Área de Chicago

El Silencio en la Liturgia

Por Escrito por: Todd WilliamsonAdaptado por: Jackie Moyeno
lunes, febrero 29, 2016

Los días 7, 14, y 21 de febrero celebramos los Ritos de Elección y el Llamado a la Conversión Continua, en la Catedral del Santo Nombre. Estas celebraciones fueron maravillosas.

El Rito de Elección y el Llamado a la Conversión Continua es la Liturgia por la cual los catecúmenos (esos que aún no han sido bautizados) son “elegidos” para el bautismo en la Vigilia Pascual Por lo tanto se le da el nombre de “Rito de Elección”. El Rito de Elección es la Liturgia en la cual la Iglesia reconoce públicamente, la elección de estos catecúmenos para el bautismo de Dios. ¡Dios los ha escogido! Tal como Israel eran los “Electos” de Dios. Cf. Éxodo 10:5, también lo son estos catecúmenos “posesión más querida de Dios.” Es en este Rito que se lleva a cabo en la Catedral del Santo Nombre, la Iglesia reconoce los escogidos de Dios.

A la misma vez, en el Llamado a la Conversión Continua, la Iglesia, por el obispo, reconoce a aquellos que han sido bautizados, pero no católicos que buscan ser recibidos a la plena Comunión de la Iglesia.

Este año, de las cinco celebraciones que se llevaron a cabo con estos Ritos, en el transcurso de tres fines de semana, más de 400 catecúmenos fueron elegidos para una iniciación completa en la Pascua y algunos 500 candidatos fueron reconocidos por su deseo de entrar en Plena Comunión a la Iglesia Católica en la Vigilia Pascual. Estas son celebraciones muy potentes en la cual la presencia y el movimiento del Espíritu Santo es en forma especial muy evidente en la vida de la Iglesia en la Arquidiócesis de Chicago.

¡Literalmente hablando, es definitivamente asombroso estar en estos Ritos! Mientras los catecúmenos son llamados para la elección y los candidatos son llamados para el reconocimiento, ellos toman su lugar en el santuario de la Catedral del Santo Nombre. De aquí a que son llamados a pasar adelante del santuario de la Catedral y literalmente hablando se llena el espacio del santuario con ellos. Catecúmenos y Candidatos de toda la Arquidiócesis, de todas las parroquias, de toda nacionalidad y lengua son representados. Todos ellos van en búsqueda de Cristo y lo han encontrado en sus comunidades parroquiales, que los patrocinan. Estos Ritos verdaderamente son celebraciones de la Iglesia.

En algún momento en el Rito, después que el obispo ha elegido a los Catecúmenos y ha reconocido a los Candidatos, los envía nuevamente a sus parroquias que se encuentran en los asientos de la Catedral y el obispo amonesta a las parroquias, “Estos electos y estos candidatos han sido confiados a ustedes por el Señor. Por su amoroso cuidado y buen ejemplo continúen ayudándolos hasta que ellos hayan completado su iniciación. Ellos ahora son los elegidos de Dios; compartan con ellos la paz de Cristo”.

Las palabras del obispo en el Rito son pertinentes a todos nosotros en la Arquidiócesis de Chicago. Le sugerimos a todos los parroquianos, que si aún no lo han hecho que comiencen a averiguar quiénes son los Elegidos y los Candidatos en sus propias parroquias. ¡Conozcan sus nombres! Tan pronto sepan quienes son les pedimos que mantengan el resto de la Cuaresma en oración para ellos. Apóyenlos en todas las formas posibles. Si se encuentran con ellos en la misa dominical, vayan donde ellos y déjenles saber que los mantienen en oración.

Estas son las personas en nuestras parroquias que se han enamorado de Jesucristo y que buscan ser unidos a él a través de los Sacramentos. Como tal, ellos son ejemplos a todos nosotros que somos bautizados que simbólicamente conlleva su significado en ser fuego con el Espíritu de Cristo. Ellos son modelos para cada uno de nosotros a la conversión que somos llamados durante esta época en la Cuaresma; la conversión nos penetra a renovar nuestro compromiso bautismal en la Vigilia Pascual, o en el Domingo de Resurrección. A la misma vez, nosotros estamos llamados en ser ejemplos para ellos en lo que significa ser discípulos comprometidos de Cristo, y en el sentido cristiano. Ellos necesitan de nosotros….y nosotros necesitamos de ellos. La Cuaresma nos invita en dar un cambio personal, y a la vez en mantener nuestra unión. Mantengámonos en oración y hagamos los posible para mantener el silencio en nuestro propio ser vivo e eficaz.

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