Área de Chicago

Parroquias reciben entrenamiento para pasar “del mantenimiento a la misión”

Por Michelle Martin
martes, enero 28, 2020

Líderes parroquiales se reúnen en su mesa el 3 de octubre de 2018 en el Centro de Convenciones Donald E. Stephens en Rosemont para una Cumbre de Renueva mi Iglesia. Foto: Karen Callaway/Católico

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A medida que las parroquias avanzan hacia la fase de “construir la nueva realidad” de Renueva Mi Iglesia, los pastores deben determinar cómo construir un equipo de liderazgo central para ayudar a la parroquia a convertirse en una comunidad más evangelizadora capaz de mirar hacia afuera.

No siempre es fácil, dicen los pastores, saber quién debe estar en el equipo o saber cómo trabajar con ellos. Allí es en donde viene el entrenamiento de Una Renovación Divina.

Una Renovación Divina es una de las organizaciones con la que la arquidiócesis se ha asociado para ayudar a las parroquias a pasar “del mantenimiento a la misión”.

“No sabemos qué estamos haciendo con esto”, dijo el padre Ryszard Gron, pastor de la parroquia St. William. “Pero ellos sí”.

Su entrenador es un diácono avecindado en Arkansas que está trabajando con otras parroquias en Estados Unidos y en el Reino Unido.

“Ellos tienen experiencia”, dijo Gron.

Aunque los equipos de liderazgo central de la mayoría de las parroquias incluyen principalmente al personal o una combinación de personal y voluntarios, el equipo de liderazgo central de Gron incluye a la directora de la escuela St. William y a tres voluntarios laicos.

“Somos una parroquia pequeña, así que realmente no tenemos personal para hacer esto”, señaló.

En la mayoría de los casos, los entrenadores de Una Renovación Divina tienen reuniones en línea tanto con el pastor como con el equipo de liderazgo central de la parroquia. En St. William, las reuniones han pasado de semanales, alternando entre reuniones individuales y reuniones de equipo, a dos veces al mes.

“Preparamos al equipo para asumir más responsabilidad”, mencionó Gron.

El padre vicenciano Jeremy Dixon, pastor de la parroquia St. Vincent de Paul, dijo que él y su equipo de liderazgo central están trabajando en un horario similar y en asuntos similares. Ambos pastores dicen que sus entrenadores los han ayudado a internalizar la visión arquidiocesana de renovar la iglesia y hacerla suya propia.

“¿Cómo queremos trabajar para edificar una cultura diferente en esta parroquia?”, dijo Dixon. “¿Qué queremos que sea? ¿Cómo nos involucramos más con la comunidad en general e involucramos a las personas que ya están aquí para asumir más responsabilidad de su fe?”

Marco Oropeza, director en jefe de gestión de proyectos para el Departamento de Vitalidad Parroquial y Misión de la arquidiócesis, dijo que la primera cosa que los entrenadores de Una Renovación Divina hacen es ayudar al pastor a discernir a quién invitar a ser parte del equipo de liderazgo central. Ellos están buscando un grupo bien balanceado con una mezcla de fortalezas y habilidades.

Entonces, a medida que trabajan a través de los primeros pasos para ser una parroquia más misionera, el entrenador los ayuda a aprender cómo trabajar mejor en conjunto.

“Ellos pasan tiempo en el conflicto tóxico vs. el saludable y cómo crear espacio para el conflicto saludable”, dijo Oropeza. “Creo que muchas veces las personas pueden tener temor de desafiar el orden establecido y eso crea espacio a discusiones saludables, para mover la parroquia hacia adelante”.

Para algunos pastores, hay un momento de revelación la primera vez que se dan cuenta de que hay una pregunta que no pueden responder o problema que no pueden resolver, y necesitan la ayuda de sus equipos.

La disponibilidad del entrenamiento fue una de las cosas que atrajo a la arquidiócesis a Una Renovación Divina cuando estaba buscando una organización con la cual asociarse, mencionó Oropeza.

“Una transformación de esta magnitud requiere apoyo a largo plazo”, dijo, señalando que se espera que las relaciones de entrenamiento duren uno o dos años en cada parroquia.

Gron, cuya parroquia está ahora en su tercer año de Renueva mi Iglesia, dijo que el proceso ha comenzado a dar frutos. En una parroquia de 600 familias, más de 550 personas han solicitado tarjetas llave para tener acceso a la capilla de adoración eucarística de 24 horas, que abrió el verano pasado, dijo.

“Tenemos más voluntarios, más personas involucradas”, señaló. “Tenemos dos programas Alpha en curso. Incluso nuestras colectas han comenzado a aumentar…Todo lo que hemos hecho nos ha sorprendido. Vemos solamente desde la distancia cómo trabaja el Espíritu Santo”.

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