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La devoción guadalupana mostró a los católicos hispanos como una sola familia

Por Redacción Católico
martes, diciembre 27, 2022

La devoción guadalupana mostró a los católicos hispanos como una sola familia (Galería)

Se estima que más de 200 mil fieles, procedentes no solo del estado de Illinois sino de otros estados del país, se dieron cita a lo largo del 11 y 12 de diciembre de 2022 para marcar la festividad de la Virgen de Guadalupe en el Santuario de Des Plaines.
Más de un centenar de traileros trajeron sus vehículos decorados con la imagen de la Virgen de Guadalupe al santuario de Des Plaines, el 3 de diciembre. Foto: Cyndy Flores-Mocarski/Católico
Miembros del Club Vaqueros Unidos, de Wadsworth, IL. hicieron la cabalgata hacia el Santuario el 3 de diciembre. Foto: Karen Callaway/Católico
Jinete deposita una rosa ante la imagen de la Virgen de Guadalupe en el Santuario, el 3 de diciembre. Foto: Karen Callaway/Católico
Miles de peregrinos acudieron a la cita en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Des Plaines la noche del 11 de diciembre. Foto: Cyndy Flores-Mocarski/Católico
Se estima que más de 200 mil personas asisten cada año al Santuario entre el 11 y 12 de diciembre para refrendar su devoción a la Virgen de Guadalupe. Foto: Cyndy Flores-Mocarski/Católico
Danzantes de varias parroquias de la arquidiócesis vinieron a celebrar a la Virgen de Guadalupe la noche del 11 al 12 de diciembre. Foto: Cyndy Flores-Mocarski/Católico
Una feligresa sostiene a su bebé durante la misa oficiada por el cardenal Cupich el 11 de diciembre. Foto: Karen Callaway/Católico
Feligreses durante la misa del cardenal Cupich el 11 de diciembre. Foto: Karen Callaway/Católico

Se estima que más de 200 mil fieles, procedentes no solo del estado de Illinois sino de otros estados del país, se dieron cita a lo largo del 11 y 12 de diciembre de 2022 para marcar la festividad de la Virgen de Guadalupe en el Santuario de Des Plaines.

El fervor de las celebraciones guadalupanas comenzó como cada año, temprano en el mes, ya que el 3 de diciembre el Santuario abrió sus puertas a la tradicional cabalgata que convoca Jinetes Unidos, en la que más de 500 jinetes procedentes de Illinois, Michigan, Iowa y Wisconsin cabalgaron ante la imagen de la Virgen de Guadalupe para depositarle una rosa y recibir una bendición. Los jinetes habían comenzado su peregrinación de siete millas con una misa en la reserva forestal en Northbrook, antes de tomar camino hacia Des Plaines. A su llegada, después de la misa matinal, el padre Esequiel Sánchez, rector del Santuario, guio a la cabalgata ante el júbilo de los asistentes. Ese día también tuvo lugar la bendición a los conductores de tráileres que trajeron alrededor de cien vehículos.   

El 11 de diciembre, víspera de la festividad de la Patrona de México, por la tarde tuvo lugar la misa oficiada por el cardenal Blase Cupich, quien enfatizó dos cualidades de la Virgen de Guadalupe: ser madre y mestiza.

“Mientras celebramos a María, recordamos que ella es nuestra madre” dijo el cardenal. “Significa ante todo que no somos huérfanos, porque tenemos una madre. Pero también significa que nos pertenecemos unos a otros como una sola familia. Como una madre, ella nos invita siempre a hacer de este mundo no solo un lugar para vivir, una casa, sino un hogar donde una familia florece y crece”.

“Es cierto” agregó, “las familias tienen sus dificultades, hermanos y hermanas pelean y no están de acuerdo; pero, con frecuencia, una madre es la que preserva la unidad y ayuda a la familia a permanecer unida al recordarles lo que es realmente importante en la vida. Hoy, muchas madres aquí saben a lo que me refiero cuando digo esto”.

El cardenal continuó su homilía para explicar la cualidad de mestiza de la Virgen: “La segunda palabra es lo que Nuestra Señora de Guadalupe, que se le apareció a Juan Diego, quiso ser para nosotros: mestiza, alguien que es de raza mixta. El mensaje es claro. La dignidad de la humanidad nos pertenece a todos, a todas las mezclas que componen la humanidad. Por lo tanto, nunca debe haber una cultura de exclusión de las personas porque no han nacido, son demasiado viejas, o son de una parte diferente del mundo, hablan un idioma diferente, sufren discapacidades o son de raza mixta”.

La celebración se extendió toda la noche incluyendo fuegos artificiales y las mañanitas; como ya es tradicional, vinieron grupos de danzantes de toda la arquidiócesis y el ambiente se sintió como si toda comunidad católica hispana fuera una gran familia. La gente siguió llegando durante el 12 de diciembre, la fecha de la festividad, para depositar rosas y ofrendas, así como para pagar mandas, dar gracias a la Morena del Tepeyac y refrendarle la fe que los inmigrantes latinos le tienen.

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