Área de Chicago

Vestida de Luz, un retiro que acompaña a las jóvenes en una etapa difícil

Por Ely Segura
jueves, marzo 3, 2022

Participantes del retiro Vestida de Luz, en Nuestra Señora de las Américas, en La Villita. Foto: Karen Callaway/Católico

“Cuando yo tenía quince años hubiera querido recibir información de mujeres jóvenes que me hablaran sobre la importancia y mi valor como mujer” nos dice Blanca Rodríguez, coordinadora de la oficina de Respeto a la Vida en la Arquidiócesis. “Los quince años es una etapa muy difícil para reconocer tu identidad y el amor de Dios para ti”.

Rodríguez es la coordinadora de Vestida de Luz, un retiro para jovencitas que se llevó a cabo el 26 y 27 de febrero en las instalaciones de la parroquia Nuestra Señora de las Américas, en La Villita. “Nosotras [las organizadoras] queremos fungir como hermanas mayores o mentoras de las chicas en este retiro. Que sepan que estamos en la mejor disposición de escucharlas y acompañarlas en esta etapa”, compartió Rodríguez.

La iniciativa Vestida de Luz nace desde el ministerio de Respeto a la Vida y la Educación en Castidad de la Arquidiócesis de Chicago, y surgió con el propósito de ofrecer un espacio de confianza en el que las jovencitas participantes puedan expresar sus inquietudes sobre la etapa en la que viven, y a la vez puedan abrir sus mentes y corazones para ser guiadas hacia el amor de Cristo, a fin de que puedan sentirse auténticamente amadas y realizadas.

Este retiro estuvo dirigido por jóvenes profesionales y latinas que han experimentado la gracia de encontrar un significado profundo en ser mujeres cristianas católicas. Ellas albergan el deseo de compartir con las chicas asistentes las buenas noticias de la fe católica, a través de charlas sobre la modestia, la castidad, la feminidad, el noviazgo, el desarrollo personal, la relación con Cristo Jesús y la Virgen María, el significado de la fiesta de quince años, entre otros temas.

El retiro se inspira en las numerosas ceremonias religiosas de quince años que se celebran, sobre todo, en las parroquias latinas de toda la Arquidiócesis, recordándonos que el sentido de estas se remonta al gesto de los padres de familia en devolver a Dios “la tutela” de sus niñas convertidas ahora en jovencitas.

“Antes se consideraba que a esa edad ya las jóvenes eran aptas para casarse, entonces los padres, durante la ceremonia, le daban gracias a Dios por sus vidas y el momento bajo su cuidado” agrega Rodríguez. “Hoy el sentido es llevarlas a la iglesia para también agradecer a Dios y encargárselas, porque a partir de los quince años se convierten en personas más independientes en sus decisiones. Se pide a Dios que las ilumine en su nuevo caminar”.

Rodríguez explica que con este retiro se quiere también enseñar a las jovencitas que tanto sus vestidos como la fiesta de quinceañera son bonitos, pero lo más importante es conocer el sentido teológico de esta ceremonia. “Por ejemplo, el ofrecimiento de las flores es un signo de agradecimiento a la Virgen y a la vez una petición para seguir viéndola como ejemplo de vida virtuosa”, explica Rodríguez.

Dayana Huerta y Rosalina Prado son dos de las jóvenes adultas voluntarias de este retiro de quinceañeras. Ambas son líderes del grupo juvenil Iskali, de la parroquia San Leonardo en Berwyn, IL., y están ansiosas de tener este encuentro de hermandad con las participantes.

“Yo tuve un acercamiento a la fe a través de mi madre y estoy muy agradecida, pero hubiera querido tener un retiro como este” dice Dayana Huerta. “Tener quince años puede ser una edad muy peligrosa; con inseguridades y malas influencias. Por eso en este retiro queremos ser mentoras de las chicas, que ellas sepan que son valiosas y cuentan con nosotras” agrega Huerta, “y que, así como en mi familia la fiesta de quinceañera era un motivo de unión para todos, para celebrar nuestras tradiciones y para expresar nuestra devoción a la Virgen de Guadalupe, queremos que ellas también tengan esa conexión con ella; que sepan que tienen una madre en la tierra, pero también una madre en el cielo”.

“Quiero compartir a las chicas que yo también pasé por esa edad y que fue mi etapa favorita” expresa Rosalina Prados. “Lo que ellas van a vivir yo también lo viví y por eso pude celebrar mis quince años al máximo”. Prados afirma que su expectativa es ganarse la confianza de las jovencitas, “que ellas me vean como una amiga más y que puedan crecer a través de nuestras historias y de lo que tenemos para platicarles”.

Emily Flores es una de las participantes de Vestida de Luz que tendrá su quinceañera en agosto: “Estoy muy emocionada desde que supe de este retiro. Espero aprender sobre salud mental, de cómo ser una mujer joven independiente y, sobre todo, conocerme a mí misma”, señala.

No es necesario tener una fiesta de quince años para participar en este retiro. Están invitadas todas las jóvenes entre 14 a 16 años. Para saber de más retiros en el futuro, escriba a Blanca Rodríguez a través del correo electrónico: [email protected]

Advertising