Miembros de una familia centroamericana se reencuentran en un albergue de la iglesia católica en Laredo, Texas, el 4 de junio de 2019. Foto: Carlos Jasso, Reuters/CNS.
WASHINGTON (CNS) – Muchos líderes católicos y de otras religiones señalaron que la lectura del Evangelio para el 14 de julio –el día que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos iba a llevar a cabo órdenes de deportación para algunos inmigrantes– era la parábola del buen Samaritano del Evangelio de San Lucas. La historia exhorta a las personas a poner de lado sus diferencias y “ayudar a aquellos que necesitan ayuda”, como los inmigrantes que cruzan la frontera de Estados Unidos y México buscando asilo, dijeron los líderes religiosos. Entre los líderes que criticaron las acciones de ICE estuvo la hermana dominica Donna Markham, presidente y directora ejecutiva de Caridades Católicas de Estados Unidos, quien dijo el 13 de julio que su organización se opone firmemente a “los planes reportados sobre las redadas de ICE este fin de semana”. “Las amenazas de deportación y separación de familias están causando ansiedad y miedo entre las comunidades vulnerables a las que sirven nuestras agencias, poniendo en peligro la seguridad y los derechos de los inmigrantes. Más significativo es el daño psicológico duradero que la separación de familias ocasiona en los niños”, dijo. “Dicho trato tan cruel impactará a los niños por el resto de sus vidas”. “Nuestras agencias de Caridades Católicas permanecen comprometidas en proveer asistencia legal y humanitaria para nuestros hermanos y hermanas inmigrantes”, dijo. “Apoyamos la búsqueda de una inmigración legal, pero reconocemos que todos los inmigrantes, independientemente del estatus, deben ser tratados con respeto y dignidad humana básica”. La hermana Markham instó al Congreso y a la administración Trump “a promulgar una reforma migratoria integral y abordar las causas de raíz de la migración en vez de proseguir con redadas de cumplimiento en las comunidades inmigrantes de Estados Unidos”. En Texas, el obispo de Brownsville Daniel E. Flores hizo eco de las mismas preocupaciones al afirmar: “La amenaza de redadas de deportaciones masivas es psicológicamente cruel para las familias y los niños. La separación de hecho de padres de sus hijos sin ni siquiera una oportunidad de aparecer en corte es sencillamente reprobable. Las leyes deben tratar a las familias y a los niños diferente que a los narcotraficantes”. Los reportes de noticias estimaron que aproximadamente 2,000 personas iban a ser arrestadas para deportarlas. Las acciones de ICE estaban tomando lugar en por lo menos nueve ciudades: Nueva York, Baltimore, San Francisco, Los Ángeles, Denver, Chicago, Houston, Atlanta y Miami. Algunos reportes de noticias informaron que acciones de ICE también tendrían lugar en Nueva Orleans. Los alcaldes de esas ciudades anunciaron que no permitirían que sus agencias de cumplimiento de la ley cooperaran con los agentes de ICE. Miles a lo largo del país protestaron las acciones de la agencia. En Nueva York, el cardenal Timothy M. Dolan condenó el 13 de julio una actitud negativa en general hacia los refugiados e inmigrantes que dijo ver entre muchas personas en este país, una nación de inmigrantes. Sus declaraciones no fueron emitidas en respuesta directa a las deportaciones de ICE anunciadas, sino que ocurrieron después que celebró misa ese día en la capilla del Santuario de Santa Francisca Javier Cabrini en la Ciudad de Nueva York. La santa, también llamada Madre Cabrini, es la patrona de los inmigrantes y refugiados. Ella, una italoamericana, fundó a las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, una comunidad religiosa que fue un gran apoyo para los inmigrantes italianos en Estados Unidos. “Me conmovió cuando recordaba su trabajo entre los inmigrantes italianos en Estados Unidos en los siglos XIX y XX”, escribió el cardenal Dolan en una publicación de un blog. “Este trabajo me inspira hoy en día mientras la iglesia continúa dando la bienvenida a los inmigrantes de tantos países distintos, particularmente en estos tiempos problemáticamente inciertos”. “Me entristece admitir que muchos, algunos incluso en la iglesia, se oponen a la obra de la Madre Cabrini. Me preocupa que hoy en día en muchos lugares el odio y la malicia sean dirigidos contra los inmigrantes y refugiados – tanto en palabras como en acciones”, añadió. “Como pastor, oro para que el entendimiento, respeto y amor puedan crecer al lidiar con los recién llegados a nuestra tierra. Estoy orgulloso de la bienvenida que nuestras parroquias, escuelas, ministerios caritativos y de cuidado a la salud han proporcionado y proporcionan”, dijo el cardenal Dolan. En una entrevista el 14 de julio en el canal de noticias Fox News, Matt Albence, director interino de ICE, dijo que “usar el término 'redada’ causa a todos un perjuicio. Estamos haciendo acciones de cumplimiento enfocadas contra individuos específicos que han tenido su día en la corte de inmigración y han recibido una remoción por un juez de inmigración”. “Estamos simplemente ejecutando esas órdenes de jueces emitidas legalmente”, señaló. Albence dijo que no podía dar detalles de lo que la agencia estaba llamando “Operation