Este mes celebramos la alegría de la Pascua y la tremenda oportunidad que trae para el renacimiento y renovación en nuestras vidas. En Caridades Católicas damos a miles de personas la oportunidad de “renovar” sus vidas cada día. Ya sea que estemos ayudando a la gente a superar una adicción en uno de nuestros programas de abuso de sustancias, salvando a familias de las profundidades de la indigencia, proporcionando un refugio seguro para las víctimas de la violencia doméstica, o ayudando a familias en una multitud de diferentes maneras, Caridades Católicas tiene el privilegio de ofrecer una nueva esperanza y una nueva vida a más de un millón de personas cada año. Cuando pensamos en la población de adultos mayores, las palabras “renacimiento” y “vida nueva” puede que no vengan a la mente de manera inmediata. Sin embargo, eso es exactamente lo que Caridades Católicas proporciona a las personas de edad avanzada y con bajos ingresos en nuestros asequibles edificios de apartamentos para la tercera edad. En los últimos 30 años, Caridades Católicas ha construido 1,500 apartamentos para adultos mayores de bajos ingresos en 19 edificios repartidos en distintos barrios de la Arquidiócesis de Chicago. Estos edificios han sido cuidadosamente diseñados para satisfacer las necesidades específicas de los adultos mayores, lo que les permite disfrutar de una “nueva” vida, libre del aislamiento social, llena de vecinos amistosos y con un ambiente de cuidado, donde pueden mantener su independencia tanto como sea posible durante el mayor tiempo posible. La seguridad diaria es la máxima prioridad, y por lo tanto cada apartamento y todas las zonas comunes son accesibles y adaptables. Los peligros que acechan a las personas mayores en sus propios hogares, --tales como escaleras, lugares con riesgo de tropiezos, o baños estrechos y de difícil acceso-- se han eliminado, y el uso de líneas de visión claras, de colores claros, de luces brillantes y de patrones de suelo distintos ayudan a los ancianos a navegar su entorno con mayor facilidad. Una recepción que está abierta las 24 horas proporciona seguridad y asegura que los residentes nunca se sientan solos. Cada edificio es algo más que una estructura con apartamentos individuales, es una comunidad con un profundo sentido de la vecindad. Las áreas comunes proporcionan espacio para que los mayores se congreguen para cumpleaños, celebración de fiestas, clases de ejercicios y una variedad de programas educativos. Algunos edificios también albergan un programa de comida para que los ancianos tengan fácil acceso a una comida caliente y nutritiva disfrutada en compañía de otros. Un coordinador de servicios en cada edificio asegura que se satisfagan las necesidades de los residentes y determina si pueden beneficiarse de servicios en el hogar, tales como las comidas a domicilio o la ayuda con el cuidado personal. Los residentes pueden participar en actividades divertidas planeadas si así lo deseaban. Para aquellos que disfrutan los juegos electrónicos ¡se ha iniciado una competencia “amistosa” de Boliche en Wii entre nuestros edificios! Y del mismo modo que Caridades Católicas ha diseñado el interior de los edificios para adultos mayores para promover su independencia y reducir el aislamiento, también hemos dado la misma atención el exterior. Un hermoso diseño de jardines da la bienvenida a los residentes del edificio, mientras que los patios seguros invitan a los residentes a disfrutar de actividades al aire libre en un entorno de seguridad. Los edificios están situados cerca del transporte público, dando a las personas mayores la opción de tomar el autobús o el tren para asistir a citas o para visitar a amigos y familiares. El uso del estacionamiento está disponible para las personas mayores que tienen sus propios automóviles, mientras que los vehículos de Caridades Católicas llevan a los residentes a las tiendas de comestibles, los centros comerciales y las excursiones planificadas. Los edificios para adultos mayores de Caridades Católicas se encuentran en algunas de las comunidades más empobrecidas de la Arquidiócesis. En muchos casos, nuestros edificios fueron los primeros de nueva construcción que estos barrios habían visto en años. Caridades Católicas mantiene estos edificios con el máximo cuidado para que sigan siendo faros brillantes de renovada esperanza y nueva vida en zonas llenas de desesperanza. Durante estos años, los residentes con relativa frecuencia me han comentado: “este es el lugar más bonito en que he vivido”. Es una bendición proporcionar dicha renovación y renacimiento a nuestros hermanos y hermanas de edad avanzada que de otro modo no podrían tener la oportunidad de un nuevo comienzo. ¡Qué poderoso recordatorio de que el Cristo resucitado no deja de hacer milagros en nuestras vidas!