Área de Chicago

“No podemos dejar que el odio nos defina”: un grupo ayuna por los niños en los centros de detención

Por Michelle Martin (Chicago Catholic)
miércoles, octubre 30, 2019

Estudiantes de séptimo y octavo grado de la escuela Nuestra Señora de Guadalupe en Chicago sostienen fotos de niños detenidos que han fallecido en centros de detención. Foto: Karen Callaway/Católico

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Docenas de católicos del área de Chicago fueron acompañados por representantes luteranos, judíos y musulmanes en oración por los niños inmigrantes en los centros de detención de Estados Unidos, el 16 de octubre en el Jardín de Sanación cerca de la iglesia Holy Family, en 1080 W. Roosevelt Road.

El grupo cantó y rezó en el servicio “They’re All Our Children” (“Todos ellos son nuestros niños”) y después los participantes prometieron que cada uno pasaría uno de los próximos 40 días en oración y ayuno por los niños inmigrantes detenidos y sus familias.

La hermana de la misericordia JoAnn Persch, una de las fundadoras de la Comunidad Interreligiosa para Inmigrantes Detenidos, tenía lágrimas en los ojos mientras leía los nombres, edades, países de origen y las fechas de fallecimiento de siete niños que han muerto desde 2018, ya sea bajo custodia de detención de Estados Unidos o después de enfermarse mientras estaban en custodia.

Mientras hablaba, estudiantes de séptimo y octavo grado de la escuela Nuestra Señora de Guadalupe, 9050 S. Burley Ave., sostuvieron fotografías de los niños.

“Por estos niños y sus familias que lloran su pérdida, oramos”, dijo la hermana JoAnn.

Luego llamó a todas las personas de fe a actuar para cambiar la manera en que los migrantes, especialmente los niños migrantes, son tratados.

“Este momento en el tiempo requiere una acción audaz”, dijo la hermana JoAnn. “Ya que todos somos hijos de Dios, el dolor de uno es el dolor de todos. Las personas de fe deben usar sus voces para cambiar este sistema inmoral e inhumano. Tenemos que actuar, y eso será diferente para cada uno de nosotros. Significa que cada uno tiene que salir de su zona de comodidad. Hermanas y hermanos de fe, salgan. Pronúnciese. Tengan el valor moral de traer el cambio”.

La hermana de la misericordia Pat Murphy citó la carta pastoral “Night Will Be No More” (“La noche ya no será”) emitida por el obispo Mark J. Seitz de El Paso el 13 de octubre. Esa carta rastrea el maltrato hacia los inmigrantes de color por parte de la supremacía blanca, mencionó la hermana Pat.

“No podemos dejar que el odio nos defina”, dijo la hermana Pat. Ella se refería a los avisos que decían “El Paso Strong” (“El Paso fuerte”) que surgieron después de que 22 personas fueran asesinadas en un tiroteo masivo en una tienda Walmart en esa ciudad en agosto.

La misión es clara, dijeron los oradores.

“Hay 92 versos en la biblia que hablan de dar la bienvenida a los forasteros”, dijo Mary Campbell, directora del programa del esfuerzo para acompañar y abogar por los menores de edad migrantes de la Iglesia Evangélica Luterana en América.

El rabino Reni Dickman, vicepresidente ejecutivo de la Junta de Rabinos de Chicago y educador senior para Jewish United Fund, llamó a que Estados Unidos respete la dignidad humana de los migrantes.

“Cada niño, cada persona, es creada a imagen y semejanza de Dios”, mencionó Dickman, añadiendo que algunos líderes están “pervirtiendo los caminos de la paz y la justicia para que algunos puedan cosechar recompensas políticas”.

El asunto es moral en vez de político, dijo Gregory Abdullah Mitchell, director ejecutivo del Consejo de Organizaciones Islámicas del Área Chicago.

“Vemos políticas que separan a la mamá de la hija, al papá del hijo, padres de niños”, dijo Mitchell.

Está ocurriendo no solamente en la frontera sur de Estados Unidos, sino también en Siria, Iraq, entre los Rohinyá en Myanmar y en Afganistán, comentó. “Necesitamos cambiar estas políticas. No se trata de si eres rojo o azul, se trata de lo correcto e incorrecto”.

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