Área de Chicago

Efectos de COVID-19 están enviando a más personas a las despensas de alimentos locales

Por Joyce Duriga
lunes, abril 13, 2020

Personal y voluntarios de la oficina de Caridades Católicas en Des Plaines distribuyen comida de su despensa el 1 de abril. Foto: Karen Callaway/Católico

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Con cada día que pasa de la pandemia de COVID-19, recibimos más noticias sobre personas despedidas. Dichas personas pasan a las filas de los desempleados y, en algunos casos, enfrentan inseguridad alimentaria.

Al mismo tiempo, muchas despensas de alimentos más pequeñas han tenido que cerrar sus puertas debido a la pandemia.

El creciente número de personas necesitadas y el número cada vez menor de despensas de alimentos significa que más personas están dependiendo de las despensas de alimentos y cenas operadas por organizaciones como Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Chicago y la Misión de Nuestra Señora de los Ángeles.

“Nuestras despensas han visto un aumento de personas que llegan a lo largo del condado de Cook y de Lake”, dijo Marie Jochum, directora de relaciones de la junta y participación de los voluntarios de Caridades Católicas, quien está ayudando a coordinar la respuesta de la agencia a la inseguridad alimentaria durante la pandemia. “Todavía estamos funcionando y enfocados realmente en las necesidades humanas básicas”.

Caridades Católicas continúa operando despensas, cenas todas las noches, comidas para personas mayores distribuidas en hogares y centros residenciales, comidas entregadas a domicilio y un programa de Meals on Wheels.

“Nosotros esperamos que en las próximas semanas y meses personas que no venían regularmente van a comenzar a venir a nosotros”, señaló. “Hemos puesto las cosas en su lugar para responder a eso, pero allí es en donde realmente necesitamos la ayuda de la comunidad también”.

Más personas ya están viniendo a las cenas calientes nocturnas que Caridades Católicas ofrece en su sede en 721 N. LaSalle St., así como en su sitio en Des Plaines, en la parroquia St. Blase en Summit y la parroquia St. Anne en Hazel Crest.

Las cenas dependen de donaciones de comida caliente de restaurantes y, a pesar del efecto que COVID-19 ha tenido en la industria restaurantera local, solamente un restaurante tuvo que retirarse. Para ayudar a que las comidas continúen llegando a su ubicación del centro, un donante está ofreciendo apoyo a los restaurantes para que ellos, a su vez, puedan todavía suministrar comida para las cenas.

“Al ayudarlos a ellos, este donante realmente nos ha ayudado a nosotros, así que todavía pueden proveernos comidas”, dijo Jochum. “Si tuviéramos que hacerlo, optaríamos por cenas en bolsas, pero esto nos ayuda a hacer esto por mucho más tiempo de lo que anticipábamos”.

Antes de COVID-19, las cenas se servían a la mesa. Ahora, los voluntarios empacan las comidas calientes, incluyendo postre y una bebida, en recipientes para llevar y los distribuyen a los invitados, todo mientras observan distanciamiento social.

“Se ha ido el aspecto social de las cenas, lo cual es triste porque eso es importante para las personas, pero obviamente la salud de todos es una prioridad por encima de eso”, mencionó Jochum. “No hemos visto que disminuyan las personas que vienen a las cenas. Todavía es un número alto de personas”.

Igual que Caridades Católicas, la Misión de Nuestra Señora de los Ángeles ha visto un aumento en el número de personas que van a su despensa de alimentos de los martes y los regalos de alimentos mensuales. Por ejemplo, aproximadamente 200 invitados usualmente vienen cuando la despensa de alimentos está abierta los martes, pero ahora viene más del doble de eso.

Normalmente, la despensa de alimentos bajo techo de la misión está establecida como un supermercado donde los invitados pueden escoger cuál alimento quieren y ponerlo en el carrito para embolsarlos. Ahora, la despensa es al aire libre y ya no hay elección de comida, dijo la hermana Stephanie Baglia de las Franciscanas de la Eucaristía de Chicago.

Otra diferencia es que se ha pedido a los voluntarios que se queden en casa. Las franciscanas mismas están embolsando previamente los alimentos para mantener a las personas seguras. Los invitados reciben bolsas de alimentos no perecederos, productos agrícolas, carne y lácteos, y artículos misceláneos.

“Las personas están obteniendo los mismos tipos de cosas”, comentó la hermana Stephanie. “Ellos todavía están recibiendo mucha comida. Solo que hay menos opciones”.

Cada semana, las franciscanas instalan afuera 16 mesas separadas por seis pies, para observar el distanciamiento social, y ponen bolsas en las mesas para que las recojan los invitados. Se mueve rápidamente y se hace en aproximadamente dos horas.

“Es muy rápido porque estamos tratando de evitar que las personas tengan que pararse una al lado de la otra. Es una despensa aeróbica. Nos estamos moviendo. Por eso tienes que estar en forma”, dijo la hermana Stephanie, que también corre maratones.

Los miembros del Departamento de Policía de Chicago están ayudando a las franciscanas al entregar comida a las casas de las personas que no pueden salir y venir a la misión.

A medida que el número de personas que son servidas ha aumentado, también lo han hecho las donaciones.

“Las personas han sido extraordinariamente generosas al traer comida adicional”, mencionó. “The Greater Chicago Food Depository ha sido extraordinariamente generoso. Ellos han quitado todos los costos de la comida para las agencias asociadas hasta que haya pasado el coronavirus”.

Aunque no están pasando mucho tiempo socializando con los invitados, debido al distanciamiento social, las franciscanas están escuchando palabras de apoyo de ellos.

“Las personas están extremadamente agradecidas de que todavía estemos abiertos debido a que muchas despensas han cerrado, lo cual es una de las razones del por qué nuestros números han aumentado”, dijo. “Ellos están tan agradecidos de que la iglesia ha continuado su alcance hacia los pobres. Ellos saben que somos tanto nosotros como Caridades Católicas y todo tipo de personas que están haciendo cosas grandiosas para tratar de ayudar a las personas que realmente están teniendo dificultades durante todo este asunto”.

Al igual que Jochum, la hermana Stephanie cree que el número de personas que está viniendo a la despensa continuará aumentando.

“Yo creo que aumentará antes de disminuir”, comentó. “Podríamos ser más grandes para siempre porque mucha gente se enteró de nosotros a través de esto”.

Para donar a Caridades Católicas para apoyar sus esfuerzos, visite catholiccharities.net. Para donar a la Misión de Nuestra Señora de los Ángeles visite missionola.com.

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