Área de Chicago

San Luis Gonzaga, una parroquia con fuertes raíces cumplió 135

Por Redacción Católico
lunes, julio 1, 2019

El obispo auxiliar Robert Casey presidió la misa. Foto: Karen Callaway/Católico

La identidad, el orgullo de pertenencia a una comunidad, son sentimientos que las parroquias desarrollan por muchos, muchos años.

La parroquia de St. Aloysius, también conocida como San Luis Gonzaga, cumplió el 22 de junio 135 años de ser un importante centro de comunión espiritual para la comunidad mayormente puertorriqueña y latina de los vecindarios de Humbold Park, Bucktown y Wicker Park.

El aniversario fue celebrado el viernes 21 de junio con una misa que tuvo al obispo Robert Casey como celebrante y al Rev. Claudio Díaz, Jr., pastor de St. Aloysius como concelebrante.

Casey, obispo auxiliar de la Vicaría III, se dirigió a los parroquianos señalando que esta celebración coincidía con el solsticio de verano, es decir, el día más largo del año. Dijo que, a partir de entonces, los días se irían haciendo gradualmente más cortos, hasta entrar hacia el fin de año en una mayor oscuridad. Lo cual, dijo, no importa, porque “tenemos una luz eterna, tenemos la luz de Cristo con nosotros”.

El obispo Casey citó el poema de Rabindranath Tagore, “La fe es el pájaro que siente la luz cuando el amanecer está todavía oscuro”.

“La fe es ese pájaro que no necesita ver la luz” explicó el obispo, “pero la siente aun cuando todavía no llega”.

El padre Claudio hizo hincapié en que fue una mujer, Margaret Fisher, quien primero expresó la necesidad de que los alemanes tuvieran su propia parroquia, en 1877. Aunque este proyecto no se concretó sino siete años más tarde, con la llegada del reverendo Aloysius Thiele.

Destacó también el sentido de identidad. “Somos una comunidad dentro de una comunidad” expresó para referirse al lugar que ocupa la parroquia en el vecindario, pero agregó que “no podemos dormirnos en nuestros laureles” y que la tarea de evangelización tiene que seguir.

Volver a casa

Al terminar la misa, los feligreses hablaron del orgullo de pertenecer a esta comunidad.

“Yo fui parroquiana en mi adolescencia” dijo Emma, quien no proporcionó su apellido. “Esta era mi parroquia, la parroquia de mi familia”. Agregó que su familia nunca vivió en este vecindario, pero viajaban para asistir a misa.

“Aquí me casé, el bautizo de mi hija fue aquí” agregó Emma. “Para mí esta parroquia representa familia, y es definitivamente donde yo creo que se encuentran mis raíces. Y no importa lo que pase, siempre tengo claro que necesito venir a St. Aloysius por lo menos tres o cuatro veces al año”.

María Rivera, por su parte, ha sido parroquiana de San Luis Gonzaga por 36 años. “Soy de Puerto Rico, pero me crie aquí en Chicago” dijo.

Cuando le preguntamos lo que significa para ella este aniversario, respondió sin dudar: “St. Aloysius me trajo otra vez a mis raíces. Volví a casa”.

Rivera vino a esta parroquia por la invitación de una amistad. Había venido antes a misa, pero empezó a venir regularmente en 1983, cuando la invitaron a un grupo de oración. Desde entonces ha sido miembro de comités, grupos de oración y ministerios de comunión.

 “Dios me ha traído a mí y a mis hijos por medio de una fe fuerte a esta parroquia” dijo Rivera. “Tenemos un excelente sacerdote, maravillosos pastores asociados que han demostrado el amor, la fe y la caridad”.

Daysi Arce, por su parte, dijo que para ella es muy importante tener esta comunidad. “Aquí quiero que me hagan mi entierro y todo” dice entre risas.

Arce vive en el vecindario y es parroquiana desde hace alrededor de 43 años. 

“Ayudo en la cocina y pertenezco al círculo de oración de los carismáticos” dijo Arce. “Soy lectora y ayudo a limpiar la iglesia cuando hay que limpiarla”.

Su historia

Hacia 1884, la comunidad alemana que vivía en el área de lo que hoy es Humboldt Park y Wicker Park no tenía cerca una parroquia con misa en su idioma y tenían que viajar dos millas hasta San Bonifacio cada semana.

Fue un 22 de junio de ese 1884 que el reverendo Aloysius J. Thiele funda St. Aloysius, la parroquia de habla alemana.  Se trataba de una iglesia temporal que se edificó en una sola semana en la esquina de las avenidas North y Western. Mes y medio más tarde celebraron la primera misa en su primera iglesia permanente en la esquina de LeMoyne y Claremont.

Más vecinos, muchos de ellos católicos, empezaron a mudarse al área cuando empezaron a construirse servicios como calles, agua y drenaje y se abrió la línea del tranvía en la avenida Division en 1886.

La población creció de tal manera que tuvo que edificarse una tercera iglesia, abierta para adoración en 1893.

No fue hasta 1950 que comienzan a mudarse inmigrantes mexicanos y hacia 1960 un gran número de inmigrantes puertorriqueños llegaron al área, de manera que casi todo el vecindario fue hispano.

Otro hito importante en la historia de la parroquia es haber abierto la puerta al movimiento carismático, que había surgido a finales de los sesenta en Pittsburgh y que a partir de los setenta encontró en San Luis Gonzaga un puerto de entrada en Chicago.

Centro comunitario

Otro momento importante es la construcción del centro Monseñor Thiele, como un anexo de la parroquia, en 2012.

El centro, dedicado por el cardenal George y el obispo Alberto Rojas, cubre un lugar necesario en esta comunidad.

Con una extensión de 36 mil pies cuadrados, el edificio de tres pisos y un sótano cuenta con salones para jóvenes, una guardería para niños en edad prescolar que ayuda a los padres que trabajan, programas para después de clase, clases de inglés, de computación, programas deportivos, clases de ciudadanía, etc. Además de salones de reunión para los diferentes ministerios.

Las celebraciones por el aniversario de San Luis Gonzaga continuaron al día siguiente, el 22 de junio, con una gala de recaudación de fondos.

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