Área de Chicago

Una encuesta da voz a las personas en la iniciativa Renueva mi Iglesia

Por Michelle Martin
jueves, marzo 31, 2016

Ahora que la Arquidiócesis de Chicago avanza en sus planes para renovar y revitalizar la iglesia en los condados de Cook y Lake, todos los católicos tendrán la oportunidad de hacer oír su voz.

Como parte de la iniciativa Renueva mi Iglesia, la Arquidiócesis está invitando a todos los católicos a responder a una encuesta sobre sus parroquias y la arquidiócesis. La encuesta estará disponible en Internet en www.archchicago.org/renew a partir del Domingo de Pascua. Las encuestas impresas en papel estarán disponibles en los fines de semana siguientes. “El deseo del arzobispo es que todo el mundo comente y responda tanto como sea posible”, comentó el padre Jason Malave, copresidente del Comité Directivo de Sacerdotes para Renueva mi Iglesia. “Queremos capturar lo que significan los lugares de culto de las personas, queremos capturar sus esperanzas para el futuro, queremos capturar los pensamientos de la gente acerca de lo que haría para tener una iglesia y una parroquia más vitales”.

Renueva mi Iglesia es un proceso de planificación de varios años iniciado por la arquidiócesis para reforzar la vitalidad de las parroquias y alinear mejor sus recursos y su misión, con la meta de llevar a las personas a Cristo, y de ayudarles a conocerlo de una manera más profunda, afirmó Tim Weiske, director del Departamento de Planificación e Implementación Estratégica.

La encuesta evoca los esfuerzos que hizo el papa Francisco para pedir la participación antes de los sínodos de 2014 y 2015, dijo Weiske. También será una idea familiar para las decenas de miles de católicos que respondieron las encuestas relativas a los esfuerzos de transformación de sus parroquias, afirmó el padre Malave, párroco de la Iglesia de San Benito, en el 2215 W. Irving Park Road.

Realizar el lanzamiento de la encuesta durante la Pascua podría ayudar a conseguir una mayor participación, ya que algunas personas que no siempre vienen a Misa, asisten a la iglesia en la Pascua, dijo Weiske. Malave, por su parte, comentó que, además de poner información acerca de la encuesta en los boletines parroquiales y de anunciarla en las misas, los párrocos pueden animar a sus feligreses más involucrados, aquellos que sirven en los consejos pastorales y de finanzas, los miembros del consejo escolar, o las personas en comités litúrgicos, no sólo a que la respondan, sino a que también inviten a sus amigos a responderla.

En la arquidiócesis, los sacerdotes han sido informados sobre el proceso y ya tuvieron la oportunidad de expresar sus opiniones, dijo Weiske; además, aproximadamente 2,500 personas, entre miembros del personal parroquial y líderes laicos, asistieron a reuniones de Renueva mi Iglesia en las vicarías, o en encuentros organizados por idioma. La encuesta es el siguiente nivel de participación, dijo. “Lo que aprendimos en las 10 reuniones en las vicarías y en los grupos por idioma, es que la gente tiene un profundo aprecio por sus parroquias y por los ministerios que las revitalizarán”, dijo Malave.

La encuesta tomará aproximadamente 10 a 15 minutos en completarse e incluirá preguntas que van desde a dónde asisten los encuestados a misa –tanto de manera regular, como ocasional–, hasta qué creen que hace que una parroquia esté llena de vida y energía.

Cuando la arquidiócesis puso en marcha el plan, reconoció que las circunstancias han cambiado, que se tiene muchos menos sacerdotes ordenados que los que se están retirando, y que las iglesias que alguna vez estuvieron llenas ahora alojan pequeñas congregaciones producto de los cambios demográficos ocurridos en los vecindarios donde se ubican. A medida que avance la planificación, las parroquias se reunirán en grupos de planificación para evaluar las necesidades que la misión presenta en sus áreas y para discutir cómo utilizar mejor los recursos disponibles para apoyar esta misión en el futuro, dijo Weiske. Un pequeño número de grupos de planificación podría comenzar como grupo piloto este otoño.

En su columna de Católico de febrero, en la que anunciaba la iniciativa, el arzobispo Cupich escribió:

“De mismo modo en que nuestros antepasados respondieron en la fe a sus sueños, y construyeron la iglesia que tenemos hoy en día, ahora es nuestro turno para soñar en grande y asumir esta obra. Se necesitará una fe firme - una fe que sea imaginativa, que nos fortalezca en el conocimiento de que Cristo nos está guiando. Una fe que nos mantendrá juntos. Y que nos preparará con el valor necesario para tomar las decisiones audaces que darán forma a la iglesia para las generaciones venideras”.

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