Miembros de Pro Labore Dei y voluntarios de San Donato reparten despensas el 13 de junio. El programa seguirá cada sábado al mediodía mientras dure la crisis del COVID-19. Foto: Karen Callaway/Católico
La pandemia del COVID-19 ha traído a nuestras parroquias retos que no habíamos imaginado. Los sacerdotes han tenido que ingeniarse distintas maneras de estar cerca de sus feligreses, manteniendo a su vez la sana distancia. Ellos han celebrado misas a través de Facebook y YouTube para mantener a sus feligreses escuchando la Palabra de Dios. Otros han orado con sus feligreses a través de Zoom. En algunas parroquias han creado nuevos programas de aprendizaje para sus feligreses, mientras que en otras han creado programas urgentes para llevar lo necesario a las familias que están atravesando dificultades en estos tiempos. Desde hace varios años, el padre Diego Cadavid está a cargo de la parroquia de San Donato, en la ciudad de Blue Island. Aunque en sus orígenes la parroquia servía a la comunidad italiana, hoy sus feligreses son predominantemente hispanos. En plena Cuaresma, cuando ya se hablaba de la posibilidad de que el estado de Illinois declarara la orden de “quedarse en casa” para evitar la propagación del virus, el padre Diego se preparó de antemano: compró una cámara para transmitir las distintas celebraciones a su feligresía. Católico pudo hablar con el padre Diego para saber un poco más sobre sus actividades de los pasados meses. “Me abrí un canal en YouTube y el domingo 22 de marzo comenzamos a transmitir la misa diaria y dominical” dice el padre. No obstante, con esto se perdió el contacto directo con la gente. “Tenemos una cuenta en Facebook y creamos unas redes en Whatsapp con parroquianos para que pudiéramos tener una comunicación con ellos” agrega. “Teníamos presencia en la oficina para responder llamadas de la gente y a través de las misas estuvimos muy pendientes de sus necesidades. Ellos nos escribían por Facebook o Whatsapp de sus necesidades. Toda la gente podía escuchar y ver su petición en el Santísimo”. Con el tiempo, el padre Diego logró tener una lista de todos los nombres de parroquianos que estaban en la “primera línea” cuidando de los enfermos. Hasta la fecha estos nombres están al pie del Santísimo pidiéndole que los cuide de todo mal. Durante la Cuaresma, la parroquia también les envió una guía para seguir distintas actividades desde sus hogares con sus familiares. Para celebrar el Domingo de Resurrecion el padre Diego hizo una procesión con el Santísimo por las calles de Blue Island por bastantes horas, lo cual trajo un momento de alegría y alivio para sus feligreses. “Cuando ya empezó a subir muy alto el desempleo comencé a pensar cómo hacerle, y pues Dios respondió a la llamada” dice el padre, quien explica: “Yo estaba conectado con Pro Labore Dei, una organización que da comida a quien lo necesita. Entonces les dije ‘pues vénganse porque es lo que yo ando buscando’. Hemos estado ayudando a 150 personas cada ocho días por las últimas cuatro semanas”. Pro Labore Dei se ha integrado a la comunidad de San Donato para llevar la ayuda de alimentos a cualquier familia que lo necesite. Las personas solo entran al estacionamiento y se forman en sus coches. Después, Pro Labore Dei junto con los ayudantes de San Donato van poniendo los alimentos en las cajuelas de los coches. Esta entrega de alimentos se lleva a cabo cada sábado a las 12:00 p.m. mientras dure la crisis de la pandemia. Se invita también a los parroquianos a la adoración al santísimo los martes, jueves, y sábados de 9:30 a.m. a 5:30 p.m. desde su coche en el estacionamiento de San Donato. Cada miércoles se comparte una emisión a las 12:00 p.m. llamada ‘Aprendiendo en Comunidad.’ Allí se puede aprender un poco más sobre la fe y se puede ver en su canal de YouTube llamado St.Donatus Church.