condados de Cook y Lake por Caridades Católicas, me pidieron ser el Invitado de Honor en el desfile del Día de San Patricio 2017. Estoy muy emocionado de simultáneamente celebrar la rica herencia Irlandesa de muchos residentes de Chicago y la rica tradición de Caridades Católicas de servicio a los más necesitados.

Todos de mis cuatro abuelos emigraron a los Estados Unidos de Irlanda en los principios de los años 1900s, justo al mismo tiempo que Caridades Católicas empezó a operar formalmente. A través de la historia de los últimos cien años de Caridades Católicas, hemos cuidado de los más pobres, a los más vulnerables miembros de nuestra comunidad, y muy a menudo, esto ha significado cuidar de inmigrantes y refugiados empezando sus nuevas vidas en los Estados Unidos.

El compromiso de Caridades Católicas con inmigrantes y refugiados tiene sus raíces en el Evangelio. Jesús uso la parábola del Buen Samaritano (Lucas 10:25-37) para ilustrar que debemos amar y ayudar a nuestro prójimo, aun cuando esos ‘prójimos’ sean extranjeros para nosotros. Un prójimo no es solo la persona cercana, sino cualquier persona en necesidad. Debemos de actuar como el Buen Samaritano quien con misericordia ayudo al Judío – alguien de una diferente religión, un extranjero y considerado un enemigo. Como discípulos de Cristo, debemos de “Ir y hacer así mismo,” emulando al Buen Samaritano y protegiendo la vida humana y la dignidad humana, sin tener en cuenta raza, nacionalidad o credo.

A través de nuestra historia, el personal de Caridades Católicas ha trabajado de la mano con nuestros fieles miembros de la junta de asesores, voluntarios, feligreses y donantes, para “Ir y hacer así mismo,” dándoles la bienvenida a inmigrantes y reasentando refugiados de alrededor del mundo. Hace cien años, ayudamos a miles de inmigrantes europeos, quienes hicieron el arduo viaje a los Estados Unidos con la esperanza de una mejor vida. Huyendo de la pobreza, el hambre, la violencia y condiciones opresivas, los inmigrantes europeos enfrentaron enormes dificultades en su viaje y dependieron de la amabilidad de otros para instalarse en este país. Caridades Católicas fue una pieza instrumental en ayudar a estas familias a recibir las necesidades diarias de comida, ropa y albergue.

Hoy, inmigrantes llegan de diferentes partes del mundo, pero también están huyendo de la pobreza, el hambre, la violencia, la opresión religiosa y enfrentan condiciones muy peligrosas en su trayectoria a los Estados Unidos. Caridades Católicas afirma su misión y su privilegio de darles la bienvenida a nuestros “prójimos” y ayudarles a formar una mejor vida para sus familias. Caridades Católicas actualmente ayuda a aproximadamente 400 refugiados a reubicarse cada año; ayuda a más de 2,000 inmigrantes a obtener documentación legal para la reunificación familiar, la autorización de empleo y la ciudadanía; y proporciona servicios especializados a 600 inmigrantes sobrevivientes de violencia doméstica. Adicionalmente, aproximadamente 250,000 inmigrantes reciben servicios a través de varios programas de servicio social, nutrición, salud y empleo de Caridades Católicas.

En la era de mis abuelos, y aun hoy en día, inmigrantes recién llegados a este país han enfrentado discriminación. A pesar de las críticas, muy pronto se vuelven participantes vitales de la sociedad Americana, obteniendo dominio del inglés para la segunda generación, creciendo en el sistema de educación y contribuyendo en miles de maneras al crecimiento económico y social, político y de la vida espiritual de este país. Inmigrantes hacen a Estados Unidos la nación que amamos y Caridades Católicas esta extremadamente bendecida de poder ayudar a entretejerlos dentro de la tela de la sociedad Americana.

Este Día de San Patricio, será un honor muy especial celebrar los muchos regalos que los Irlandeses han otorgado a la cultura Americana. Pero también estaré celebrando el legado de Caridades Católicas de darle la bienvenida a prójimos de todas las partes del mundo, buscando las mismas oportunidades que mis abuelos hace cien años. Mientras Caridades Católicas empieza su segundo centenario sirviendo a los más vulnerables, debemos de continuar de cumplir el mandamiento de Jesús de “Ir y hacer así mismo,” levantando a nuestros hermanos y hermanas de cerca y de lejos.

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