Área de Chicago

Católico - El Estado debe a Caridades Católicas de Chicago $25 millones, más lo que se acumule

Por Joyce Duriga
lunes, febrero 29, 2016

El Estado de Illinois debe a Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Chicago 25 millones de dólares, más lo que se vaya acumulando. El punto muerto en que se encuentra la negociación por el presupuesto amenaza con destruir el ecosistema de servicios sociales que se prestan a las personas más vulnerables de Illinois, afirmó monseñor Michael Boland, presidente y director ejecutivo de Caridades Católicas a Catholic New World el pasado 10 de febrero.

Además de los 25 millones que se le deben, Caridades Católicas, una de las mayores agencias de servicio social del estado, cada mes le pasa facturas al estado por más de 2 millones.

Gracias a los recortes que ha hecho en su presupuesto y a sus reservas de efectivo, Caridades Católicas ha podido mantener abiertos sus programas hasta el momento, pero la situación se está volviendo crítica, dijo Boland, quien está instando a la gente a ponerse en contacto con los funcionarios electos –en especial con el gobernador Bruce Rauner y el portavoz Michael Madigan– y presionar para que haya un presupuesto.

Aun cuando Caridades Católicas recauda alrededor de $25 millones de forma privada cada año, una gran parte del presupuesto de $200 millones de la agencia proviene de contratos con el gobierno.

“Hay ciertos momentos en los que el Estado contrata servicios con organizaciones como Caridades Católicas porque saben que Caridades Católicas tiene la experiencia, el compromiso, la manera profesional de prestar servicios, y sobre todo porque ya estamos en las comunidades”, afirmó Boland.

Por ejemplo, para que un miembro del personal de Caridades Católicas visite a un anciano en su casa para una verificación de bienestar, se necesitan entre 3,000 a 5,000 dólares por año. La atención en una clínica de cuidados y enfermería, que el estado tendría que pagar si estas personas mayores no pudieran permanecer en sus hogares, tiene un costo de $ 25,000 a $ 30,000 al año.

Los programas más amenazados por el estancamiento en el tema del presupuesto estatal atienden las necesidades de personas mayores en situación de riesgo, de niños y de veteranos.

“Aquí el mayor asunto es que Caridades Católicas representa, en muchos sentidos, una red de seguridad. Y una vez que se comienza a destruir esta red de seguridad” los pobres se vuelven aún más vulnerables, dijo. Si un programa que atiende a la primera infancia cierra, por ejemplo, la madre o el padre no pueden ir a trabajar debido a que él o ella deben quedarse en casa para cuidar a los niños. Sin un ingreso fijo, la familia caerá aún más hondo en la espiral de la pobreza.

Muchos clientes reciben más de un servicio, gracias a que muchos de los servicios de Caridades Católicas están interconectados. Por ejemplo, una persona mayor que recibe Meals on Wheels (Comidas sobre Ruedas), el cual es administrado por Caridades Católicas en los condados de Cook y Lake, podría recibir también cheques de bienestar. Boland llama a estos servicios “envolventes”.

“Si la persona mayor está en casa, entonces lo que haces es “envolver” servicios alrededor de la persona mayor para que puedan permanecer en casa”, dijo. “Acercas servicios a la persona”.

Cada 30 segundos, alguien en los condados de Cook y Lake entra en contactos con Caridades Católicas para solicitar ayuda en alguna de sus 160 ubicaciones. Si la agencia redujera un 20 por ciento sus programas, 200,000 personas se verían afectadas; es decir, una población del tamaño aproximado de Aurora, Illinois.

Mientras que Caridades Católicas se basa en una plantilla de 3,000 personas, también cuentan con 15,000 voluntarios - muchos de ellos provenientes de parroquias locales - para administrar los servicios.

“Es realmente una misión de las parroquias y de la iglesia, de la cual Caridades Católicas forma parte. No somos una entidad separada que está por ahí haciendo el trabajo del gobierno”, dijo Boland.

Caridades Católicas no sabe por el momento cuánto tiempo más podrán seguir sin el dinero que le debe el estado.

“Estamos tratando de pensar que esta [impasse presupuestario] no puede continuar indefinidamente, por lo que estamos haciendo nuestro mayor esfuerzo por no tener que hacer esos recortes [a los programas de servicio]”, dijo.

Debido a que otras organizaciones no lucrativas más pequeñas no pudieron darse el lujo de permanecer abiertos sin financiación estatal, Caridades Católicas está experimentando un aumento en las personas que buscan sus servicios. Lutheran Social Services of Illinois mencionó la crisis del presupuesto estatal el mes pasado cuando despidió a 750 personas en todo el estado, cancelando servicios a 4,700 clientes.

Cada cliente que viene a Caridades Católicas es una persona con dignidad que enfrenta dificultades, afirmó Boland, y el hecho de preocuparse por no ser capaz de ayudarles le ha provocado “muchas noches sin dormir”.

“En 25 años, nunca he visto esto. Nunca había visto que un punto muerto durara tanto tiempo”, afirmó.

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