Las parroquias crean grupos para el proceso de “Renueva mi Iglesia”

Entre el 21 y 22 de enero, los católicos de la Arquidiócesis de Chicago supieron quiénes serían parte de sus comunidades parroquiales a medida que la iniciativa “Renueva mi Iglesia” avanza.

Todas las parroquias han sido asignadas a grupos, determinados por zonas geográficas y otros factores. Se espera que cada grupo se reúna para decidir cómo evangelizar mejor y servir al pueblo de Dios en su área, utilizando un proceso de planificación facilitado.

Renueva mi Iglesia es un proceso de planificación de varios años para que la Arquidiócesis fortalezca su vitalidad parroquial y combine mejor sus recursos con su misión.

“El objetivo de Renueva mi Iglesia es hacer a nuestras parroquias más vitales y sostenibles,” escribió el Cardenal Cupich en una carta que anunciaba los grupos en el fin de semana del 21-22 de enero. “Hacemos esto no por propia iniciativa, sino en respuesta a la llamada de Cristo que escucharon los discípulos según narra el evangelio de hoy. La llamada es la misma que era en esos primeros tiempos de la iglesia: ser sus discípulos y asumir la responsabilidad de llevar a cabo su misión en nuestro tiempo. El punto de arranque es trabajar juntos para hacer nuestras parroquias comunidades vibrantes que forman discípulos misioneros de Jesús. Esto también significará ser realistas sobre nuestros limitados recursos humanos y materiales y evaluar cómo deberían estar organizadas nuestras estructuras actuales de una manera distinta para adaptarse a la cambiante realidad”.

El Cardenal Cupich anunció la iniciativa hace casi un año, en febrero de 2016.

El padre Jason Malave, párroco de San Benito, 2215 W. Irving Park Rd, dijo que los grupos de Renueva mi Iglesia no deberían sorprender a muchos católicos, especialmente si sus párrocos los han mantenido informados.

Además, los feligreses tampoco verán cambios radicales inmediatamente, dijo Malave, miembro del comité timón de sacerdotes para Renueva mi Iglesia.

“Lo primero es simplemente conocerse,” dijo Malave.

Esto significa que los sacerdotes deben reunirse y las parroquias deberían considerar el tener reuniones conjuntas de los consejos parroquiales o de finanzas, dijo Malave. Las parroquias podrían invitar a sus parroquias asociadas a eventos sociales y espirituales.

“Averigua qué es lo que hace vital a otra parroquia,” dijo. “Múestrales lo que hace vital a tu parroquia. ¿Qué da vida a tu consejo parroquial? ¿Qué da vida a tu consejo de finanzas?”

San Benito se agrupó con San Andrés, 3546 S. Paulina Ave.; San Eduardo, 4350 W. Sunnyside; Corazón Inmaculado de María, 3834 N. Spaulding Ave.; y Resurrección, 3033 N. Francisco. Las parroquias están en tres vicariatos y tienen poblaciones distintas. San Andrés, San Benito y San Eduardo tienen escuelas; Resurrección y Corazón Inmaculado de María tienen Misas en inglés y en español.

“No queríamos que las cinco parroquias fueran iguales,” dijo. “Porque entonces, ¿cómo compartiríamos nuestros talentos?”

Los planes para agrupar a parroquias han estado en marcha por algún tiempo ya, dijo Malave. Se pidió a los feligreses que participaran en una encuesta sobre sus parroquias la primavera pasada y los tres días presbiterales de la Arquidiócesis, en los que el tema central fue Renueva mi Iglesia, tuvieron niveles de participación históricos, dijo.

El padre Richard Milek, párroco de San Francisco de Borja dijo que el grupo en que está su parroquia ya están trabajando juntos. San Francisco de Borja, 8033 W. Addison St, se une a Santa Priscila, 6949 W. Addison St, y Santa Rosalía en Harwood Heights. Las tres parroquias ya son parte del mismo decanato, “así que ya nos conocemos”, dijo Milek. De hecho, la agrupación de las tres parroquias no cambió lo que se había propuesto inicialmente, dijo Milek.

Las parroquias ya están combinando sus clases de confirmación para una Liturgia de confirmación conjunta este año, algo que Milek espera que continúe, y muy posiblemente celebrarán misiones parroquiales y servicios penitenciales juntas.

Como San Franciso de Borja es la única de estas parroquias con una escuela, dijo Milek, “ésta puede ser una escuela para todos nosotros”.

Malave dijo que algunos grupos estarán preparados para ser “activados”—o para dar pasos más decisivos, tales como considerar cambios de personal o combinar ministerios—antes porque ya tienen buenas relaciones de trabajo. Otros podrían tomar un poco más de tiempo en llegar a ese punto.

“Un grupo concreto podría decir que no van a estar preparados para ser activados hasta dentro de tres años, porque tenemos cinco párrocos nuevos y no estamos preparados para eso,” dijo Malave. “Ésa es decisión suya.”