Área de Chicago

El Tribunal implementa procedimientos para hacer la Declaración de Nulidad más fácil

Por Joyce Duriga
jueves, marzo 31, 2016

Bajo los nuevos procedimientos para la declaración de nulidad implementados por el Papa Francisco a finales del 2015 será más fácil obtener una declaración de nulidad matrimonial en la Arquidiócesis de Chicago.

Las nuevas directrices facilitan a la parte actora -persona que solicita la anulación- para que escriba su testimonio sobre lo que aconteció en el matrimonio. Además, se ha eliminado el proceso de apelación y el requisito de recibir permiso para otorgar la declaración de nulidad de otra diócesis si el/la ex cónyuge no tiene su domicilio aquí.

Las nuevas normas toman en consideración que en muchos de los lugares-menos desarrollados del mundo, los católicos no tienen acceso a un proceso de declaración de nulidad matrimonial debido a varias razones. Los cambios que hizo el Papa Francisco reflejan su compromiso de justicia para todo el Pueblo de Dios.

“En verdad, la gran diferencia tiene que ver con nuestra actitud hacia lo que la gente nos dice. El gran cambio es que les creeremos,” dice el padre Dan Smilanic, vicario judicial de la Arquidiócesis encargado del Tribunal. En el pasado, el Tribunal siempre buscaba corroborar la historia de la parte actora por parte de familiares y otras personas.

“Creo que es más consistente con un enfoque pastoral ¿Por qué alguien nos mentiría? dice Smilanic. “Se trata de que ayudemos a reconciliar a la gente con la Iglesia.”

Otro cambio mayor en el derecho canónico permite que el vicario judicial le presente casos al arzobispo, en los cuales la nulidad del matrimonio es algo evidente. Es un proceso rápido. Un ejemplo de uno de esos casos es cuando la gente se casa para obtener una green card (residencia). Una vez recibida la residencia, comúnmente la gente aplicará para el divorcio y para una declaración de nulidad, explica Smilanic.

En el mes de abril, el Tribunal –que es la corte de la arquidiócesis que maneja los casos relacionados al derecho canónico (ley de la Iglesia)- estará impartiendo sesiones de información sobre los nuevos procedimientos para aquellos que trabajan con este tipo de casos.

Las nuevas regulaciones anunciadas por el Papa Francisco en ninguna manera convocan a un cuestionamiento para cambiar la enseñanza de la indisolubilidad matrimonial.

El Catecismo de la Iglesia Católica (No. 1614) declara lo siguiente: “En su predicación, Jesús enseñó sin ambigüedad el sentido original de la unión del hombre y la mujer, tal como el Creador la quiso al comienzo: la autorización, dada por Moisés, de repudiar a su mujer era una concesión a la dureza del corazón; la unión matrimonial del hombre y la mujer es indisoluble: Dios mismo la estableció: “lo que Dios unió, que no lo separe el hombre”.

Los malos entendidos y conceptos erróneos sobre la declaración de nulidad abundan. La gente cree que es costoso, que toma bastante tiempo para obtenerla y que los hijos se vuelven ilegítimos. Todo lo anterior es falso, dice Smilanic.

En lo referente a la cuota, la Arquidiócesis de Chicago pide que la parte actora pague una porción administrativa del costo. El costo administrativo estimado para el procedimiento es de alrededor de $3,000 dólares. Actualmente, el tribunal de Chicago pide que la parte actora cubra solo una tercera parte del costo, que es $900 dólares. Sin embargo, con frecuencia esa cuota es reducida o incluso perdonada, dependiendo de la situación económica del solicitante.

Con respecto al tiempo, cuando la gente dice “toma años y años” para recibir la declaración de nulidad, con frecuencia se debe a que el tribunal le ha pedido a la parte actora que proporcione más información o se le pide alguna otra cosa, y el tribunal nunca obtiene respuesta, dice Smilanic.

En lo referente a los hijos, el Canon 1137 del Código de Derecho Canónico dice que “son legítimos los hijos concebidos o nacidos de matrimonio valido o putativo”.

Se ha reportado que desde 1990, el número de católicos que se casan en la Iglesia Católica ha disminuido más del 50 por ciento. Menos matrimonios también significan menos divorcios, y por lo tanto un número más pequeño de individuos que pudieran entonces aplicar para una declaración de nulidad matrimonial.

Sin embargo, el porcentaje de católicos que se divorcian se ha mantenido estable en los últimos 25 años. De los católicos que se divorcian, más o menos el 15 por ciento llenan una aplicación pidiendo a un Tribunal eclesiástico que inicie un proceso que investigue la validez del matrimonio.

Para más información, visite www.archchicago.org/departments/tribunal.

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