Caridades Católicas ha construido una instalación con regaderas y lavandería en 721 N. LaSalle en Chicago. Foto: Julie Jaidenger//Católico
Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Chicago está siguiendo el ejemplo del Papa Francisco. La agencia dedicó nuevas instalaciones con regaderas y lavandería para sus clientes el 18 de junio como parte de un servicio de oración rededicando su sede en el Centro San Vicente, 721 N. LaSalle St., como parte de la culminación del 100 aniversario de Caridades Católicas. El centro también dedicó una cocina nueva. El papa Francisco abrió instalaciones con regaderas en la Plaza de San Pedro en 2015 y una lavandería para personas sin hogar en Roma en 2017. “A medida que cerramos nuestro 100 aniversario, estamos celebrando un compromiso expandido y más profundo con los pobres de la ciudad; los residentes con frecuencia sin hogar que vienen a este sitio a la sombra de rascacielos y que son bienvenidos como hermanos y hermanas”, dijo monseñor Michael Boland, presidente y director ejecutivo de Caridades Católicas. La mayoría de las personas dan por sentada la capacidad de darse una ducha y asearse cuando lo deseen, señaló Boland, o lavar su ropa y ropa de cama. No es tan fácil para las personas sin hogar. “Las personas que lo han usado están profundamente agradecidas”, dijo Boland. Por el momento, las regaderas están abiertas solamente por un par de horas cada miércoles, cuando hay voluntarios disponibles para dar la bienvenida a los invitados y acompañarlos al cuarto de ropa, donde ellos pueden seleccionar ropa limpia para usar después de sus duchas. Los clientes pueden inscribirse para un intervalo de tiempo el día antes, durante la cena del martes por la noche. Después que llegan y seleccionan ropa nueva, los invitados reciben los artículos de aseo que necesitan para ducharse, cepillarse los dientes y afeitarse, junto con ropa interior y calcetines nuevos, y obtienen media hora en uno de los dos cuartos de regaderas. Boland dijo que las regaderas se podrían abrir con más frecuencia si tuvieran más voluntarios para dar la bienvenida a las personas. Ofrecer servicios que ayudan a preservar la salud de los pobres y respetan su dignidad se ajusta a la misión central de Caridades Católicas a lo largo de sus cien años de historia. “Nuestros servicios pueden haber cambiado a lo largo los años, a medida que respondíamos a epidemias, guerras, crisis económicas, violencia doméstica y en la calle y las consecuencias de la inestabilidad familiar, pero la misión ha permanecido igual”, dijo Boland. “Ahora servimos a más de un millón de personas cada año en los condados de Cook y Lake”. El trabajo de Caridades Católicas no sería posible sin el apoyo de sus vecinos, mencionó Boland. Hoteles y restaurantes del área donaron artículos de aseo, toallas, comida y suministros – incluyendo platos de porcelana de tal manera que los invitados no tengan que comer en platos desechables. “Para muchos de ellos, han pasado años desde que no tuvieron que comer desde una bolsa de papel o de un plato de papel”, señaló Boland. El diseñador Mick DiGiulio planeó la nueva cocina y reclutó a comerciantes locales para hacerlo una realidad. Voluntarios de la Catedral del Santo Nombre usualmente sirven comidas en la noche dos veces por semana; grupos de la Iglesia Fourth Presbyterian en Michigan Ave. y Chicago Sinai Congregation también son voluntarios regulares. Caridades Católicas también bendijo y dedicó su remodelado Jardín Centenario San Vicente al frente del edificio, y dedicó la asta de la bandera al Comandante de Policía de Chicago Paul Bauer, quien era el comandante en el distrito donde está el Centro San Vicente cuando fue asesinado en marzo.