El pasado 6 de abril la Arquidiócesis de Chicago publicó estados financieros para el Centro Pastoral que muestran un déficit de $ 4.6 millones de dólares por concepto de gastos operativos en curso, para el año fiscal que terminó el 30 de junio de 2015. Eso representa una mejora significativa de la situación financiera que vivía apenas hace tres años, cuando el déficit operativo alcanzó los 75 millones, de acuerdo con los estados financieros. Ahora la tarea es mantener la estabilidad financiera y continuar mejorando la eficacia. “Hemos hecho mejoras significativas en los últimos años”, afirmó Betsy Bohlen, la directora de operaciones de la arquidiócesis. “Ahora estamos preguntándonos, ¿cómo podemos ser más eficientes mientras seguimos avanzando?” Comentó que las mejoras en los gastos de operación de la arquidiócesis fueron el resultado de una mejor gestión y de mantener una vigilancia más estricta en el gasto, así como de algunas decisiones difíciles, incluyendo la reducción del número de empleados en los centros pastorales, de 435 en el año 2012, a 365 ahora. “Hemos estado mucho más centrados en el papel del centro pastoral y en lo que necesita realizar”, dijo. “También estamos más enfocados en considerar mejores datos, criterios y procesos para la toma de decisiones”. Explicó que por ejemplo, en los últimos años, la arquidiócesis hizo préstamos de manera ocasional a parroquias que no tenían la capacidad real de pagarlos. Ahora, la arquidiócesis revisa con mayor detalle si una parroquia en realidad necesita el dinero, cuán probable es que pueda pagarlo, cuán urgente es la necesidad y si el préstamo realmente va a resolver el problema de la parroquia. “Podemos hacer un préstamo para un nuevo techo, pero a veces eso es sólo la punta del iceberg”, dijo Bohlen. Algunas parroquias están observando buenos resultados de estos esfuerzos de reestructuración que implementan mejores prácticas de gestión para utilizarse en situaciones en las que el personal de la parroquia no necesariamente tiene las habilidades que necesita, dijo Bohlen. Sin embargo, también es cierto que lamentablemente cinco parroquias y 23 escuelas cerraron durante este período de tiempo. Al mismo tiempo, la arquidiócesis ha sufrido el costo financiero que ha implicado llegar a acuerdos legales por la conducta inapropiada de clérigos, el cual ha ascendido a más de $ 140 millones en los últimos 30 años. Los costos asociados con los casos de conducta inapropiada sumado al pago de beneficios de jubilación constituyen la mayor parte de la diferencia entre la pérdida por concepto de gastos operativos en curso de la arquidiócesis, de $ 4.6 millones, y la pérdida total de $60.7 millones para el ejercicio fiscal 2015. El financiamiento de los acuerdos legales por conducta inapropiada proviene de la venta y arrendamiento de activos arquidiocesanos, no de donaciones o bienes de las parroquias. Costos no operativos y un cambio en el pasivo de pensiones fueron los principales factores que provocaron una reducción de $125.9 millones en los activos netos del centro pastoral, dando como resultado un saldo negativo de $ 45 millones en el patrimonio neto del centro pastoral, según los informes. En el futuro, algunas parroquias y escuelas continuarán teniendo dificultades, afirmó Bohlen. De acuerdo con estados financieros, las parroquias y las escuelas de la arquidiócesis tuvieron un déficit operativo de $58.8 millones en 2015. El centro pastoral cubrió alrededor de $ 25 millones de ese déficit, y el resto provino de los ahorros de la parroquia y de otras fuentes. La necesidad de tomar decisiones difíciles en el futuro no resulta una sorpresa para la mayoría de la gente, comentó Bohlen, sin embargo, saber eso no lo hace más fácil. “Cuando hablas de situaciones muy específicas, es cuando se vuelve muy difícil y doloroso”, dijo. Agregó que el financiamiento no es el objetivo principal de la iniciativa Renueva mi Iglesia que está iniciándose estos días, aunque es uno de sus elementos. “Renueva mi Iglesia está intentando conocer, en primer lugar, ¿cómo podemos renovar y revitalizar la vida parroquial?” comentó. “Se centrará en la evangelización, las vocaciones, el desarrollo de liderazgo sacerdotal. Una parte estará enfocada en revisar la infraestructura parroquial y en las comunidades que tenemos. Tenemos una gran cantidad de infraestructuras atendiendo a comunidades muy pequeñas que funcionan con muy poco personal, que intenta únicamente mantener las luces encendidas”.