Este mes, la Arquidiócesis de Chicago ordenará a cinco sacerdotes nuevos. Siempre insto a los recién ordenados a tener en cuenta que al recibir la ordenación están ingresando al presbiterio de Chicago, un cuerpo de sacerdotes que tiene una larga historia de marcar la diferencia en la Iglesia y en el mundo. Felizmente, puedo señalar tres ejemplos recientes de nuestros sacerdotes marcando la diferencia. El primero es el padre Tim O’Malley, párroco de la iglesia Most Blessed Trinity en Waukegan. Él y su equipo se han unido a fuerzas del orden público locales y al vicario, el obispo Jeffrey Grob, al organizar una recompra de armas para aumentar la seguridad pública. El sábado, 29 de abril, 166 armas fueron recolectadas, incluyendo un Uzi. El liderazgo del padre Tim para ayudar a coordinar este esfuerzo fue clave, y él se suma al trabajo de otros sacerdotes que han hecho lo mismo, a medida que la sociedad responde al intolerable aumento en la violencia con armas en nuestra área y a lo largo de la nación. También supimos esta semana que la Cruz Roja Americana del área metropolitana de Chicago está honrando al padre Hernan Cuevas Contreras en su próximo “Heroes Breakfast” (Desayuno de Héroes) anual . Él está siendo reconocido por su liderazgo después del tiroteo masivo en el desfile del Día de la Independencia en Highland Park. Él se encontraba en su tercer día como párroco de la parroquia Christ Our Hope cuando ocurrió esta tragedia. Tomó acción inmediata y guio a sus feligreses y a otros espectadores del desfile para refugiarse en la iglesia. La iglesia Immaculate Conception, uno de los lugares de culto de la parroquia, albergó a más de 50 personas durante cuatro horas mientras el autor de los disparos permanecía prófugo. Tras la tragedia, el padre Hernan también se dedicó a proporcionar recursos para los miembros de habla hispana de la comunidad para apoyar en la sanación de Highland Park y Highwood, donde la iglesia Saint James, el otro lugar de culto, está ubicada. Finalmente, el cardenal Wilton Gregory, ordenado para la Arquidiócesis de Chicago en 1973, ahora sirviendo como el arzobispo de Washington, ha sido nombrado un “Laureate of the Order of Lincoln” (Laureado de la Orden de Lincoln). Su camino de fe excepcional comenzó hace más de seis décadas en la escuela católica St. Carthage en el sur de Chicago, cuando sintió el llamado de Dios al sacerdocio. Recibido en la iglesia a la edad de 11 años, continuó sus estudios en escuelas y seminarios arquidiocesanos. Apenas 10 años después fue ordenado obispo auxiliar en 1983. Luego pasó a servir como el obispo de Belleville y más notablemente como presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Durante su liderazgo en la USCCB, promovió el Estatuto para la Protección de Niños y Jóvenes de 2002. También sirvió como arzobispo de Atlanta antes de que el papa Francisco lo nombrara arzobispo de Washington. Estos tres sacerdotes de nuestra arquidiócesis nos enorgullecen, al igual que muchos de nuestros sacerdotes que trabajan cada día para servir y liderar, a menudo con poco reconocimiento. Lo hacen porque están motivados por un amor a Dios y al pueblo que pastorean. Nuestros sacerdotes recién ordenados ahora toman su lugar en este presbiterio, y esperamos con interés las contribuciones que harán para continuar con esta gran herencia de ministerio que marca la diferencia en la Iglesia y el mundo. Felicitaciones a todos.