El nombramiento del padre Esequiel Sánchez como rector del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en Des Plaines, anunciado por el arzobispo Blase Cupich el 5 de marzo tomó a mucha gente de sorpresa. El más sorprendido tal vez fue el propio padre Esequiel, quien se desempeñaba como párroco de la parroquia de San Beda, el Venerable, en Chicago. “No estaba yo puesto para un cambio” nos dijo el padre Esequiel, “no era mi tiempo según las políticas de la diócesis. Solo tengo cuatro años y medio aquí en San Bede. Andaba trabajando felizmente con mi comunidad. Después cuando me llamó el arzobispo para comunicarme que quería hacer este cambio, te imaginarás, fue una sorpresa para mí.” Entre los preparativos para Semana Santa, declaraciones a la prensa y felicitaciones de sus feligreses, el padre se dio tiempo para platicar con Católico por teléfono. Le preguntamos si era aún muy pronto para tener un plan para el santuario. “El cerrito ya tiene proyectos que fueron dejados por el padre Marco y apoyados por el padre Adán que estuvo allí por un tiempo” nos respondió. “Es el deseo del pueblo que se construya un templo. Tenemos ya más de veinte años como cerrito, sin templo.” “Lo que yo ofrezco al cerrito es liderazgo administrativo y pastoral” agregó. “Tengo experiencia en el área de la administración y también como párroco en varias parroquias. En las parroquias que me han tocado, han sido gracias a Dios situaciones que he podido ver crecer. Y esperamos hacer esto acá también.” Le comentamos que por su importancia, se trata de un lugar imponente. “Mucha gente se admira del número de gente que convoca” dice. “Como primer impacto sí, es admirable. Pero si el pueblo no está guiado para ver cómo mejorar su situación, en este caso su cerrito, su santuario, entonces son masas de gente, sin movilización. Entonces, el reto no es nada más recibir a la gente –es nuestro deber y nuestro gusto hacerlo– sino invitarlas a participar en el sueño guadalupano, que es la orden de la Santísima Virgen: ‘Háganme un templo’. No nada más un cerrito, sino un templo.” “Y como el cerrito tiene el mandado de ser reconocido como el santuario oficial para Estados Unidos desde la misma Basílica de Guadalupe en México” agregó, “pues yo creo que no nada más es para que vengan a pagar mandas, sino también para la administración y la iglesia de Chicago que incluye al arzobispo.” “Como rector uno se pone la cara del pueblo, la cara de bienvenida” dijo, “ese papel me gusta, vamos a tener un plan de bienvenida a toda la gente no nada más a los hispanos, porque hay mucha gente que tiene un fervor guadalupano.” “Mi sueño para este lugar es que en el camino de construcción nos conozcamos y dar la bienvenida a todo peregrino, que las bendiciones y los milagros se multipliquen” concluyó el padre Esequiel. En el mismo comunicado en que se informaba del nombramiento del padre Esequiel, se indicaba que el padre Robert W. Krueger, quien fungía como vicario pastoral de San Beda fue nombrado administrador de dicha parroquia, hasta que un párroco permanente sea nombrado. “El padre Sánchez llega a esta importante tarea con veinte años de experiencia sacerdotal y una gran dedicación”, afirmó el arzobispo Cupich. “El Santuario de la Virgen de Guadalupe goza de un significado especial, no sólo para el pueblo mexicano, sino para todos nosotros en la Arquidiócesis de Chicago. Es un lugar sagrado con un futuro vibrante y sé que el padre Sánchez continuará mejorando y haciendo crecer su misión de culto e inspiración”. El padre Sánchez nació en Chicago de padres inmigrantes mexicanos originarios de Durango, México. Asistió a la escuela primaria Eli Whitney, la escuela secundaria Curie, el Colegio Niles y la Universidad de Loyola, en Chicago, antes de pasar a la Universidad de Santa María del Lago / Seminario de Mundelein. El padre Sánchez fue ordenado sacerdote en 1995 y celebró su primera misa en Santa Inés de Bohemia, su parroquia. El arzobispo Cupich agradeció al padre Adán Sandoval por asumir las tareas administrativas del Santuario mientras se efectuaba la búsqueda de un rector permanente. “Él continuará ayudándome de una manera especial a través de su trabajo como director del Consejo Hispano, sin dejar de ser párroco de la parroquia de Nuestra Señora del Monte, en Cicero”, señaló el arzobispo. Localizado en el 1170 North River Road, en Des Plaines, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe ha atraído a millones de personas como un lugar de peregrinación desde sus humildes comienzos. En 1997, monseñor Esteban Martínez, de la Basílica de la Virgen de Guadalupe en México, bendijo los terrenos y vertió tierra del Tepeyac de México, en el Nuevo Tepeyac de Estados Unidos, el cual fue autorizado por la basílica para ser un sitio para cumplir mandas (o promesas) a la Virgen . En 2013, el cardenal Francis George, OMI, lo decretó como santuario. En la actualidad, se está llevando a cabo una campaña para recaudar fondos con el fin de construir un espacio de culto bajo techo que dé cabida a las más de 6,000 personas que visitan el lugar cada semana.