Héctor Rivera, director de Servicios Terapéuticos para Jóvenes y Familias

Caridades Católicas ofrece asistencia de atención informada sobre el trauma

martes, octubre 5, 2021

Cuando comencé mi carrera en consejería terapéutica hace más de 30 años, elegí trabajar en Caridades Católicas porque creí profundamente en la misión de esta organización de cuidar a los demás de una manera equivalente a la dignidad que Dios les ha dado.

El dedicado personal de consejeros profesionales y trabajadores sociales de Caridades Católicas se esfuerza por estar a la vanguardia de los servicios sociales. En los últimos años, esto ha significado un énfasis creciente en la importancia vital de los servicios de salud mental, y especialmente lo que se conoce como atención informada sobre el trauma o terapia informada sobre el trauma. 

La terapia informada sobre el trauma reconoce que las experiencias negativas del pasado, o los traumas, pueden influir en el funcionamiento de un individuo en el presente.  Los niños son los más afectados por el trauma porque el cerebro joven en desarrollo es particularmente vulnerable al exceso de cortisol liberado por el estrés y el miedo prolongados. 

El estudio longitudinal de Experiencias Adversas en la Infancia (ACE, por sus siglas en inglés), realizado conjuntamente por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y Kaiser Permanente, proporciona evidencia importante, respaldada por investigaciones, de que las experiencias adversas en la infancia, como abuso físico o sexual, falta de vivienda, muerte de un padre, el divorcio, la violencia doméstica o comunitaria y otras experiencias negativas pueden, sin la intervención y el apoyo adecuados, conducir a resultados negativos de comportamiento y salud en el futuro.  Esto puede incluir el uso indebido de drogas y alcohol, ideas suicidas, bajo rendimiento escolar, problemas de salud mental, comportamientos antisociales y numerosas afecciones de salud como enfermedades cardíacas, pulmonares y hepáticas.

Aunque el estudio ACE confirma nuestros peores temores sobre el impacto potencial del trauma infantil, también nos da una gran esperanza porque proporciona una hoja de ruta clara para el cambio, alumbrando el camino hacia los apoyos sociales y emocionales adecuados para ayudar a las personas a llevar una vida más saludable.  Si bien no podemos borrar el pasado, las intervenciones terapéuticas pueden “interrumpir” el ciclo negativo al enseñar los mecanismos adecuados de afrontamiento, mejorar las relaciones familiares y comunitarias, reconocer y nutrir la fuerza interior y desarrollar la resiliencia. A menudo digo que no podemos eliminar el trauma, pero podemos ayudar a las personas a llevarlo consigo, restaurando la dignidad, fomentando la paz y abriendo la puerta a la alegría y a un mejor funcionamiento diario. 

A través de nuestros muchos programas de consejería informados sobre el trauma, Caridades Católicas tiene el honor de acompañar a las personas en este cuidadoso viaje de sanación, no solo mejorando las vidas de las personas atendidas, sino también fomentando un poderoso efecto dominó en todas las comunidades en las que viven.

Ampliar la disponibilidad de la terapia informada sobre el trauma es exactamente lo que necesitamos en este momento de la historia. Sin duda, la pandemia de COVID-19 ha agravado experiencias traumáticas para todos nosotros, pero especialmente para aquellos que viven en comunidades donde hay escasos recursos que han visto la mayor cantidad de empleos perdidos, la mayoría de las enfermedades y de las muertes, incrementos en la violencia, y tienen menos acceso a los servicios de salud física y mental. A medida que la pandemia y sus efectos persisten, Caridades Católicas cuenta con nuestros donantes y voluntarios para ayudarnos a llevar la terapia informada sobre el trauma y otros servicios de apoyo necesarios a las personas y lugares que más nos necesitan.  Con su ayuda, podemos y haremos una diferencia, cambiando vidas y comunidades un corazón a la vez.

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