Área de Chicago

Nuevo programa invita a las parroquias a patrocinar a nuevos solicitantes de asilo

Por Joyce Duriga
viernes, diciembre 2, 2022

Un niño migrante de Venezuela juega con un teléfono público fuera de un albergue en El Paso, Tx. En septiembre de 2022. Foto: Jose Luis Gonzalez, Reuters/CNS

Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Chicago ha estado trabajando con 3,600 solicitantes de asilo que llegaron a Chicago en autobuses durante los últimos meses en busca de un nuevo comienzo en Estados Unidos. Ahora las parroquias pueden ser parte de ese esfuerzo al patrocinar a una de las familias y acompañarlas a que se establezcan aquí.

La última semana de noviembre, Caridades Católicas y un nuevo grupo asesor conformado por el clero, religiosos y personas laicas enviaron una carta a las parroquias invitándolas a reuniones en línea; una en inglés y otra en español, que describirán este nuevo esfuerzo.

El padre Larry Dowling, párroco de la parroquia St. Agatha-St. Martin de Porres, preside el grupo asesor y dijo que actuará como enlace entre Caridades Católicas, cuyos trabajadores sociales trabajarán con las familias para identificar las necesidades, y las parroquias, personas o grupos que patrocinarán y acompañarán a las familias.

El grupo asesor también consultó con un grupo de trabajo de más de 65 personas de alrededor de la arquidiócesis para aportar ideas sobre cómo ayudar mejor a los nuevos solicitantes de asilo que en su mayoría son de Venezuela. Ellos desarrollaron un kit de herramientas que guía a las parroquias y grupos a través de los pasos del acompañamiento.

A cada familia se le asignará un administrador de casos a través de Caridades Católicas, que también será un enlace con la parroquia patrocinadora para identificar las necesidades de la familia con las que ellos pueden ayudar.

Como parte del patrocinio, las parroquias cubrirían seis meses de alquiler para una familia. Si no pueden costear eso, pueden ser asociadas con otra parroquia y, cuando sea necesario, los fondos de la segunda colecta llevada a cabo en las parroquias el 6 de noviembre, pueden cubrir las diferencias, dijo Dowling.

“A cualquiera que realmente quiera patrocinar a una familia los acompañaremos a lo largo del camino y aseguraremos que los recursos monetarios estén allí si los necesitan, así como también apoyar a su acompañamiento de la familia”, señaló Dowling.

La esperanza es que durante los seis meses, las familias, con la ayuda de las parroquias y Caridades Católicas, tendrán una buena base sobre la cual construir.

“Realmente estamos tratando de hacerlo tan fácil como sea posible para las parroquias, o personas o grupos en las parroquias, para acompañarlos en todo el camino”, dijo.

El acompañamiento es más que proporcionar vivienda y trabajos, mencionó.

“Son personas para caminar contigo y animarte y estar allí contigo cuando haya obstáculos”, dijo. “Esa parte de acompañamiento es enorme y realmente solo puede hacerse a nivel local”.

Tener un comité asesor que pueda funcionar como intermediario para conectar a Caridades Católicas y las parroquias es algo que se ha necesitado, dijo Dowling, quien está involucrado en varios esfuerzos de justicia social.

“Cualquier forma en la que Caridades Católicas pueda mirar a las parroquias para decir ‘Ok, ¿qué sería útil? ¿Cuáles son las cosas en las que podemos asociarnos?’ es una cosa buena. Obviamente necesitamos la experiencia de Caridades Católicas pero también necesitamos la sabiduría que viene de las comunidades parroquiales”, mencionó.

Dowling ve al grupo asesor y el nuevo modelo de patrocinio parroquial útil para responder a otros asuntos de justicia social.

“Con el tiempo, podemos mirar a otros sectores de personas viviendo en Chicago que están tratando de reconstruir sus vidas, como mujeres que han sido abusadas, hombres y mujeres que regresan de la prisión, por ejemplo”, dijo. “Yo pienso de este esfuerzo como que estamos construyendo un modelo y a medida que avanzamos a través de esto y lo ajustamos donde necesitamos ajustarlo podemos comenzar a mirar a otras poblaciones a las que podemos llegar”.

Marilú González, directora regional del suroeste de la ciudad para Caridades Católicas, ha estado caminando con los solicitantes de asilo desde que llegó el primer autobús a Chicago.

“Las puertas de los autobuses se abrían y las personas comenzaban a salir de los autobuses y nosotros decíamos personalmente: ‘Bienvenidos a Chicago’”, dijo González. “Fue realmente una cosa extraordinaria de ver porque realmente sientes la energía y la gratitud que demostraron. A veces pienso que nosotros como personas de Estados Unidos damos mucho de eso por sentado, que estos individuos verdaderamente se sintieron acogidos, acogidos en un país que no es el suyo después de cruzar siete países diferentes y viajando a veces dos o tres meses no solo a través del desierto sino también de la selva, a veces siendo robados en el camino, algunas veces sin comida y simplemente sin saber qué vendría después, pero continuando”.

Después de llegar a Chicago entonces se les proporciona comida, ropa y albergue.

“Definitivamente es un Mateo 25 sin duda”, dijo González. “Definitivamente es el mensaje del Evangelio alto y claro”.

Las necesidades de las personas realmente no han cambiado desde su llegada. Todavía necesitan ayuda con la comida, ropa y albergue junto con asistencia legal, cuidado de la salud, educación, clases de inglés como segundo idioma (ESL), dijo.

“Las necesidades siguen siendo las mismas, pero la gratitud sigue muy presente”, señaló, añadiendo que muchos han decidido hacer de Chicago su hogar debido a la cálida bienvenida que recibieron a su llegada.

Las reuniones en línea se realizarán en español el 10 de enero a las 6:30 p.m. y en inglés el 9 de enero a las 6:30 p.m. Para recibir un enlace para una de la próximas reuniones, envíe un correo electrónico a [email protected]

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