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Las misas en la calle organizadas por Santa Inés, un ejemplo de vitalidad parroquial - Chicago Católico

Por Michelle Martin
miércoles, agosto 31, 2016

Llovió la noche en que la parroquia de Santa Inés de Bohemia celebró una misa en la cuadra del 2400 de la South Trumbull Avenue. Quince minutos antes de la hora fijada para iniciar la misa, llovía a cántaros. Cinco minutos antes, se redujo a una llovizna, y algunos vecinos salieron de sus casas para unirse a los organizadores de la misa en la calle. Cinco minutos después de la hora de inicio a las 7 pm, cuando se llamó a orden a la congregación, el sol se asomó y una docena de personas permanecía de pie o sentada en las sillas.

Teniendo en cuenta el clima, la del 7 de julio fue una de las misas de cuadra, o misas en la calle, más pequeñas que haya organizado la parroquia, con cerca de 70 participantes. La mayoría de las 10 misas al aire libre que se celebran al año (realizadas en diferentes barrios dos veces por semana durante cinco semanas) reúne una congregación de entre 150 y 200 personas.

Santa Inés ha celebrado misas en la calle por cerca de 15 años como una manera de llevar la iglesia a los que normalmente no asisten a misa, rezar por la paz donde ha habido violencia y compartir la comunión con los vecinos.

Es uno de los esfuerzos que la arquidiócesis está reconociendo como el tipo de iniciativa que se necesita para fomentar la vitalidad parroquial y que formaría parte de Renueva mi Iglesia, el proceso continuo de planificación para revitalizar la iglesia.

“Tratamos de llegar a las personas que no vienen a la iglesia”, comentó Anselmo Delgado, un ministro extraordinario de Comunión y líder de PreCaná en Santa Inés, explicando que los voluntarios tocan las puertas la noche previa a la realización de la misa para invitar a las personas del área. “Te encuentras con todo tipo de reacciones”.

El Padre Tom Boharic, vicario parroquial de Santa Inés, celebró la misa. Una de las razones para llevar la misa fuera de la iglesia se debe a que “Dios nos busca en nuestra vida cotidiana. Jesús no nació en un castillo”, dijo en español. “Él nació en un establo, en las calles”.

Las misas en la calle comenzaron como un esfuerzo de la Sociedad Guadalupana de la parroquia. Ahora son un esfuerzo de toda la parroquia, con diferentes grupos y ministerios coordinando diferentes misas.

Concepción Rodríguez, otro de los organizadores, afirmó que los feligreses saben que están llamados a evangelizar. “Es la misión”, dijo Rodríguez. “Somos parte de esta iglesia, y la Iglesia es misionera. Todo cristiano tiene que salir a evangelizar. Para mí, esto es un privilegio”.

Los organizadores dividieron la parroquia en 10 secciones geográficas, y colocaron cada sección bajo el patrocinio de un santo diferente. Eligieron un sitio específico para cada misa encontrando una familia dispuesta a acoger y deseosa de tener misa en cuadras que han sido escenario de violencia callejera.

La misa del 7 de julio se realizó en un área cuya santa patrona es Santa Cecilia, por lo que antes de comenzar la misa, un feligrés habló acerca de las obras de misericordia que realizó la santa, para contribuir así a la celebración del Jubileo de la Misericordia. A continuación, los participantes fueron invitados a traer recipientes de agua, así como Biblias, estatuas religiosas y otros objetos sacramentales para ser bendecidos al final de la misa.

“Hacer esto es una forma de evangelizar de una manera no amenazante”, dijo Boharic. “No pretendemos iniciar una discusión con la gente. Los estamos invitando a venir a rezar con nosotros. Creo que esta es una de las mejores maneras de evangelizar”.

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