Área de Chicago

Hacia el V Encuentro Nacional Hispano de Pastoral - Chicago Católico

Por Edgard R. Beltrán
jueves, junio 30, 2016

Varios hispanos estaban en una reunión de familia. Fue bien curioso que uno de los familiares simpáticamente habló del tema del V Encuentro Nacional Hispano de Pastoral, y sucedió que todos algo conocían de ese tema que hacía poco les había comenzado a interesar. Esta coincidencia les llamó la atención y fue algo muy agradable. La dueña de casa fue a buscar un ejemplar del Chicago Católico del mes pasado. Todos comentaron que también tenían un ejemplar en sus casas. La conversación se fue animando cuando uno a uno fue confesando que había tenido una idea equivocada en relación con los Encuentros. Todos habían pensado que se trataba de organizar una inmensa reunión de algunos días a nivel nacional en algún lugar del país. Todos también se habían imaginado que se trataba de ir a “escuchar” a unos importantes oradores. Todos admitieron animadamente que habían comenzado a clarificar esos errores con la lectura del artículo sobre los Encuentros Nacionales Hispanos de Pastoral que habían leído en la edición pasada del Chicago Católico.

Lo que apuntamos en la edición anterior y que nos sirvió para entender mejor el V Encuentro que estamos ahora preparando, lo vamos a complementar en esta edición con unas precisiones muy concretas. En nuestra pasada edición recordamos por qué este es el V Encuentro, es que ha habido cuatro antes. También explicamos para qué es un Encuentro Nacional Hispano de Pastoral, cuál es su necesidad. Es para “encontrarnos”, conocernos, unirnos, lograr tener una misma voz unida y en un rico pluralismo.

Concluimos aclarando qué es un Encuentro Nacional Hispano de Pastoral. Es la construcción de un Proceso de Participación Eclesial Comunitaria. Es un largo y amplio “proceso” que va logrando la participación de miles y miles de personas. NO son cuatro días de reunión, son meses y meses de desarrollo de ese proceso, que culminan en unos días de reunión nacional. Miles de personas van participando durante muchos meses en las formación de una voz propia sobre el ver la realidad, una voz que juzga y alumbra esa realidad a la luz de Jesús y su mensaje del reino, una voz que apuesta por un actuar como fermento que transforma la realidad en el reino. El Encuentro NO es para escuchar oradores, es para presentar la voz que el pueblo vino elaborando durante ese largo tiempo de proceso. Es una “Voz Profética”, como los obispos la han llamado.

Prometimos en esa pasada edición que ahora explicaremos cómo se construye ese proceso de participación comunitaria para que constituya un verdadero Encuentro Nacional Hispano de Pastoral. Es un gran desafío y realizarlo es realmente un milagro. La bendición es que ya lo hemos realizado. Más exactamente, el Señor de la Historia ya lo ha realizado con nosotros los Hispanos Latinos de Estados Unidos. Sí se puede. El desafío consiste en unir dos realidades distantes: que la voz de Juan Pérez, una persona, forme, sin perderse, la voz de miles a nivel nacional de todo Estados Unidos, la voz nacional del Pueblo hispano. Para el II Encuentro-1977- unos 120,000 Juan Pérez hablaron en una sola voz, como un Pueblo. Para el III Encuentro- 1985- cerca de 612,000 Juan Pérez hablaron en una sola voz, como un Pueblo. Esa voz la tenemos escrita como historia. Mi libro, -arriba anunciado y que lo pueden pedir sin costo alguno-, transcribe los principales párrafos en los capítulos 5 y 6. Para lograrlo es indispensable trabajar en dos realidades eclesiales. Como punto de partida, que Juan Pérez participe en una comunidad pequeña, tal vez de unos 10 a 15 miembros, donde pueda tener una relación interpersonal cercana con los demás, donde pueda oír y ser oído, orar en común, comprometerse en común, armar una voz, la voz “de la base”. Como continuidad, construir un proceso de participación eclesial de todos los niveles eclesiales, proceso que asuma esa voz de la base y la una a las otras voces en un segundo nivel, el parroquial y este se una al nivel diocesano, para formar luego el nivel regional y por fin construir la voz del Pueblo Hispano a nivel nacional. Este proceso eclesial ascendente regresa esa voz por los mismos niveles en forma descendente hasta llegar a Juan Pérez en la base. La reunión nacional oye esa voz y trabaja sobre ella.

Cómo se activan esos diversos niveles eclesiales y cómo se actúan por medio de delegados lo trataremos en la próxima edición. En el libro indicado arriba se explica ampliamente. Lo está realizando el ENAHVE, Equipo Nacional de Acompañamiento Hacia el V Encuentro. El Ministerio Hispano con nuestro Obispo Alberto Rojas nos está invitando a participar.

 

Edgard es el iniciador de los Encuentros Nacionales Hispanos de Pastoral desde 1972. Continúa colaborando en el Ministerio Hispano por todo el país. El material aquí incluido se encuentra más extensamente en su libro Una Historia de los Hispanos Latinos en Estados Unidos, que se puede pedir sin costo alguno a [email protected]

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