Perspective” (Operación Perspectiva), pero dijo que los individuos que ICE tenía como objetivos vinieron “a este país ilegalmente, tuvieron la oportunidad de hacer una petición de asilo ante un juez de inmigración, y la mayoría de ellos decidió no usar esa oportunidad y ni siquiera se presentaron para su primera audiencia”. Albence añadió que, en febrero, ICE dio a estos individuos una oportunidad de entregarse y arreglar “procesos para dejar el país”. Solo el 3%, señaló, “de hecho respondieron, el resto ignoró (la solicitud)”. Ken Cuccinelli, director interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, dijo que la acción del fin de semana se alinea con la prioridad de ICE de remover criminales de Estados Unidos “Tenemos agentes de ICE que son compasivos y leales que simplemente están haciendo su trabajo”, señaló el Sr. Cuccinelli en una entrevista matinal el 14 de julio con Jake Tapper de CNN. “Te muestra qué tan bajo hemos caído que se ha vuelto noticia que en realidad irían a deportar personas que tienen órdenes de remoción”. En otra reacción basada en la fe, Katie Adams, defensora de política doméstica para United Church of Christ y copresidente de Interfaith Immigration Coalition, dijo el 12 de julio que tener “estas redadas” un domingo, “el día sagrado del cristianismo”, es “una prueba más que estas acciones están en bancarrota moral”. “Estas redadas vienen de un lugar de miedo, sospecha y odio; vivir en ese tipo de odio es opuesto al Evangelio que enseña amor por la humanidad. Las familias son sagradas, tanto en la que nacemos como aquellas que encontramos”, señaló Adams. El Concilio Nacional de Iglesias (National Council of Churches), también en una declaración del 12 de julio, instó a la administración de Trump a suspender las acciones de ICE, que etiquetó como “inadmisibles e inmorales”. “Este es un momento en el cual Dios está llamando a la iglesia a hacer todo lo que puede para solidarizarse con aquellos que han buscado refugio dentro de nuestras fronteras, resistir estas medidas y mostrar compasión hacia las personas amenazadas con la deportación”, dijo el consejo. En junio, cuando la administración Trump indicó que planeaba una operación de cumplimiento en importantes ciudades para remover a miles de familias migrantes con órdenes de deportación, el presidente del comité de migración de los obispos de Estados Unidos criticó la decisión, diciendo que acciones de cumplimiento amplias “instigan pánico en nuestras comunidades y no servirán como un freno efectivo a la migración irregular”. “Reconocemos el derecho de las naciones a controlar sus fronteras de una manera justa y proporcionada”, dijo el obispo Joe S. Vásquez de Austin, Texas, en una declaración el 22 de junio. Las deportaciones de ICE fueron pospuestas después. “Debemos enfocarnos en las causas de raíz en Centroamérica que han forzado a tantos a dejar sus hogares en busca de seguridad y reformar nuestro sistema de inmigración con una visión hacia la justicia y el bien común”, dijo, añadiendo que los obispos de Estados Unidos estaban listos para trabajar con la administración y el congreso para alcanzar una reforma de inmigración integral. “Durante estos tiempos inquietantes, ofrecemos nuestras oraciones y apoyo a nuestros hermanos y hermanas”, dijo el obispo Vásquez, “independientemente de su estatus de inmigración y reconociendo su dignidad inherente como hijos de Dios”. El comité de migración de USCCB hace un llamado a revertir las deportaciones de ‘vía rápida’ WASHINGTON— El 25 de julio, la Administración aumentó significativamente el uso del controversial proceso de la “vía rápida” o “remoción expedita” de los inmigrantes sobre quienes recaiga la sospecha de estar indocumentados, incluyendo aquellos que no puedan probarle a un oficial de inmigración que ellos han residido en los Estados Unidos ininterrumpidamente por dos años o más. Esta acción de la Administración le otorga al Departamento de Seguridad Nacional la autoridad de sacar de los Estados Unidos a personas de quienes se sospeche puedan haber estado indocumentadas, evitando protecciones importantes del debido proceso. El reverendísimo Joe Vásquez, obispo de Austin, y presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos emitió el siguiente comunicado: “Hago un llamado al Departamento de Seguridad Nacional para que revierta su decisión de expandir su política de remoción expedita. Esta es otra acción de la escalada de la política de la Administración sobre la aplicación de la ley de inmigración y va a tener consecuencias humanas terribles. La nueva política va a permitir la deportación de muchos más individuos sin darles la oportunidad de buscar asesoría legal y tener una audiencia con un juez de inmigración. Aún esos migrantes que tienen lazos más estrechos de estadía en Estados Unidos y han estado en este país por más de los dos años requeridos, pudieran ser ahora sujetos de remoción expedita bajo esta nueva política si ellos no pueden presentar pruebas que cumplan con los requerimientos del oficial de inmigración. “La implementación de esta nueva política va a tener injustos e inaceptables resultados y llevará al incremento de la separación familiar, aumentando el miedo en nuestras comunidades”.