Con la presencia de representantes de 200 tradiciones religiosas provenientes de 80 países, Chicago fue el huésped del Parlamento de las Religiones del Mundo. Cristianos, judíos, musulmanes, sijes, budistas, hindúes y otros se dieron cita en McCormick Place del 14 al 18 de agosto para reivindicar la tolerancia y el respeto entre creencias, pero también para demandar el respeto a la libertad y los derechos humanos en todo el mundo. El Parlamento tuvo como tema “Un llamado a la conciencia: en defensa de la libertad y los derechos humanos”, por lo que su enfoque estuvo no solo en la paz y la justicia, sino en el cuidado del planeta, en un momento de crisis climática que afecta a los países más desaventajados, a pesar de que los mayores índices de contaminación provienen de los países más ricos. Con este objetivo, el 17 de agosto líderes de trece tradiciones cristianas firmaron una declaración ecuménica sobre el cuidado de la creación. Asimismo, ya el 15 de agosto líderes provenientes de todo el mundo se habían reunido a orillas del lago para llevar a cabo una ceremonia donde miembros de las tradiciones espirituales congregadas dieron lectura a diez prácticas espirituales para atender el cambio climático. De manera previa al Parlamento, el 13 de agosto se llevó a cabo un desfile que celebró las distintas religiones del mundo, por Martin Luther King Drive. El cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago, se dirigió a los presentes el 16 de agosto señalando que, aunque los nuevos medios de comunicación nos permiten un acceso nunca antes imaginado a todos los saberes, también se ha endurecido nuestra intolerancia y nuestra tendencia a buscar solo las opiniones que coinciden con la nuestra. “Estos años que pasaron han sido difíciles para todos nosotros. Nos hemos vuelto más conscientes que nunca de las interconexiones de unos con otros y con nuestro medio ambiente” dijo el cardenal Cupich. Dan Olsen, director de la Oficina para Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos de la Arquidiócesis de Chicago escribió en un texto publicado en un número anterior de Católico: “Admitiendo que nubes oscuras de polarización y sospecha han llegado a marcar nuestro tiempo, el papa Francisco nos recuerda en su encíclica Fratelli Tutti de 2019 que ‘Dios sigue derramando en la humanidad semillas de bien’. Esta extraordinaria reunión de personas de todo el mundo, que tiene lugar en nuestro patio trasero, proporciona una oportunidad sin igual para los católicos y todas las personas de buena voluntad de encontrar estas semillas de bondad que fluyen a través de la familia humana”.